UN CURSO DE MILAGROS APLICADO A LA CODEPENDENCIA

 

LECCIÓN 181 UCDM

Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.
1. Confiar en tus hermanos es esencial para establecer y sustentar tu fe en tu propia capacidad para
trascender tus dudas y tu falta de absoluta convicción en ti mismo. 2Cuando atacas a un hermano,
proclamas que está limitado por lo que tú has percibido en él. 3No estás viendo más allá de sus errores.
4Por el contrario, éstos se exageran, convirtiéndose en obstáculos que te impiden tener conciencia del Ser
que se encuentra más allá de tus propios errores, así como de sus aparentes pecados y de los tuyos.
2. La percepción tiene un enfoque. 2Eso es lo que hace que lo que ves sea consistente. 3Cambia de
enfoque, y, lo que contemples, consecuentemente cambiará. 4Ahora se producirá un cambio en tu visión
para apoyar la intención que ha reemplazado a la que antes tenías. 5Deja de concentrarte en los pecados
de tu hermano, y experimentarás la paz que resulta de tener fe en la impecabilidad. 6El único apoyo que
esta fe recibe procede de lo que ves en otros más allá de sus pecados. 7Pues sus errores, si te concentras
en ellos, no son sino testigos de tus propios pecados. 8Y no podrás sino verlos, lo cual te impedirá ver la
impecabilidad que se encuentra más allá de ellos.
3. En nuestras prácticas de hoy, por lo tanto, lo primero que vamos a hacer es dejar que todos esos
insignificantes enfoques den paso a la gran necesidad que tenemos de que nuestra impeca bilidad se haga
evidente. 2Damos instrucciones a nuestras mentes para que, por un breve intervalo, eso, y sólo eso, sea lo
que busquen. 3No vamos a preocuparnos por objetivos futuros. 4Lo que vimos un instante antes no nos
preocupará en absoluto dentro de este lapso de tiempo en el que nuestra práctica consiste en cambiar de
intención. 5Buscamos la inocencia y nada más. 6Y la buscamos sin interesarnos por nada que no sea el
ahora.
4. Uno de los mayores obstáculos que ha impedido tu éxito ha sido tu dedicación a metas pasadas y
futuras. 2El que las metas que propugna este curso sean tan extremadamente diferentes de las que tenías
antes ha sido motivo de preocupación para ti. 3Y también te has sentido consternado por el pensamiento
restrictivo y deprimente de que, incluso si tuvieses éxito, volverías inevitablemente a perder el rumbo.
5. ¿Por qué habría de ser esto motivo de. preocupación? 2Pues el pasado ya pasó y el futuro es tan solo
algo imaginario. 3Preocupaciones de esta índole no son sino defensas: para impedir que cambiemos el
enfoque de nuestra percepción en el presente. 4Nada más. 5Vamos a dejar de lado estas absurdas
limitaciones por un momento. 6No vamos a recurrir a creencias pasadas, ni a dejar que lo que hayamos de
creer en el futuro nos estorbe ahora. 7Damos comienzo a nuestra sesión de práctica con un solo propósito:
ver la impecabilidad que mora dentro de nosotros.
6. Reconoceremos que hemos perdido de vista este objetivo si de alguna manera la ira se interpone en
nuestro camino. 2Y si se nos ocurre pensar en los pecados de un hermano, nuestro restringido foco nos
nublará la vista y nos hará volver los ojos hacia nuestros propios errores, que exageraremos y llamaremos
"pecados". 3De modo que, por un breve intervalo, de surgir tales obstáculos, los transcenderemos sin
ocuparnos del pasado o del futuro, dando instrucciones a nuestras mentes para que cambien de foco,
según decimos:
4No es esto lo que quiero contemplar.
5Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.
7. Y nos valdremos asimismo de este pensamiento para mantenernos a salvo a lo largo del día. 2No
estamos interesados en metas a largo plazo. 3Conforme cada uno de los obstáculos nuble la visión de
nuestra impecabilidad, lo único que nos interesará será poner fin, por un instante, al dolor que, de
concentrarnos en el pecado experimentaríamos, y que, de no corregirlo, persistiría.
8. No vamos en pos de fantasías. 2Pues lo que procuramos contemplar está realmente ahí. 3Y conforme
nuestro foco se extienda más allá del error, veremos un mundo completamente impecable. 4Y cuando esto
sea lo único que queramos ver y lo único que busquemos en nombre de la verdadera percepción, los ojos
de Cristo se volverán inevitablemente los nuestros. 5El Amor que Él siente por nosotros se volverá también
el nuestro. 6Esto será lo único que veremos reflejado en el mundo, así como en nosotros mismos.
9. El mundo que una vez proclamó nuestros pecados se convierte ahora en la prueba de que somos
incapaces de pecar. 2Y nuestro amor por todo aquel que contemplemos dará testimonio de que
recordamos al santo Ser que no conoce el pecado, y que jamás podría concebir nada que no compartiese
Su impecabilidad. 3Éste es el recuerdo que queremos evocar hoy cuando consagramos nuestras mentes a
la práctica. 4No miramos ni hacia adelante ni hacia atrás. 5Miramos directamente al presente. 6Y
depositamos nuestra fe en la experiencia que ahora pedimos. 7Nuestra impecabilidad no es sino la
Voluntad de Dios. 8En este instante nuestra voluntad dispone lo mismo que la Suya.

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https://youtu.be/Nay0qv-4Oqo

 

LECCION 182 UCDM
Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.
1. Este mundo en el que pareces vivir no es tu hogar. 2Y en algún recodo de tu mente sabes que esto es
verdad. 3El recuerdo de tu hogar sigue rondándote, como si hubiera un lugar que te llamase a regresar, si
bien no reconoces la voz, ni lo que ésta te recuerda. 4No obstante, sigues sintiéndote como un extraño
aquí, procedente de algún lugar desconocido. 5No es algo tan concreto que puedas decir con certeza que
eres un exilado aquí. 6Es más bien un sentimiento persistente, no más que una leve punzada a veces, que
en otras ocasiones apenas recuerdas, algo que descartas sin ningún miramiento, pero que sin duda ha de
volver a rondarte otra vez.
2. No hay nadie que no sepa de qué estamos hablando. 2Sin embargo, hay quienes tratan de ahogar su
sufrimiento entreteniéndose en juegos para pasar el tiempo y no sentir su tristeza: 3Otros prefieren negar
que están tristes, y no reconocen en absoluto que se están tragando las lágrimas. 4Hay quienes afirman
incluso que esto de lo que estamos hablando son ilusiones y que no se debe considerar más que como un
sueño. 5Sin embargo, ¿quién podría honestamente afirmar, sin ponerse a la defensiva o engañarse a sí
mismo, que no sabe de lo que estamos hablando?
3. Hoy hablamos en nombre de todo aquel que vaga por este mundo, pues en él no está en su hogar.
2Camina a la deriva enfrascado en una búsqueda interminable, buscando en la oscuridad lo que no puede
hallar, y sin reconocer qué es lo que anda buscando. 3Construye miles de casas, pero ninguna de ellas
satisface a su desasosegada mente. 4No se da cuenta de que las construye en vano. 5El hogar que anda
buscando, él no lo puede construir. 6El Cielo no tiene sustituto. 7Lo único que él jamás construyó fue un
infierno.
4. Tal vez pienses que lo que quieres encontrar es el hogar de tu infancia. 2La infancia de tu cuerpo y el
lugar que le dio cobijo son ahora recuerdos tan distorsionados que lo que guardas es simplemente una
imagen de un pasado que nunca tuvo lugar. 3Mas en ti hay un Niño que anda buscando la casa de Su
Padre, pues sabe que Él es un extraño aquí. 4Su infancia es eterna, llena de una inocencia que ha de
perdurar para siempre. 5Por dondequiera que este Niño camina es tierra santa. 6Su santidad es lo que
ilumina al Cielo, y lo que trae a la tierra el prístino reflejo de la luz que brilla en lo alto, en la que el Cielo y
la tierra se encuentran unidos cual uno solo.
5. Este Niño que mora en ti es el que tu Padre conoce como Su Hijo. 2Este Niño que mora en ti es el que
conoce a Su Padre. 3Él anhela tan profunda e incesantemente volver a Su hogar, que Su voz te suplica
que lo dejes descansar por un momento. 4Tan sólo pide unos segundos de respiro: un intervalo en el que
pueda volver a respirar el aire santo que llena la casa de Su Padre. 5Tú eres también Su hogar. 6Él
retornará. 7Pero dale un poco de tiempo para que pueda ser lo que es dentro de la paz que es Su hogar, y
descansar en silencio, en paz y en amor.
6. Este Niño necesita tu protección. 2Se encuentra muy lejos de Su hogar. 3Es tan pequeño que parece
muy fácil no hacerle caso y no oír Su vocecilla, quedando así Su llamada de auxilio ahogada en los
estridentes sonidos y destemplados y discordantes ruidos del mundo. 4No obstante, Él sabe que en ti aún
radica Su protección. 5Tú no le fallarás. 6Él volverá a Su hogar, y tú lo acompañarás.
7. Este Niño es tu indefensión, tu fortaleza. 2Él confía en ti. 3Vino porque sabía que tú no le fallarías. 4Te
habla incesantemente de Su hogar con suaves murmullos. 5Pues desea llevarte consigo de vuelta a él, a
fin de poder Él Mismo permanecer allí y no tener que regresar de nuevo a donde no le corresponde estar y
donde vive proscrito en un mundo de pensamientos que le son ajenos. 6Su paciencia es infinita. 7Esperará
hasta que oigas Su dulce Voz dentro de ti instándote a que lo dejes ir en paz, junto contigo, a donde Él se
encuentra en Su casa, al igual que tú.
8. Cuando estés en perfecta quietud por un instante, cuando el mundo se aparte de ti y las vanas ideas
que abrigas en tu desasosegada mente dejen de tener valor, oirás Su Voz. 2Su llamada es tan
conmovedora que ya no le ofrecerás más resistencia. 3En ese instante te llevará a Su hogar, y tú
permanecerás allí con Él en perfecta quietud, en silencio y en paz, más allá de las palabras, libre de todo
temor y de toda duda, sublimemente seguro de que estás en tu hogar.
9. Descansa a menudo con Él hoy. 2Pues Él estuvo dispuesto a convertirse en un Niño pequeño para que
tú pudieras aprender cuán fuerte es aquel que viene sin defensas, ofreciendo únicamente los mensajes del
amor a quienes creen ser sus enemigos. 3Con el poder del Cielo en Sus manos, los llama amigos y les
presta Su fortaleza para que puedan darse cuenta de que Él quiere ser su Amigo. 4Les pide que lo
protejan, pues Su hogar está muy lejos, y Él no quiere regresar a él solo.
10. Cristo renace como un Niño pequeño cada vez que un peregrino abandona su hogar. 2Pues éste debe
aprender que a quien quiere proteger es sólo a este Niño, que viene sin defensas y a Quien la indefensión
ampara. 3Ve con Él a tu hogar de vez en cuando hoy. 4Tú eres un extraño aquí, al igual que Él.
11. Dedica algún tiempo hoy a dejar a un lado tu escudo que de nada te ha servido, y a deponer la espada
y la lanza que blandiste contra un enemigo imaginario. 2Cristo te ha llamado amigo y hermano. 3Ha venido
incluso a pedirte ayuda para que lo dejes regresar a Su hogar hoy, íntegro y completamente. 4Ha venido
como lo haría un niño pequeño, que tiene que implorar la protección y el amor de su padre. 5Él rige el
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universo, y, sin embargo, te pide incesantemente que regreses con Él y que no sigas convirtiendo a las
ilusiones en dioses.
12. Tú no has perdido tu inocencia. 2Y eso es lo que anhelas, 3lo que tu corazón desea. 4Ésa es la voz que
oyes y la llamada que no se puede ignorar. 5Ese santo Niño todavía sigue a tu lado. 6Su hogar es el tuyo.
7Hoy Él te da Su indefensión, y tú la aceptas a cambio de todos los juguetes bélicos que has fabricado. 8Y
ahora el camino está libre y despejado, y el final de la jornada puede por fin vislumbrarse. 9Permanece
muy quedo por un instante, regresa a tu hogar junto con Él y goza de paz por un rato.

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https://youtu.be/rovOUC9DVyI

 

LECCION 183 UCDM

Invoco el Nombre de Dios y el mío propio.
1. El Nombre de Dios es sagrado, pero no es más sagrado que el tuyo. 2Invocar Su Nombre es invocar el
tuyo. 3Un padre le da su nombre a su hijo y, de este modo, identifica a su hijo con él. 4Sus hermanos
comparten su nombre y, así, están unidos por un vínculo en el que encuentran su identidad. 5El Nombre
de tu Padre te recuerda quién eres incluso en un mundo que no lo sabe, e incluso cuando tú mismo no lo
has recordado.
2. El Nombre de Dios no puede ser oído sin que suscite una respuesta, ni pronunciado sin que produzca
un eco en la mente que te exhorta a recordar. 2Di Su Nombre, y estarás invitando a los ángeles a que
rodeen el lugar en el que te encuentras, a cantarte según despliegan sus alas para mantenerte a salvo y a
protegerte de cualquier pensamiento mundano que quisiera mancillar tu santidad.
3. Repite el Nombre de Dios, y el mundo entero responderá abandonando las ilusiones. 2Todo sueño que
el mundo tenga en gran estima de repente desaparecerá, y allí donde parecía encontrarse hallarás una
estrella, un milagro de gracia. 3Los enfermos se levantarán, curados ya de sus pensamientos enfermizos.
4Los ciegos podrán ver y los sordos oír. 5Los afligidos abandonarán su duelo, y sus lágrimas de dolor se
secarán cuando la risa de felicidad venga a bendecir al mundo.
4. Repite el Nombre de Dios y todo nombre nimio deja de tener significado. 2Ante el Nombre de Dios, toda
tentación se vuelve algo indeseable y sin nombre. 3Repite Su Nombre, y verás cuán fácilmente te olvidas
de los nombres de todos los dioses que honrabas. 4Pues habrán perdido el nombre de dios que les
otorgabas. 5Se volverán anónimos y dejarán de ser importantes para ti, si bien, antes de que dejases que
el Nombre de Dios reemplazase a sus nimios nombres, te postrabas reverente ante ellos llamándolos
dioses.
5. Repite el Nombre de Dios e invoca a tu Ser, Cuyo Nombre es el Suyo. 2Repite Su Nombre, y todas las
cosas insignificantes y sin nombre de la tierra se ven en su correcta perspectiva. 3Aquellos que invocan el
Nombre de Dios no pueden confundir lo que no tiene nombre con el Nombre, el pecado con la gracia, ni
los cuerpos con el santo Hijo de Dios. 4Y si te unes a un hermano mientras te sientas con él en silencio y
repites dentro de tu mente quieta el Nombre de Dios junto con él, habrás edificado ahí un altar que se
eleva hasta Dios Mismo y hasta Su Hijo.
6. Practica sólo esto hoy: repite el Nombre de Dios lentamente una y otra vez. 2Relega al olvido cualquier
otro nombre que no sea el Suyo. 3No oigas nada más. 4Deja que todos tus pensamientos se anclen en
Esto. 5No usaremos ninguna otra palabra, excepto al principio, cuando repetimos la idea de hoy una sola
vez. 6Y entonces el Nombre de Dios se convierte en nuestro único pensamiento, nuestra única palabra, lo
único que ocupa nuestras mentes, nuestro único deseo, el único sonido que tiene significado y el único
Nombre de todo lo que deseamos ver y de todo lo que queremos considerar nuestro.
7. De esta manera extendemos una invitación que jamás puede ser rechazada. 2Y Dios vendrá, y Él
Mismo responderá a ella. 3No pienses que Él oye las vanas oraciones de aquellos que lo invocan con
nombres de ídolos que el mundo tiene en gran estima. 4De esa manera nunca podrán llegar a Él. 5Dios no
puede oír peticiones que le pidan que no sea Él Mismo o que Su Hijo reciba otro nombre que no sea el
Suyo.
8. Repite el Nombre de Dios, y lo estarás reconociendo como el único Creador de la realidad. 2Y estarás
reconociendo asimismo que Su Hijo es parte de Él y que crea en Su Nombre. 3Siéntate en silencio y deja
que Su Nombre se convierta en la idea todo abarcadora que absorbe tu mente por completo. 4Acalla todo
pensamiento excepto éste. 5Deja que ésta sea la respuesta para cualquier otro pensamiento, y observa
cómo el Nombre de Dios reemplaza a los miles de nombres que diste a todos tus pensamientos, sin darte
cuenta de que sólo hay un Nombre para todo lo que existe y jamás existirá.
9. Hoy puedes alcanzar un estado en el que experimentarás el don de la gracia. 2Puedes escaparte de
todas las ataduras del mundo, y ofrecerle a éste la misma liberación que tú has encontrado. 3Puedes
recordar lo que el mundo olvidó y ofrecerle lo que tú has recordado. 4Puedes también aceptar el papel que
te corresponde desempeñar en su salvación, así como en la tuya propia. 5Y ambas se pueden lograr
perfectamente.
10. Recurre al Nombre de Dios para tu liberación y se te concederá. 2No se necesita más oración que
ésta, pues encierra dentro de sí a todas las demás. 3Las palabras son irrelevantes y las peticiones
innecesarias cuando el Hijo de Dios invoca el Nombre de su Padre. 4Los Pensamientos de su Padre se
vuelven los suyos propios. 5El Hijo de Dios reivindica su derecho a todo lo que su Padre le dio, le está
dando todavía y le dará eternamente. 6Lo invoca para dejar que todas las cosas que creyó haber hecho
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queden sin nombre ahora, y en su lugar el santo Nombre de Dios se convierta en el juicio que él tiene de
la intranscendencia de todas ellas.
11. Todo lo insignificante se acalla. 2Los pequeños sonidos ahora son inaudibles. 3Todas las cosas vanas
de la tierra han desaparecido. 4El universo consiste únicamente en el Hijo de Dios, que invoca a su Padre.
5Y la Voz de su Padre responde en el santo Nombre de su Padre. 6La paz eterna se encuentra en esta
eterna y serena relación, en la que la comunicación transciende con creces todas las palabras, y, sin
embargo, supera en profundidad y altura todo aquello que las palabras jamás pudiesen comunicar. 7Queremos
experimentar hoy esta paz en el Nombre de nuestro Padre. 8Y en Su Nombre se nos concederá.

 

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https://youtu.be/DQMSt1Vtf2g

LECCION 184 UCDM

El Nombre de Dios es mi herencia.
1. Vives a base de símbolos. 2Has inventado nombres para todas las cosas que ves. 3Cada una de ellas se
ha convertido en una entidad aparte, identificada por su propio nombre. 4De esta manera la segregas de la
unidad. 5De esta manera designas sus atributos especiales y la distingues de otras cosas al hacer hincapié
en el espacio que la rodea. 6Éste es el espacio que interpones entre todas las cosas a las que has dado un
nombre diferente; entre todos los acontecimientos desde el punto de vista del tiempo y del lugar en que
ocurrieron, así como entre todos los cuerpos que se saludan con un nombre.
2. Este espacio, al que ves como lo que separa unas cosas de otras, es el medio a través del cual tiene
lugar la percepción del mundo. 2Ves algo allí donde no hay nada y, asimismo, no ves nada donde hay
unidad; ves un espacio entre todas las cosas, así como entre todas las cosas y tú. 3De esa manera, crees
haber "creado" vida en la separación. 4Y debido a esta división crees ser una unidad que opera con una
voluntad independiente.
3. ¿Qué son todos esos nombres mediante los cuales el mundo se convierte en una serie de
acontecimientos independientes, de cosas desunidas y de cuerpos que se mantienen aparte y que
contienen fragmentos de mente como si de conciencias separadas se tratase? 2Tú les diste esos nombres,
dando lugar a la percepción tal como querías que fuese. 3A las cosas sin nombre se les dio nombre y de
esta manera se les dio también realidad. 4Pues a lo que se le da un nombre se le da significado y, de este
modo, se considera significativo: una causa que produce efectos reales, con consecuencias inherentes a
sí misma.
4. Así es como se construye la realidad a base de una visión parcial, la cual se contrapone
deliberadamente a lo que de hecho es la verdad. 2Su enemigo es la unidad. 3Concibe cosas sin
importancia y las contempla. 4Y la ausencia de espacio, así como la sensación de unidad o la visión que ve
de manera distinta, se convierten en las amenazas que debe superar, combatir y negar.
5. Esta otra visión, no obstante, sigue siendo aún la dirección natural para que la mente canalice su
percepción. 2Es difícil enseñarle a la mente miles de nombres extraños, y luego mil más. 3No obstante,
crees que eso es lo que significa aprender y que es el objetivo principal por medio del cual se puede
entablar comunicación y compartir conceptos de manera que tengan sentido.
6. Ésta es la suma total de la herencia que el mundo dispensa. 2Y todo aquel que aprende a pensar que
ello es cierto, acepta los signos y los símbolos que afirman que el mundo es real. 3Eso es lo que
propugnan. 4No dan lugar a que se dude de que lo que tiene nombre no esté ahí. 5Se puede ver, tal
como es de esperar. 6Lo que niega que ello es verdad es lo que es una ilusión, pues lo que tiene nombre
es la realidad suprema. 7Cuestionarlo es una locura, pero aceptar su presencia es prueba de cordura.
7. Tal es la enseñanza del mundo. 2No obstante, es una fase de aprendizaje por la que todo el que viene
aquí tiene que pasar. 3Mas cuanto antes se perciba su base, lo cuestionable de sus premisas y cuán
dudosos son sus resultados, más pronto se pondrá en duda sus efectos. 4El aprendizaje que se limita. a
lo que el mundo enseña se queda corto en lo que respecta al significado. 5Debidamente empleado,
puede servir como punto de partida desde donde se puede comenzar otro tipo de aprendizaje, adquirir
una nueva percepción, y desde donde se pueden erradicar todos los nombres arbitrarios que el mundo
confiere al ser puestos en duda.
8. No creas que fuiste tú quien hizo el mundo. 2¡Las ilusiones, sí! 3Mas lo que es cierto en la tierra y en
el Cielo está más allá de tu capacidad de nombrar. 4Cuando llamas a un hermano es a su cuerpo a lo
que te diriges. 5Su verdadera Identidad queda oculta debido a lo que crees que él es realmente. 6Su
cuerpo responde al nombre con que lo llamas, pues su mente ha consentido en aceptar ese nombre que
le das como su nombre. 7Y de esta manera, su unidad queda doblemente negada, pues tú lo percibes
como algo separado de ti, y él acepta como propio ese nombre separado.
9. Sería en verdad extraño si se te pidiese que fueses más allá de todos los símbolos del mundo y los
olvidaras para siempre, y, al mismo tiempo, se te pidiera asumir una función docente. 2Todavía tienes
necesidad de usar los símbolos del mundo. 3Mas no te dejes engañar por ellos. 4No representan nada en
absoluto, y éste será el pensamiento que en tus prácticas te liberará de ellos. 5Los símbolos no son sino
medios a través de los cuales puedes comunicarte de manera que el mundo te pueda entender, pero
reconoces que no son la unidad en la que puede hallarse la verdadera comunicación.
10. Así pues, lo que necesitas cada día son intervalos en los que las enseñanzas del mundo se
convierten en una fase transitoria: una prisión desde la que puedes salir a la luz del sol y olvidarte de la
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oscuridad. 2Ahí entiendes la Palabra, el Nombre que Dios te ha dado; la única Identidad que comparten
todas las cosas; el reconocimiento de lo que es verdad. 3Y luego vuelves a la oscuridad, no porque
creas que es real, sino sólo para proclamar su irrealidad usando términos que aún tienen sentido en el
mundo regido por la oscuridad.
11. Usa todos los nombres y símbolos nimios que caracterizan el mundo de la oscuridad. 2Mas no los
aceptes como tu realidad. 3El Espíritu Santo se vale de todos ellos, pero no se olvida de que la creación
tiene un solo Nombre, un solo Significado y una sola Fuente que une a todas las cosas dentro de Sí
Misma. 4Usa todos los nombres que el mundo da a esas cosas, pero sólo por conveniencia, mas no te
olvides de que comparten el Nombre de Dios junto contigo.
12. Dios no tiene nombre. 2Sin embargo, Su Nombre se convierte en la lección final de que todas las
cosas son una ay con esta lección finaliza todo aprendizaje. 3Todos los nombres se unifican, todo
espacio queda lleno con el reflejo de la verdad. 4Toda brecha se cierra y la separación se subsana. 5El
Nombre de Dios es la herencia que Él les dio a los que eligieron que las enseñanzas del mundo
ocupasen el lugar del Cielo. 6Lo que nos proponemos en nuestras prácticas es dejar que nuestras
mentes acepten lo que Dios ha dado como respuesta a la mísera herencia que tú fabri caste como justo
tributo para el Hijo que Él ama.
13. Nadie que busque el significado del Nombre de Dios puede fracasar. 2La experiencia es necesaria
como complemento de la Palabra. 3Pero primero tienes que aceptar que Su Nombre abarca toda la
realidad y reconocer que los innumerables nombres que diste a todos sus aspectos han distorsionado lo
que ves, pero no han afectado a la verdad en absoluto. 4Invocamos un solo Nombre en nuestras
prácticas. 5Y nos valemos de un solo Nombre para unificar nuestra visión.
14. Y si bien utilizamos un nombre distinto para cada aspecto de la conciencia del Hijo de Dios,
comprendemos que todos comparten el mismo Nombre, el cual Él les ha dado. 2Este es el Nombre que
usamos en nuestras prácticas. 3Y al usarlo, todas las separaciones insensatas que nos mantenían
ciegos desaparecen. 4Y se nos concede la fortaleza necesaria para poder ver más allá de ellas. 5Ahora
nuestra vista queda bendecida con las bendiciones que podemos dar según las recibimos.
15. Padre, nuestro Nombre es el Tuyo. 2En Él estamos unidos con toda cosa viviente, y Contigo que eres su
único Creador. 3Lo que hemos hecho y a lo que hemos dado muchos nombres diferentes no es sino una
sombra que hemos tratado de arrojar sobre Tu Realidad. 4Y nos sentimos contentos y agradecidos de haber
estado equivocados. 5Te entregamos todos nuestros errores, a fin de ser absueltos de cuantos efectos
parecían tener. 6Y aceptamos la verdad que Tú nos das en lugar de cada uno de ellos. 7Tu Nombre es
nuestra salvación y la manera de escapar de lo que nosotros mismos hemos hecho. 8Tu Nombre nos une en
la unicidad* que es nuestra herencia. y nuestra paz. 9Amén.

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https://youtu.be/-5HM4cmTbHE

LECCION 185 UCDM 

Deseo la paz de Dios.
1. Decir estas palabras no es nada. 2Pero decirlas de corazón lo es todo. 3Si pudieras decirlas de corazón,
aunque sólo fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar alguno, en ningún lugar o momento.
4Recobrarías plena conciencia del Cielo, el recuerdo de Dios quedaría completamente reinstaurado y la
resurrección de toda la creación plenamente reconocida.
2. No hay nadie que pueda decir estas palabras de todo corazón y no curarse. 2Ya no podría entretenerse
con sueños o creer que él mismo es un sueño. 3No podría inventar un infierno y creer que es real. 4Desea
la paz de Dios, y se le concede. 5Eso es todo lo que desea y todo lo que recibirá. 6So n muchos los que
han dicho estas palabras. 7Pero ciertamente son muy pocos los que las han dicho de todo corazón. 8No
tienes más que contemplar el mundo que ves a tu alrededor para cerciorarte de cuán pocos han sido. 9EI
mundo cambiaría completamente sólo con que hubiese dos que estuviesen de acuerdo en que esas
palabras expresan lo único que ellos anhelan.
3. Dos mentes con u n solo empeño se vuelven tan fuertes que lo que disponen se convierte en la
Voluntad de Dios. 2Pues las mentes sólo se pueden unir en la verdad. 3En sueños, no hay dos mentes que
puedan compartir la misma intención. 4Para cada una de ellas, el héroe del sueño es distinto, y el
desenlace deseado no es el mismo. 5El perdedor y el ganador simplemente alternan de acuerdo con
patrones cambiantes, según la proporción entre ganancia y pérdida y entre pérdida y ganancia adquiere
un matiz diferente o adopta otra forma.
4. No obstante, lo único que se puede hacer en sueños es transigir. 2A veces ello adopta la forma de una
unión, pero sólo la forma. 3En los sueños nada tiene significado, pues su meta es transigir. 4Las mentes no
pueden unirse en sueños. 5Sólo pueden negociar. 6Mas ¿qué trato podrían hacer que les proporcionase la
paz de Dios? 7Las ilusiones pasan a ocupar Su lugar. 8Y lo que Él es deja de tener significado para las
mentes dormidas empeñadas en hacer tratos, cada cual en beneficio propio y a costa de la pérdida de
otros.
5. Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. 2Pues nadie que diga estas
palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas. 3Las ha examinado y se ha
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dado cuenta de que no le ofrecen nada. 4Ahora procura ir más allá de ellas, al reconocer que otro sueño
sólo le ofrecería lo mismo que los demás. 5Para él, todos los sueños son uno. 6Y ha aprendido que la única
diferencia entre ellos es la forma que adoptan, pues cualquiera de ellos suscitará la misma desespera ción
y zozobra que los demás.
6. La mente que desea la paz de todo corazón debe unirse a otras mentes, pues así es como se alcanza la
paz. 2Y cuando el deseo de paz es genuino, los medios para encontrarla se le conceden en una forma tal
que cada mente que honradamente la busca pueda entender. 3Sea cual sea la forma en que se presente la
lección, ha sido planeada para él de tal forma que si su petición es sincera, no dejará de verla. 4Mas si su
petición no es sincera, no habrá manera de que pueda aceptar la lección o realmente aprenderla.
7. Dediquemos hoy nuestra práctica a reconocer que nuestras palabras son sinceras. 2Deseamos la paz
de Dios. 3No es éste un deseo vano. 4Estas palabras no piden que se nos dé otro sueño. 5No procuran
transigir, ni es su afán hacer otro trato con la esperanza de que aún haya un sueño que pueda tener éxito
cuando todos los demás han fracasado. 6Decir estas palabras de corazón es reconocer la futilidad de las
ilusiones y pedir lo eterno en lugar de sueños cambiantes que parecen ofrecerte distintas cosas, pero que
en realidad son igualmente insubstanciales.
8. Dedica hoy tus sesiones de práctica a escudriñar minuciosamente tu mente a fin de descubrir los
sueños que todavía anhelas. 2¿Qué es lo que realmente deseas de corazón? 3Olvídate de las palabras
que empleas al hacer tus peticiones. 4Considera solamente lo que crees que te brindará consuelo y
felicidad. 5Pero no te desalientes por razón de las ilusiones que aún perduran, pues la forma que éstas
adoptan no es lo que importa ahora. 6No dejes que algunos sueños te resulten más aceptables, mientras
que te avergüenzas de otros y los ocultas. 7Son todos el mismo sueño. 8Y puesto que todos son el mismo,
debes hacer la siguiente pregunta con respecto a cada uno de ellos: "¿Es esto lo que deseo en lugar del
Cielo y de la paz de Dios?"
9. Ésta es la elección que tienes ante ti. 2No te dejes engañar pensando que es de otra manera. 3En esto
no es posible transigir. 4Pues o bien eliges la paz de Dios o bien pides sueños. 5Y éstos vendrán a ti tal
como los hayas pedido. 6Mas la paz de Dios vendrá con igual certeza para permanecer contigo para
siempre. 7No desaparecerá con cada curva o vuelta del camino, para luego reaparecer sin que sea
reconocible, en formas que cambian y varían con cada paso que das.
10. Deseas la paz de Dios. 2Y eso es lo que desean también todos los que parecen ir en pos de sueños.
3Esto es lo único que pides tanto para ellos como para ti cuando haces esta petición con pro funda
sinceridad. 4Pues de esa manera procuras alcanzar lo que ellos desean realmente, y unes tu intención a lo
que ellos quieren por encima de todas las cosas, hecho éste que tal vez les sea desconocido, si bien para
ti es indudable. 5Ha habido ocasiones en las que has sido débil y en las que has estado indeciso acerca de
tu propósito, inseguro con respecto a lo que quieres, adónde ir a buscarlo o adónde acudir en busca de
ayuda. 6Mas la ayuda ya se te ha dado. 7¿No la aprovecharías ahora compartiéndola?
11. Nadie que realmente busque la paz de Dios puede dejar de hallarla. 2Pues lo único que pide es dejar
de engañarse a sí mismo, al negarse lo que la Voluntad de Dios dispone. 3¿Quién que pida lo que ya es
suyo podría quedar insatisfecho? 4¿Quién que pida una respuesta que él puede dar puesto que dispone de
ella puede decir que no se le ha contestado? 5La paz de Dios es tuya.
12. La paz fue creada para ti; tu Creador te la dio y la estableció como Su propio regalo eterno. 2¿Cómo
ibas a poder fracasar cuando tan sólo estás pidiendo lo que Él dispone para ti? 3¿Y cómo podría ser que lo
que pides fuese solamente para ti? 4No hay ningún don de Dios que no sea para todos. 5Éste es el atributo
que distingue a los dones de Dios de todos los sueños que jamás parecieron ocupar el lugar de la verdad.
13. Cuando un don de Dios ha sido pedido y aceptado por cualquiera, nadie pierde, sino que todos salen
ganando. 2Dios da sólo con el propósito de unir. 3Para Él, quitar no tiene sentido. 4Y cuando tampoco lo
tenga para ti, sabrás a ciencia cierta que compartes una sola Voluntad con Él, así como Él contigo. 5Y
también sabrás que compartes una sola Voluntad con todos tus hermanos, cuya intención es la tuya.
14. Es esa única intención lo que buscamos hoy al unir nuestros deseos a la necesidad de cada corazón,
al llamamiento de cada mente, a la esperanza que se encuentra más allá de toda desesperación, al amor
que el ataque quisiera ocultar y a la hermandad que el odio ha intentado quebrantar, pero que aún sigue
siendo tal como Dios la creó. 2Con semejante ayuda a nuestro lado, ¿cómo íbamos a poder fracasar hoy
cuando pedimos que se nos conceda la paz de Dios?

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https://youtu.be/B8yfniEKl6o

 

LECCION 186 UCDM

De mí depende la salvación del mundo.
1. Ésta es la afirmación que algún día habrá de erradicar de toda mente todo vestigio de arrogancia. 2Éste
es el pensamiento de la verdadera humildad, que no te adjudica ninguna otra función, excepto la que se te
ha encomendado. 3Dicho pensamiento supone tu aceptación del papel que te fue asignado, sin insistir en
que se te asigne otro. 4No se detiene a considerar qué papel es el que es adecuado para ti. 5Tan sólo
reconoce que la Voluntad de Dios se hace tanto en la tierra como en el Cielo. 6Une a todas las voluntades
de la tierra en el plan celestial para la salvación del mundo, y les restituye la paz del Cielo.
2. No nos opongamos a nuestra función. 2No fuimos nosotros quienes la establecimos. 3No fue idea
nuestra. 4Se nos han proporcionado los medios para llevarla a cabo perfectamente. 5Lo único que se nos
139
pide es que aceptemos nuestro papel con genuina humildad, y que no neguemos con un aire de falsa
arrogancia que somos dignos de él. 6Poseemos la fuerza necesaria para hacer lo que se nos pide llevar a
cabo. 7Nuestras mentes están perfectamente capacitadas para desempeñar el papel que nos asignó Uno
que nos conoce bien.
3. Mientras no entiendas su significado, puede que la idea de hoy te parezca muy ardua. 2Lo único que
dice es que tu Padre te recuerda todavía y te ofrece la perfecta confianza que tiene en ti, Su Hijo. 3No te
pide que seas diferente de como eres en modo alguno. 4¿Qué otra cosa sino esto podría pedir la
humildad? 5¿Y qué otra cosa sino esto podría negar la arrogancia? 6Hoy no dejaremos de cumplir nuestro
cometido con la engañosa excusa de que es un insulto a la modestia. 7Es el orgullo el que se niega a
responder a la Llamada del Propio Dios.
4. Hoy dejaremos a un lado todo vestigio de falsa humildad para poder escuchar la Voz de Dios revelarnos
lo que desea que hagamos. 2No pondremos en duda nuestra capacidad para llevar a cabo la función que
Él nos ofrezca. 3Sólo estaremos seguros de que Él conoce nuestras fuerzas, nuestra sabiduría y nuestra
santidad. 4Y si Él nos considera dignos, es que lo somos. 5Es sólo la arrogancia la que opina de otra
manera.
5. Hay una manera, y sólo una, de liberarte del encarcelamiento al que te ha llevado tu plan de probar que
lo falso es verdadero. 2Acepta en lugar de él el plan que tú no trazaste. 3No juzgues si eres o no
merecedor de él. 4Si la Voz de Dios te asegura que la salvación necesita que tú desempeñes tu papel y
que la totalidad depende de ti, ten por seguro que así es. 5Los arrogantes tienen que aferrarse a las
palabras, temerosos de ir más allá de ellas y de experimentar lo que podría poner en entredicho su
postura. 6Los humildes, en cambio, son libres para oír la Voz que les dice lo que son y lo que deben hacer.
6. La arrogancia forja una imagen de ti que no es real. 2Ésa es la imagen que se estremece y huye
aterrorizada cuando la Voz que habla por Dios te asegura que posees la fuerza, la sabiduría y la santidad
necesarias para ir más allá de toda imagen. 3Tú, a diferencia de la imagen de ti mismo, no eres débil. 4No
eres ignorante ni impotente. 5El pecado no puede mancillar la verdad que mora en ti, ni la aflicción puede
acercarse al santo hogar de Dios.
7. Esto es lo que te dice la Voz que habla por Dios. 2Y según Él te habla, la imagen se estremece e intenta
atacar la amenaza que le resulta desconocida; al sentir que sus cimientos se derrumban. 3Abandónala. 4La
salvación del mundo depende de ti, y no de ese pequeño montón de polvo. 5¿Qué podría esa imagen
decirle al santo Hijo de Dios? 6¿Por qué tiene él que preocuparse por ella en absoluto?
8. Y así hallamos nuestra paz. 2Aceptaremos la función que Dios nos encomendó, pues toda ilusión
descansa sobre la absurda creencia de que podemos inventar otra función para nosotros. 3Los papeles
que nosotros mismos nos hemos auto-otorgado son inestables y parecen oscilar entre la aflicción y la
dicha extática del amor y de amar. 4Podemos reír o llorar, recibir el día de buen grado o bien recibirlo con
lágrimas. 5Nuestro propio ser parece cambiar según experimentamos múltiples cambios en nuestro estado
de ánimo, y nuestras emociones nos remontan hacia lo alto o nos estrellan contra el suelo sumiéndonos
en la desolación.
9. ¿Es éste el Hijo de Dios? 2¿Habría podido Él crear semejante inestabilidad y llamarla Su Hijo? 3Aquel
que es inmutable comparte Sus atributos con Su creación. 4Ninguna de las imágenes que Su Hijo aparenta
forjar afecta lo que él es. 5Dichas imágenes revolotean por su mente como hojas arrastradas por el viento,
que forman diseños fugaces y se desbandan para volverse a agrupar hasta finalmente dispersarse. 6O
como los espejismos que se ven en el desierto.
10. Estas imágenes insustanciales desaparecerán y dejarán tu mente libre y serena cuando aceptes la
función que se te ha encomendado. 2Las imágenes que fabricas sólo dan lugar a metas conflictivas,
transitorias y vagas, inciertas y ambiguas. 3¿Quién podría mantener un esfuerzo constante o poner todas
sus energías y empeño en metas como éstas? 4Las funciones que el mundo tiene en gran estima son tan
inciertas, que aun las más sólidas cambian por lo menos diez veces por hora. 5¿Qué se puede esperar de
metas como éstas?
11. Como bello contraste, tan seguro como el retorno del sol cada mañana para disipar la noche, tu
verdadera función se perfila clara e inequívocamente. 2No hay duda acerca de su validez. 3Pues procede
de Uno que no conoce el error y Cuya Voz está segura de Sus mensajes. 4Éstos nunca cambiarán ni
estarán en conflicto. 5Todos ellos apuntan hacia un solo objetivo, el cual puedes alcanzar. 6Puede que tu
plan sea imposible, pero el de Dios jamás puede fracasar porque Él es su Fuente.
12. Haz lo que la Voz de Dios te indique. 2Y si te pide que hagas algo que parece imposible, recuerda
Quién es el que te lo pide y quién el que quiere negarse. 3Luego considera esto: ¿Quién de los dos es más
probable que esté en lo cierto, 4la Voz que habla por el Creador de todas las cosas y que las conoce
exactamente como son, o la distorsionada imagen de ti mismo, que es inconsistente y está confundida,
perpleja e insegura de todo? 5No permitas que su voz te dirija. 6Oye en su lugar una Voz que es inequívoca
y que te habla de la función que te encomendó tu Creador, Quien te recuerda y te exhorta a que te
acuerdes de Él ahora.
13. Su dulce Voz llama desde lo conocido a lo que no conoce. 2Él quiere consolarte, aunque no conoce el
pesar. 3Él quiere hacer una restitución, si bien goza de absoluta plenitud. 3Él quiere hacerte un regalo, si
bien sabe que ya lo tienes todo. 4Él tiene Pensamientos que satisfacen cualquier necesidad que Su Hijo
140
perciba, si bien Él no las ve. 5Pues el Amor sólo puede dar, y lo que se da en Su Nombre se manifiesta en
la forma más útil posible en un mundo de formas.
14. Ésas son las formas que jamás pueden engañar, ya que proceden de la Amorfía Misma. 2El perdón es
una forma terrenal de amor, que, como tal, no tiene forma en el Cielo. 3No obstante, lo que aquí se
necesite, aquí se concederá. 4Valiéndote de esta forma puedes desempeñar tu función incluso aquí, si bien
el amor significará mucho más para ti cuando se haya restaurado en ti el estado de amorfía. 5La salvación
del mundo depende de ti que puedes perdonar. 6Ésa es tu función aquí.

 

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LECCION 187 UCDM 

 Bendigo al mundo porque me bendigo a mí mismo.
1. Nadie puede dar lo que no tiene. 2De hecho, dar es la prueba de que se tiene. 3Hemos hecho mención
de esto anteriormente. 4Mas no es eso lo que hace que sea difícil de creer. 5Nadie duda de que primero se
debe poseer lo que se quiere dar. 6Es en la segunda parte de la afirmación donde el mundo y la
percepción verdadera difieren. 7Si has tenido y has dado, el mundo afirma que has perdido lo que poseías.
8La verdad mantiene que dar incrementa lo que posees.
2. ¿Cómo va a ser posible esto? 2Pues es seguro que si das una cosa finita tus ojos físicos dejarán de
percibirla como tuya. 3No obstante, hemos aprendido que las cosas sólo representan los pensamientos
que dan lugar a ellas. 4Y no careces de pruebas de que cuando compartes tus ideas, las refuerzas en tu
propia mente. 5Tal vez la forma en que el pensamiento parece manifestarse cambie al darse. 6No obstante,
éste tiene que retornar al que lo da. 7Y la forma que adopte no puede ser menos aceptable. 8Tiene que ser
más.
3. Las ideas tienen primero que pertenecerte antes de que las puedas dar. 2Y si has de salvar al mundo,
tienes que primero aceptar la salvación para ti mismo. 3Mas no creerás que ésta se ha consumado en ti
hasta que no veas los milagros que les brinda a todos aquellos a quienes contemples. 4Con esto, la idea
de dar se clarifica y cobra significado. 5Ahora puedes percibir que al dar, tu caudal aumenta.
4. Protege todas las cosas que valoras dándolas, y así te asegurarás de no perderlas nunca. 2Y con ello
queda demostrado que lo que no creías tener te pertenece. 3Mas no le atribuyas valor a su forma. 4Pues
ésta cambiará, y con el tiempo no será reconocible por mucho que trates de conservarla. 5Ninguna forma
perdura. 6El pensamiento tras la forma de todo es lo que es inmutable.
5. Da gustosamente, 2pues con ello sólo puedes beneficiarte. 3El pensamiento sigue vivo y su fuerza
aumenta a medida que se refuerza al darse. 4Los pensamientos se extienden al compartirse, pues no se
pueden perder. 5No hay un dador y un receptor en el sentido en el que el mundo los concibe. 6Hay un
dador que conserva lo que da, y otro que también habrá de dar. 7Y ambos ganarán en este intercambio,
pues cada uno de ellos dispondrá del pensamiento en la forma que le resulte más útil. 8Lo que aparentemente
pierde es siempre algo que valorará menos que aquello que con toda seguridad le será devuelto.
6. Nunca olvides que sólo te das a ti mismo. 2El que entiende el significado de dar, no puede por menos que
reírse de la idea del sacrificio. 3Tampoco puede dejar de reconocer las múltiples formas en que se puede
manifestar el sacrificio. 4Se ríe asimismo del dolor y de la pérdida, de la enfermedad y de la aflicción, de la
pobreza, del hambre y de la muerte. 5Reconoce que el sacrificio sigue siendo la única idea que yace tras todo
esto, y con su dulce risa todo ello sana.
7. Una vez que una ilusión se reconoce como tal, desaparece. 2Niégate a aceptar el sufrimiento, y eliminarás el
pensamiento de sufrimiento. 3Cuando eliges ver todo sufrimiento como lo que es, tu bendición desciende sobre
todo aquel que sufre. 4El pensamiento de sacrificio da lugar a todas las formas que el sufrimiento aparenta
adoptar. 5Mas el sacrificio es una idea tan demente que la cordura la descarta de inmediato.
8. jamás creas que puedes hacer sacrificio alguno. 2No hay cabida para el sacrificio en lo que tiene valor. 3Si
surge tal pensamiento, su sola presencia demuestra que se ha cometido un error, el cual es necesario corregir.
4Tu bendición lo corregirá. 5Habiéndosete dado a ti primero, ahora es tuya para que tú a tu vez la des. 6Ninguna
forma de sacrificio o de sufrimiento puede prevalecer por mucho tiempo ante la faz de uno que se ha
perdonado y bendecido a sí mismo.
9. Las azucenas que te ofrece tu hermano se depositan ante tu altar, junto con las que tú le ofreces a él.
2¿Quién podría tener miedo de contemplar una santidad tan hermosa? 3La gran ilusión del temor a Dios queda
reducida a la nada ante la pureza que aquí has de contemplar. 4No tengas miedo de mirar. 5La bendición que
has de contemplar eliminará todo pensamiento de forma, y en su lugar dejará allí para siempre el regalo
perfecto, el cual aumentará eternamente, será por siempre tuyo y será por siempre dado.
10. Ahora somos uno en pensamiento, pues el miedo ha desaparecido. 2Y aquí, ante el altar a un solo Dios, a
un solo Padre, a un solo Creador y a un solo Pensamiento, nos alzamos juntos como el único Hijo de Dios. 3No
estamos separados de Aquel que es nuestra Fuente ni distanciados de los hermanos que forman parte de
nuestro único Ser, Cuya inocencia nos ha unido a todos cual uno solo, sino que nos alzamos en gloriosa
bendición y damos tal como hemos recibido. 4Tenemos el Nombre de Dios en nuestros labios. 5Y cuando
miramos en nuestro interior, vemos brillar la pureza del Cielo en nuestro reflejo del Amor de nuestro Padre.
11. Ahora somos bendecidos y ahora bendecimos al mundo. 2Queremos extender lo que hemos contemplado
porque queremos verlo en todas partes. 3Queremos verlo refulgir con la gracia de Dios en todos nuestros
hermanos. 4No queremos que se le niegue a nada de lo que vemos. 5Y para cerciorarnos de que esta santa
141
visión es nuestra, se la ofrecemos a todo lo que vemos. 6Pues allí donde la veamos, nos será devuelta en
forma de azucenas que podremos depositar sobre nuestro altar, convirtiéndolo así en un hogar para la
Inocencia Misma, la cual mora en nosotros y nos ofrece Su Santidad para que sea nuestra.

 

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https://youtu.be/TID-Kz1BxWQ

 

 LECCION 188 UCDM 

La paz de Dios refulge en mí ahora.
1. ¿Por qué esperar al Cielo? ?Los que buscan la luz están simplemente cubriéndose los ojos. 3La luz ya
está en ellos. 4La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. 5La luz es algo ajeno al
mundo, y tú en quien mora la luz eres asimismo un extraño aquí. 6La luz vino contigo desde tu hogar natal,
y permaneció contigo, pues es tuya. 7Es lo único que trajiste contigo de Aquel que es tu Fuente. 8Refulge
en ti porque ilumina tu hogar, y te conduce de vuelta al lugar de donde vino y donde finalmente estás en tu
hogar.
2. Esta luz no se puede perder. 2¿Por qué esperar a encontrarla en el futuro, o creer que se ha perdido o
que nunca existió? 3Es tan fácil contemplarla que los argumentos que demuestran que no puede existir se
vuelven irrisorios. 4¿Quién podría negar la presencia de lo que contempla en sí mismo? 5No es difícil mirar
en nuestro interior, pues ahí nace toda visión. 6Lo que se ve, ya sea en sueños o procedente de una
Fuente más verdadera, no es más que una sombra de lo que se ve a través de la visión interna. 7Ahí
comienza la percepción y ahí termina. 8No tiene otra fuente que ésta.
3. La paz de Dios refulge en ti ahora, y desde tu corazón se extiende por todo el mundo. 2Se detiene a
acariciar cada cosa viviente, y le deja una bendición que ha de perdurar para siempre. 3Lo que da no
puede sino ser eterno. 4EIimina todo pensamiento de lo efímero y de lo que carece de valor. 5Renueva
todos los corazones fatigados e ilumina todo lo que ve según pasa de largo. 6 Todos sus dones se le dan a
todo el mundo, y todo el mundo se une para darte las gracias a ti que das y a ti que has recibido.
4. El resplandor de tu mente le recuerda al mundo lo que ha olvidado, y éste a su vez, restituye esa
memoria en ti. 2Desde ti la salvación irradia dones inconmensurables, que se dan y se devuelven. 3A ti que
das el regalo, Dios Mismo te da las gracias. 4Y la luz que refulge en ti se vuelve aún más brillante con Su
bendición, sumándose así a los regalos que tienes para ofrecérselos al mundo.
5. La paz de Dios jamás se puede contener. 2El que la reconoce dentro de sí tiene que darla. 3Y los medios
a través de los que puede hacerlo residen en su entendimiento. 4Puede perdonar porque reconoció la
verdad en él. 5La paz de Dios refulge en ti ahora, así como en toda cosa viviente. 6En la quietud la paz de
Dios se reconoce universalmente. 7Pues lo que tu visión interna contempla es tu percepción del universo.
6. Siéntate en silencio y cierra los ojos. 2La luz en tu interior es suficiente. 3Sólo ella puede concederte el
don de la visión. 4Ciérrate al mundo exterior, y dale alas a tus pensamientos para que lleguen hasta la paz
que yace dentro de ti. 5Ellos conocen el camino. 6Pues los pensamientos honestos, que no están
mancillados por el sueño de cosas mundanas externas a ti, se convierten en los santos mensajeros de
Dios Mismo.
7. Éstos son los pensamientos que piensas con Él. 2Ellos reconocen su hogar 3y apuntan con absoluta
certeza hacia su Fuente, donde Dios el Padre y el Hijo son uno. 4La paz de Dios refulge sobre ellos, pero
ellos no pueden sino permanecer contigo también, pues nacieron en tu mente, tal como tu mente nació en
la de Dios. 5Te conducen de regreso a la paz, desde donde vinieron con el sólo propósito de recordarte
cómo regresar.
8. Ellos acatan la Voz de tu Padre cuando tú te niegas a escuchar. 2Y te instan dulcemente a que aceptes
Su Palabra acerca de lo que eres en lugar de fantasías y sombras. 3Te recuerdan que eres el co-creador
de todas las cosas que viven. 4Así como la paz de Dios refulge en ti, refulge también en ellas.
9. El propósito de nuestras prácticas de hoy es acercarnos a la luz que mora en nosotros. 2Tomamos
rienda de nuestros pensamientos errantes y dulcemente los conducimos de regreso allí donde pueden
armonizarse con los pensamientos que compartimos con Dios. 3No vamos a permitir que sigan
descarriados. 4Dejaremos que la luz que mora en nuestras mentes los guíe de regreso a su hogar. 5Los
hemos traicionado al haberles ordenado que se apartasen de nosotros. 6Pero ahora les pedimos que
regresen y los purificamos de cualquier anhelo extraño o deseo confuso. 7Y así, les restituimos la santidad
que es su herencia.
10. De esta forma, nuestras mentes quedan restauradas junto con ellos, y reconocemos que la paz de
Dios refulge todavía en nosotros, y que se extiende desde nosotros hasta todas las cosas vivientes que
comparten nuestra vida. 2Las perdonamos a todas, y absolvemos al mundo entero de lo que pensábamos
que nos había hecho. 3Pues somos nosotros quienes construimos el mundo como queremos que sea.
4Ahora elegimos que sea inocente, libre de pecado y receptivo a la salvación. 5Y sobre él vertemos nuestra
bendición salvadora, según decimos:
6La paz de Dios refulge en mí ahora. 7Que todas las cosas refuljan sobre mí en esa paz, y que yo las bendiga
con la luz que mora en mí.

 

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https://youtu.be/80jlFAw9ZWg

 

 LECCION 189 UCDM

Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora.
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1. Hay una luz en ti que el mundo no puede percibir. 2Y con sus ojos no la podrás ver, pues estás cegado
por él. 3No obstante, tienes ojos con los que poder verla. 4Está ahí para que la contemples. 5No se puso en
ti para que se mantuviese oculta de tu vista. 6Esta luz es un reflejo del pensamiento con el que
practicamos ahora. 7Sentir el Amor de Dios dentro de ti es ver el mundo renovado, radiante de Inocencia,
lleno de esperanza y bendecido con perfecta caridad y amor.
2. ¿Quién podría sentir temor en un mundo así? 2Dicho mundo te da la bienvenida, se regocija de que
hayas venido y te canta alabanzas mientras te mantiene a salvo de cualquier peligro o dolor: 3Te ofrece un
hogar cálido y tranquilo en el que permanecer por un tiempo. 4Te bendice a lo largo del día, y te cuida
durante la noche, cual silencioso guardián de tu sueño santo. 5Ve en ti la salvación, y protege la luz que
mora en ti, en la que ve la suya propia. 6Te ofrece sus flores y su nieve como muestra de agradecimiento
por tu benevolencia.
3. Éste es el mundo que el Amor de Dios revela. 2Es tan diferente del mundo que ves a través de los
enturbiados ojos de la malicia y del miedo, que uno desmiente al otro. 3Sólo uno de ellos puede percibirse
en absoluto. 4El otro no tiene ningún significado. 5A aquellos que ven surgir del ataque un mundo de odio
listo para vengarse, asesinar y destruir, les resulta inconcebible la idea de un mundo en el que el perdón
resplandece sobre todas las cosas y la paz ofrece su dulce luz a todo el mundo. .
4. Sin embargo, el mundo del odio es igualmente invisible e inconcebible para aquellos que sienten dentro
de sí el Amor de Dios. 2Su mundo refleja la quietud y la paz que refulge en ellos; la tranquilidad y la
inocencia que ven a su alrededor; la dicha con la que miran hacia afuera desde los inagotables
manantiales de dicha en su interior. 3Contemplan lo que han sentido dentro de sí, y ven su inequívoco
reflejo por todas partes.
5. ¿Cuál de ellos quieres ver? 2Eres libre de elegir. 3Mas debes conocer la ley que rige toda visión y no
dejar que tu mente se olvide de ella: contemplarás aquello que sientas en tu interior. 4Si el odio encuentra
acogida en tu corazón, percibirás un mundo temible, atenazado cruelmente por las huesudas y afiladas
garras de la muerte. 5Mas si sientes el Amor de Dios dentro de ti, contemplarás un mundo de misericordia
y de amor.
6. Hoy pasamos de largo las ilusiones, según intentamos llegar hasta lo que es verdad en nosotros y
sentir su infinita ternura, su Amor que sabe que somos tan perfectos como él mismo, y su visión, el don
que su Amor nos ofrece. 2Hoy aprenderemos el camino, 3el cual es tan seguro como el Amor mismo, al que
nos conduce. 4Pues su sencillez nos protege de las trampas que las descabelladas complicaciones del
aparente razonar del mundo tienen como propósito ocultar..
7. Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo
que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las
imágenes que tienes acerca de ti mismo. 2Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que es verdadero o
falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se
siente avergonzada. 3No conserves nada. 4No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te
haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad.
5Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios.
8. ¿No es acaso Él Quien sabe cómo llegar a ti? 2Tú no necesitas saber cómo llegar a Él. 3Tu papel
consiste simplemente en permitir que todos los obstáculos que has interpuesto entre el Hijo y Dios el
Padre sean eliminados silenciosamente para siempre. 4Dios hará lo que le corresponde hacer en gozosa e
inmediata respuesta. 5Pide y recibirás. 6Mas no vengas con exigencias, ni le señales el camino por donde
Él debe aparecer ante ti. 7La manera de llegar a Él es simplemente dejando que Él sea lo que es. 8Pues de
esa forma se proclama también tu realidad.
9. Así pues, hoy no elegiremos el camino por el que vamos a Él. 2Pero sí elegimos dejar que Él venga a
nosotros. 3Y con esta decisión descansamos. 4Su Amor se abrirá paso por su cuenta en nuestros
corazones serenos y en nuestras mentes abiertas. 5Es indudable que lo que no ha sido negado se
encuentra ahí, si es que es verdad y puede alcanzarse. 6Dios conoce a Su Hijo y sabe cómo llegar a él.
7No necesita que Su Hijo le muestre el camino. 8A través de cada puerta abierta Su Amor refulge hacia
afuera desde su hogar interno e ilumina al mundo con inocencia.
10. Padre, no sabemos cómo llegar a Ti. 2Pero te hemos llamado y Tú nos has contestado. 3No interferiremos.
4Los caminos de la salvación no son nuestros, pues te pertenecen a Ti. 5Y es a Ti a donde vamos para
encontrarlos. 6Nuestras manos están abiertas para recibir Tus dones. 7No tenemos ningún pensamiento que no
pensemos contigo, ni abrigamos creencia alguna con respecto a lo que somos o a Quién nos creó. 8Tuyo es el
camino que queremos hallar y seguir. 9Y sólo pedimos que Tu Voluntad, que también es la nuestra, se haga en
nosotros y en el mundo, para que éste pase a formar parte del Cielo. 10Amén.

 

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https://youtu.be/MKg_itkhzak

 

LECCION 190 UCDM 

Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor.
1. El dolor es una perspectiva errónea. 2Cuando se experimenta en cualquier forma que sea, es señal de
que nos hemos engañado a nosotros mismos. 3El dolor no es un hecho en absoluto. 4Sea cual sea la
forma que adopte, desaparece una vez que se percibe correctamente. 5Pues el dolor proclama que Dios
es cruel. 6¿Cómo podría entonces ser real en cualquiera de las formas que adopta? 7El dolor da testimonio
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del odio que Dios el Padre le tiene a Su Hijo, de la pecaminosidad que ve en él y de Su demente deseo de
venganza y de muerte.
2. ¿Es posible acaso dar fe de semejantes proyecciones? 2¿Qué podrían ser sino falsedades? 3El dolor no
es sino un testigo de los errores del Hijo con respecto a lo que él cree ser. 4Es un sueño de una
encarnizada represalia por un crimen que no pudo haberse cometido; por un ataque contra lo que es
completamente inexpugnable. 5Es una pesadilla en la que hemos sido abandonados por el Amor Eterno, el
cual jamás habría podido abandonar al Hijo que creó como fruto de Su Amor.
3. El dolor es señal de que las ilusiones reinan en lugar de la verdad. 2Demuestra que Dios ha sido
negado, confundido con el miedo, percibido como demente y considerado como un traidor a Sí Mismo. 3Si
Dios es real, el dolor no existe. 4Mas si el dolor es real, entonces es Dios Quien no existe. 5Pues la
venganza no forma parte del amor. 6Y el miedo, negando el amor y valiéndose del dolor para probar que
Dios está muerto, ha demostrado que la muerte ha triunfado sobre la vida. 7El cuerpo es el Hijo de Dios,
corruptible en la muerte y tan mortal como el Padre al que ha asesinado.
4. ¡Que la paz ponga fin a semejantes necedades! 2Ha llegado el momento de reírse de ideas tan
absurdas. 3No es necesario pensar en ellas como si fuesen crímenes atroces o pecados secretos de
graves consecuencias. 4¿Quién sino un loco podría pensar que son la causa de algo? 5Su testigo, el dolor,
es tan demente como ellas, y no se debe tener más miedo de él que de las dementes ilusiones a las que
ampara, y que trata de demostrar que no pueden sino seguir siendo verdad.
5. Son únicamente tus pensamientos los que te causan dolor. 2Nada externo a tu mente puede herirte o
hacerte daño en modo alguno. 3No hay causa más allá de ti mismo que pueda abatirse sobre ti y oprimirte.
4Nadie, excepto tú mismo, puede afectarte. 5No hay nada en el mundo capaz de hacerte enfermar, de
entristecerte o de debilitarte. 6Eres tú el que tiene el poder de dominar todas las cosas que ves
reconociendo simplemente lo que eres. 7Conforme percibas su inocuidad, ellas aceptarán como suya tu
santa voluntad. 8Y lo que antes inspiraba miedo se convierte ahora en una fuente de inocencia y santidad.
6. Santo hermano mío, piensa en esto por un momento: el mundo que ves no hace nada. 2No tiene
efectos. 3No es otra cosa que la representación de tus pensamientos. 4Y será completamente distinto
cuando elijas cambiar de parecer y decidas que lo que realmente deseas es el júbilo de Dios. 5Tu Ser se
alza radiante en este santo júbilo, inalterado e inalterable por siempre jamás. 6¿Le negarías a un pequeño
rincón de tu mente su propia herencia y lo conservarías como hospital para el dolor, como un lugar
enfermizo a donde toda cosa viviente tiene que venir finalmente a morir?
7. Tal vez parezca que el mundo te causa dolor. 2Sin embargo, al no tener causa, no tiene el poder de ser
la causa de nada. 3Al ser un efecto, no puede producir efectos. 4Al ser una ilusión, es lo que tú deseas que
sea. 5Tus vanos deseos constituyen sus pesares. 6Tus extraños anhelos dan lugar a sus sueños de
maldad. 7Tus pensamientos de muerte lo envuelven con miedo, mientras que en tu benévolo perdón halla
vida.
8. El dolor es la forma en que se manifiesta el pensamiento del mal, causando estragos en tu mente santa.
2El dolor es el rescate que gustosamente has pagado para no ser libre. 3En el dolor se le niega a Dios el
Hijo que Él ama. 4En el dolor el miedo parece triunfar sobre el amor, y el tiempo reemplazar a la eternidad
y al Cielo. 5Y el mundo se convierte en un lugar amargo y cruel, donde reina el pesar y donde los
pequeños gozos sucumben ante la embestida del dolor salvaje que aguarda para trocar toda alegría en
sufrimiento.
9. Rinde tus armas, y ven sin defensas al sereno lugar donde por fin la paz del Cielo envuelve todas las
cosas en la quietud. 2Abandona todo pensamiento de miedo y de peligro. 3No permitas que el ataque entre
contigo. 4Depón la cruel espada del juicio que apuntas contra tu propio cuello, y deja a un lado las
devastadoras acometidas con las que procuras ocultar tu santidad.
10. Así entenderás que el dolor no existe. 2Así el júbilo de Dios se vuelve tuyo. 3Éste es el día en que te es
dado comprender plenamente la lección que encierra dentro de sí todo el poder de la salvación: el dolor es
una ilusión; el júbilo es real. 4El dolor es dormir; el júbilo, despertar. 5El dolor es un engaño; y sólo el júbilo
es verdad.
11. Por lo tanto, volvemos nuevamente a optar por la única alternativa que jamás se puede elegir, ya que
sólo elegimos entre las ilusiones y la verdad, entre el dolor y el júbilo, entre el Cielo y el infierno. 2Que la
gratitud hacia nuestro Maestro invada nuestros corazones, pues somos libres de elegir nuestro júbilo en
vez de dolor, nuestra santidad en vez de pecado, la paz de Dios en vez de conflicto y la luz del Cielo en
lugar de las tinieblas del mundo.

 

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https://youtu.be/KCwRscXw-7w

 

LECCION 191 UCDM 

Soy el santo Hijo de Dios Mismo.
1. He aquí la declaración de tu liberación de las cadenas del mundo. 2Y he aquí asimismo la liberación del
mundo entero. 3No te das cuenta de lo que has hecho al asignarle al mundo el papel de carcelero del Hijo
de Dios. 4¿Qué podría ser entonces sino un mundo depravado y temeroso, amedrentado por las sombras,
vengativo y salvaje, desprovisto de razón, ciego y enajenado por el odio?
2. ¿Qué has hecho para que éste sea tu mundo? 2¿Qué has hecho para que sea eso lo que ves? 3Niega tu
Identidad, y ése es el resultado. 4Contemplas el caos y proclamas que eso es lo que tú eres. 5No ves nada
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que no dé testimonio de ello. 6No hay sonido que no te hable de la flaqueza que hay dentro y fuera de ti; ni
aliento que respires que no parezca acercarte más a la muerte; ni esperanza que alientes que no haya de
acabar en llanto.
3. Niega tu verdadera Identidad y no podrás escaparte de la locura que dio lugar a este extraño,
antinatural y fantasmal pensamiento que se burla de la creación y se ríe de Dios. 2Niega tu verdadera
Identidad, y te enfrentas al universo solo, sin un amigo: una diminuta mota de polvo contra legiones de
enemigos. 3Niega tu verdadera Identidad y contemplarás la maldad, el pecado y la muerte, y verás la
desesperanza arrebatarte de las manos todo vestigio de esperanza, dejándote solamente con ansias de
morir.
4. Sin embargo, ¿qué podría ser esto sino un juego en el que puedes negar tu Identidad? 2Eres tal como
Dios te creó. 3Creer cualquier otra cosa es absurdo. 4Con este solo pensamiento todo el mundo se libera.
5Con esta sola verdad desaparecen todas las ilusiones. 6Con este solo hecho se proclama que la
impecabilidad es eternamente parte integral de todo, el núcleo central de su existencia y la garantía de su
inmortalidad.
5. Deja que la idea de hoy encuentre un lugar entre tus pensamientos, y te habrás elevado muy por
encima del mundo, así como por encima de todos los pensamientos mundanos que lo mantienen
prisionero. 2Y desde este lugar de seguridad y escape retornarás a él y lo liberarás. 3Pues aquel que puede
aceptar su verdadera Identidad realmente se salva. 4Y su salvación es el regalo que les hace a todos,
como muestra de gratitud hacia Aquel que le mostró el camino a la felicidad que cambió toda su perspec -
tiva acerca del mundo.
6. Basta con un solo pensamiento santo como éste para liberarte: tú eres el santo Hijo de Dios Mismo. 2Y
con este pensamiento santo comprendes asimismo que has liberado al mundo. 3No tienes necesidad de
usarlo cruelmente, y luego percibir esa misma necesidad en él. 4Lo liberas de tu aprisionamiento. 5No
verás una imagen devastadora de ti mismo vagando por el mundo llena de terror, mientras que éste se
retuerce en agonía porque tus miedos han dejado impreso en su corazón el sello de la muerte.
7. Alégrate hoy de cuán fácilmente desaparece el infierno. 2No necesitas más que decirte a ti mismo:
3Soy el santo Hijo de Dios Mismo. 4No puedo sufrir ni sentir dolor; no puedo sufrir
pérdidas ni dejar de hacer todo lo que la salvación me pida.
5Y con ese pensamiento todo lo que contemples cambiará por completo.
8. Un milagro ha iluminado todas las lúgubres y viejas cavernas en las que los ritos de la muerte
reverberaban desde los orígenes del tiempo: 2Pues el tiempo ya no tiene dominio sobre el mundo. 3El Hijo
de Dios ha venido radiante de gloria a redimir a los que estaban perdidos, a salvar a los desvalidos y a
darle al mundo el regalo de su perdón. 4¿Quién podría ver el mundo como un lugar siniestro y pecaminoso
cuando el Hijo de Dios ha venido por fin a liberarlo nuevamente?
9. Tú que te percibes a ti mismo como débil y frágil, lleno de vanas esperanzas y de anhelos frustrados;
nacido sólo para morir, llorar y padecer, escucha esto: se te ha dado todo poder en la tierra y en el Cielo.
2No hay nada que no puedas hacer. 3Juegas el juego de la muerte, el de ser impotente, el de estar
lamentablemente encadenado a la disolución en un mundo que no tiene misericordia contigo. 4No
obstante, cuándo tengas misericordia con él, su misericordia resplandecerá sobre ti.
10. Deja entonces que el Hijo de Dios despierte de su sueño, y que al abrir sus ojos santos, regrese para
bendecir el mundo que él fabricó. 2Éste nació de un error, pero acabará en el reflejo de la santidad del Hijo
de Dios. 3Y éste dejará de dormir y de soñar con la muerte. 4Únete a mí hoy. 5Tu gloria es la luz que salva
al mundo. 6No sigas negándote a conceder la salvación. 7Contempla el mundo que te rodea, y observa el
sufrimiento que se abate sobre él. 8¿No está acaso dispuesto tu corazón a llevarles descanso a tus
fatigados hermanos?
11. Ellos tienen que esperar hasta que tú te liberes. 2Permanecen encadenados hasta que tú seas libre.
3No pueden ver la misericordia del mundo hasta que tú la encuentres en ti mismo. 4Sufren hasta que tú
niegues que el dolor te atenaza. 5Mueren hasta que tú aceptes tu propia vida eterna. 6Eres el santo Hijo de
Dios Mismo. 7Recuerda esto, y el mundo entero se libera. 8Recuerda esto, y la tierra y el Cielo son uno.

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https://youtu.be/7VvnjHsTZHc

 

LECCION 192 UCDM

Tengo una función que Dios quiere que desempeñe.
1. La santa Voluntad de tu Padre es que tú lo completes, y que tu Ser sea Su Hijo sagrado, por siempre
puro como Él, creado del Amor y en él, preservado, extendiendo amor y creando en su Nombre, por
siempre uno con Dios y con tu Ser. 2Mas ¿qué sentido puede tener tal función en un mundo de envidia,
odio y ataque?
2. Tienes, por lo tanto, una función en el mundo de acuerdo a sus propias normas. 2Pues, ¿quién podría
entender un lenguaje que está mucho más allá de lo que buenamente puede entender? 3El perdón es tu
función aquí. 4No es algo que Dios haya creado, ya que es el medio por el que se puede erradicar lo que
no es verdad. 5Pues, qué necesidad tiene el Cielo de perdón? 6En la tierra, no obstante, tienes necesidad
de los medios que te ayudan a abandonar las ilusiones. 7La creación aguarda tu regreso simplemente para
ser reconocida, no para ser íntegra.
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3. Lo que la creación es no puede ni siquiera concebirse en el mundo. 2No tiene sentido aquí. 3El perdón
es lo que más se le asemeja aquí en la tierra. 4Pues al haber nacido en el Cielo, carece de forma. 5Dios,
sin embargo, creó a Uno con el poder de traducir a formas lo que no tiene forma en absoluto. 6Lo que Él
hace es forjar sueños, pero de una clase tan similar al acto de despertar que la luz del día ya refulge en
ellos, y los ojos que ya empiezan a abrirse contemplan los felices panoramas que esos sueños les
ofrecen.
4. El perdón contempla dulcemente todas las cosas que son desconocidas en el Cielo, las ve desaparecer,
y deja al mundo como una pizarra limpia y sin marcas en la que la Palabra de Dios puede ahora
reemplazar a los absurdos símbolos que antes estaban escritos allí. 2El perdón es el medio por el que se
supera el miedo a la muerte, pues ésta deja de ejercer su poderosa atracción y la culpa bilidad desaparece.
3El perdón permite que el cuerpo sea percibido como lo que es: un simple recurso de enseñanza del que
se prescinde cuando el aprendizaje haya terminado, pero que es incapaz de efectuar cambio alguno en el
que aprende.
5. La mente no puede cometer errores sin un cuerpo. 2No puede pensar que va a morir o ser víctima de
ataques despiadados. 3La ira se ha vuelto imposible. a¿Dónde está el terror ahora? 4¿Qué temores podrían
aún acosar a los que han perdido la fuente de todo ataque, el núcleo de la angustia y la sede del temor?
5Sólo el perdón puede liberar a la mente de la idea de que el cuerpo es su hogar. 6Sólo el perdón puede
restituir paz que Dios dispuso para Su santo Hijo. 7Sólo el perdón puede persuadir al Hijo a que contemple
de nuevo su santidad.
6. Una vez que la ira haya desaparecido, podrás percibir que a cambio de la visión de Cristo y del don de
la vista no se te pidió sacrificio alguno, y que lo único que ocurrió fue que una mente enferma y
atormentada se liberó de su dolor. 2¿Es esto indeseable? 3¿Es algo de lo que hay que tener miedo? 4¿O
bien es algo que se debe anhelar, recibir con gratitud y aceptar jubilosamente? 5Somos uno, por lo tanto,
no renunciamos a nada. 6Y Dios ciertamente nos ha dado todo.
7. No obstante, necesitamos el perdón para percibir que esto es así. 2Sin su benévola luz, andamos a
tientas en la oscuridad usando la razón únicamente para justificar nuestra furia y nuestros ataques.
3Nuestro entendimiento es tan limitado que aquello que creemos comprender no es más que confusión
nacida del error. 4Nos encontramos perdidos en las brumas de sueños cambiantes y pensamientos
temibles, con los ojos herméticamente cerrados para no ver la luz, y las mentes ocupadas en rendir culto a
lo que no está ahí.
8. ¿Quién puede nacer de nuevo en Cristo sino aquel que ha perdonado a todos los que ve, o en los que
piensa o se imagina? 2¿Quién que mantenga a otro prisionero puede ser liberado? 3Un carcelero no puede
ser libre, pues se encuentra atado al que tiene preso. 4Tiene que asegurarse de que no escape, y así,
pasa su tiempo vigilándolo. 5Y los barrotes que mantienen cautivo al preso se convierten en el mundo en el
que su carcelero vive allí con él. 6Sin embargo, de la liberación del preso depende que el camino de la
libertad quede despejado para los dos.
9. Por lo tanto, no mantengas a nadie prisionero. 2Libera en vez de aprisionar, pues de esa manera tú
quedas libre. 3Los pasos a seguir son muy sencillos. 4Cada vez que sientas una punzada de cólera,
reconoce que sostienes una espada sobre tu cabeza. 5Y ésta te atravesará o no, dependiendo de si eliges
estar condenado o ser libre. 6Así pues, todo aquel que aparentemente te tienta a sentir ira representa tu
salvador de la prisión de la muerte. 7Por lo tanto, debes estarle agradecido en lugar de querer infligirle
dolor.
10. Sé misericordioso hoy. 2El Hijo de Dios es digno de tu misericordia. 3Él es quien te pide que aceptes el
camino de la libertad ahora. 4No te niegues a ello. 5El Amor que su Padre le profesa te lo profesa a ti
también. 6Tu única función aquí en la tierra es perdonarlo, para que puedas volver a aceptarlo como tu
Identidad. 7Él es tal como Dios lo creó. 8Y tú eres lo que él es. 9Perdónale ahora sus pecados y verás que
eres uno con él.

 

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LECCION 193 UCDM 

Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
1. El aprendizaje es algo que le es ajeno a Dios. 2Su Voluntad, no obstante, se extiende hasta lo que Él no
entiende; en el sentido de que Él dispone que la felicidad que Su Hijo heredó de Él perma nezca incólume,
sea perpetua y por siempre en aumento, que se expanda eternamente en la dicha de la creación plena,
que sea eternamente receptiva y absolutamente ilimitada en Él. 3Ésa es Su Voluntad. 4Por lo tanto, Su
Voluntad provee los medios para garantizar que se cumpla.
2. Dios no ve contradicciones. 2Sin embargo, Su Hijo cree verlas. 3Por eso tiene necesidad de Alguien que
pueda corregir su defectuosa manera de ver y ofrecerle una visión que lo conduzca de nuevo al lugar
donde la percepción cesa. 4Dios no percibe en absoluto. 5Él es, no obstante, Quien provee los medios para
que la percepción se vuelva lo suficientemente hermosa y verdadera como para que la luz del Cielo pueda
resplandecer sobre ella. 6Él es Quien responde a las contradicciones de Su Hijo y Quien mantiene su
inocencia a salvo para siempre.
3. Éstas son las lecciones que Dios quiere que aprendas. 2Su Voluntad se refleja en todas ellas, y ellas
reflejan Su amorosa bondad para con el Hijo que Él ama. 3Cada lección encierra un pensamiento central,
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que se repite en todas ellas. 4Su forma es lo único que varía, según las circunstancias, los
acontecimientos, los personajes o los temas, los cuales parecen ser reales, pero no lo son. 5Su contenido
fundamental es el mismo 6y es éste:7 Perdona, y verás esto de otra forma.
4. Es cierto que no parece que todo pesar no sea más que una falta de perdón. 2No obstante, eso es lo
que en cada caso se encuentra tras la forma. 3Esta uniformidad es lo que hace que el aprendizaje sea algo
seguro, ya que la lección es tan simple que al final no se puede rechazar. 4Nadie se puede ocultar para
siempre de una verdad tan obvia, que aunque se presenta en innumerables formas, se puede reconocer
con la misma facilidad en todas ellas, sólo con desear ver la simple lección que allí se encierra.
5. Perdona, y verás esto de otra forma.
2Éstas son las palabras que el Espíritu Santo te dice en medio de todas tus tribulaciones, todo dolor y todo
sufrimiento, sea cual sea la forma en que se manifiesten. 3Éstas son las palabras con las que a la
tentación le llega su fin, y la culpabilidad, abandonada ahora, deja de ser objeto de reverencia. 4Éstas son
las palabras que ponen fin al sueño de pecado y eliminan todo miedo de la mente. 5Éstas son las palabras
mediante las cuales al mundo entero le llega la salvación.
6. ¿No deberíamos acaso aprender a decir estas palabras cada vez que nos sintamos tentados de creer
que el dolor es real y la muerte se vuelva nuestra elección en lugar de la vida? 2¿No deberíamos acaso
aprender a decirlas una vez que hayamos comprendido el poder que tienen para liberar a todas las mentes
de la esclavitud? 3Éstas son palabras que te dan poder sobre todos los acontecimientos que parecen tener
control sobre ti. 4Ves esos acontecimientos correctamente cuando mantienes estas palabras en tu
conciencia, sin olvidarte de que son aplicables a todo lo que ves o a todo lo que cualquier hermano
contemple erróneamente.
7. ¿Cómo puedes saber cuándo estás viendo equivocadamente o cuándo no está alguien percibiendo la
lección que debería aprender? 2¿Parece ser real el dolor en dicha percepción? 3Si lo parece, ten por
seguro que no se ha aprendido la lección, 4y que en la mente que ve el dolor a través de los ojos que ella
misma dirige permanece oculta una falta de perdón.
8. Dios no quiere que sigas sufriendo de esa manera. 2Él quiere ayudarte a que te perdones a ti mismo.
3Su Hijo no recuerda quién es, 4y Dios no quiere que se olvide de Su Amor ni de todos los dones que Su
Amor trae consigo. 5¿Renunciarías ahora a tu propia salvación? 6¿Dejarías acaso de aprender las
sencillas lecciones que el Maestro celestial pone ante ti para que todo dolor desaparezca y el Hijo pueda
recordar a su Padre?
9. Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que aprendas. 2Él no deja ningún pensamiento
rencoroso sin corregir, ni que ninguna espina o clavo lastime en modo alguno a Su santo Hijo. 3Él quiere
asegurarse de que su santo descanso permanezca sereno e imperturbable, sin preocupaciones, en un
hogar eterno que cuida de él. 4Él quiere que todas las lágrimas sean enjugadas y que no quede ni una sola
más por derramar, ni ninguna que sólo esté esperando el momento señalado para brotar. 5Pues Dios ha
dispuesto que la risa reemplace a cada una de ellas y que Su Hijo sea libre otra vez.
10. Hoy trataremos de superar en un solo día miles de aparentes obstáculos a la paz. 2Deja que la
misericordia llegue a ti cuanto antes. 3No trates de posponer su llegada ni un sólo día, minuto o instante
más. 4Para eso se hizo el tiempo. 5Úsalo hoy para lo que es. 6Dedica, mañana y noche, el tiempo que
puedas a lo que éste tiene como propósito, y no permitas que el tiempo que dediques sea menos que el
que sea necesario para satisfacer tu más imperiosa necesidad.
11. Da todo lo que puedas, y luego da un poco más. 2Pues ahora nos levantaremos apresuradamente e
iremos a casa de nuestro Padre. 3Hemos estado ausentes demasiado tiempo y ya no queremos seguir
demorándonos más aquí. 4Según practicamos, pensemos en todas las cosas con las que nos hemos
quedado para resolverlas por nuestra cuenta y que hemos mantenido fuera del alcance de la curación.
5Entreguémoselas a Aquel que sabe cómo contemplarlas de manera que desaparezcan. 6La verdad es Su
mensaje; la verdad es Su enseñanza. 7Suyas son las lecciones que Dios quiere que aprendamos.
12. Hoy, y en los días venideros, dedica un poco de tiempo cada hora a practicar la lección del perdón tal
como se indique. 2Trata de aplicarla a lo acontecido en esa hora, de manera que la próxima esté libre de
todo ello. 3De esta manera, las cadenas del tiempo se desatarán fácilmente. 4No dejes que ninguna hora
arroje su sombra sobre la siguiente, y cuando haya transcurrido, deja que todo lo acontecido se vaya con
ella. 5De este modo, permanecerás libre y en paz eterna en el mundo del tiempo.
13. Ésta es la lección que Dios quiere que aprendas: Hay una manera de contemplarlo todo que te acerca
más a Él y a la salvación del mundo. 2A todo lo que habla de terror, responde de esta manera:
3Perdonaré, y esto desaparecerá.
4Repite estas mismas palabras ante toda aprensión, preocupación o sufrimiento. 5Y entonces estarás en
posesión de la llave que abre las puertas del Cielo y que hace que el Amor de Dios el Padre llegue por fin
hasta la tierra para elevarla hasta el Cielo. 6Dios Mismo dará este paso final. 7No te niegues a dar los
pequeños pasos que te pide para que puedas llegar hasta Él.

 

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 LECCION 194 UCDM 

Pongo el futuro en Manos de Dios.
1. La idea de hoy es un paso más en el proceso de alcanzar cuanto antes la salvación, y ciertamente es un
paso gigantesco. 2Es tan grande la distancia que abarca que te lleva justo antes del Cielo, con el objetivo a
la vista y los obstáculos ya superados. 3Tus pies ya se han posado sobre las praderas que te dan la
bienvenida a las puertas del Cielo: el tranquilo lugar de la paz en el que aguardas con certeza el paso final
de Dios. 4¡Qué lejos nos encontramos ahora de la tierra! 5¡Y cuán cerca de nuestra meta! 6¡Cuán corto es
el trecho que aún nos queda por recorrer!
2. Acepta la idea de hoy, y habrás dejado atrás toda ansiedad, los abismos del infierno, la negrura de la
depresión, los pensamientos de pecado y toda la devastación que la culpabilidad acarrea. 2Acepta la idea
de hoy, y habrás liberado al mundo de todo aprisionamiento, al romper las pesadas cadenas que
mantenían cerrada la puerta a la libertad. 3Te has salvado, y tu salvación se vuelve el regalo que le haces
al mundo porque tú lo has recibido.
3. No hay un solo instante en que se pueda sentir depresión, experimentar dolor o percibir pérdida alguna.
2No hay un solo instante en que se pueda instaurar el pesar en un trono y adorársele. 3No hay un solo
instante en que uno pueda ni siquiera morir. 4Y así, cada instante que se le entrega a Dios, con el
siguiente ya entregado a Él de antemano, es un tiempo en que te liberas de la tristeza, del dolor y hasta de
la misma muerte.
4. Tu futuro está en Manos de Dios, así como tu pasado y tu presente. 2Para Él son lo mismo, y, por lo
tanto, deberían ser lo mismo para ti también. 3Sin embargo, en este mundo la progresión temporal todavía
parece ser algo real. 4No se te pide, por lo tanto, que entiendas que el tiempo no tiene realmente una
secuencia lineal. 5Sólo se te pide que te desentiendas del futuro y lo pongas en Manos de Dios. 6Y
mediante tu experiencia comprobarás que también has puesto en Sus Manos el pasado y el presente,
porque el pasado ya no te castigará más y ya no tendrá sentido tener miedo del futuro.
5. Libera el futuro. 2Pues el pasado ya pasó, y el presente, libre de su legado de aflicción y sufrimiento, de
dolor y de pérdida, se convierte en el instante en que el tiempo se escapa del cautiverio de las ilusiones,
por las que ha venido recorriendo su despiadado e inevitable curso. 3Cada instante que antes era esclavo
del tiempo se transforma ahora en un instante santo, cuando la luz que se mantenía oculta en el Hijo de
Dios se libera para bendecir al mundo. 4Ahora el Hijo de Dios es libre, y toda su gloria resplandece sobre
un mundo que se ha liberado junto con él para compartir su santidad.
6. Si pudieses ver la lección de hoy como la liberación que realmente representa, no vacilarías en
dedicarle el máximo esfuerzo de que fueses capaz, para que pasase a formar parte de ti. 2Conforme se
vaya convirtiendo en un pensamiento que rige tu mente, en un hábito de tu repertorio para solventar
problemas, en una manera de reaccionar de inmediato ante toda tentación, le transmitirás al mundo lo que
has aprendido. 3Y en la medida en que aprendas a ver la salvación en todas las cosas, en esa misma
medida el mundo percibirá que se ha salvado.
7. ¿Qué preocupación puede asolar al que pone su futuro en las amorosas Manos de Dios? 2¿Qué podría
hacerle sufrir? 3¿Qué podría causarle dolor o la sensación de haber perdido algo? 4¿Qué podría temer?
5¿Y de qué otra manera podría contemplar todo sino con amor? 6Pues el que ha escapado de todo temor
de futuros sufrimientos ha encontrado el camino de la paz en el presente y la certeza de un cuidado que el
mundo jamás podría amenazar. 7Está seguro de que aunque su percepción puede ser errónea, jamás le ha
de faltar corrección. 8Es libre de volver a elegir cuando se ha dejado engañar; de cambiar de parecer
cuando se ha equivocado.
8. Pon, por lo tanto, tu futuro en Manos de Dios. 2Pues de esta manera invocas Su recuerdo para que
regrese y reemplace todos tus pensamientos de maldad y pecado por la verdad del amor. 3¿Crees acaso
que el mundo no se beneficiaría con ello y que cada criatura viviente no respondería con una percepción
corregida? 4El que se encomienda a Dios ha puesto también al mundo en las mismas Manos a las que él
ha recurrido en busca de consuelo y seguridad. 5Ha dejado a un lado las enfermizas ilusiones del mundo
junto con las suyas, y de este modo le ofrece paz al mundo, así como a sí mismo.
9. Ahora sí que nos hemos salvado. 2Pues descansamos despreocupados en Sus Manos, seguros de que
sólo cosas buenas nos pueden acontecer. 3Si nos olvidamos de ello, se nos recuerda dulcemente. 4Si
aceptamos un pensamiento que denota falta de perdón, éste queda prontamente reemplazado por el
reflejo del amor. 5Y si nos sentimos tentados de atacar, apelamos a Aquel que vela nuestro descanso para
que tome por nosotros la decisión que nos aleja de la tentación. 6El mundo ha dejado de ser nuestro
enemigo, pues hemos decidido ser su Amigo.

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LECCION 195 UCDM  

El amor es el camino que recorro con gratitud.
1. Para aquellos que contemplan el mundo desde una perspectiva errónea, la gratitud es una lección muy
difícil de aprender. 2Lo más que pueden hacer es considerar que su situación es mejor que la de los
demás. 3Y tratan de contentarse porque hay otros que aparentemente sufren más que ellos. 4¡Cuán tristes
y lamentables son semejantes pensamientos! 5Pues, ¿quién puede tener motivos para sentirse agradecido
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si otros no los tienen? 6¿Y quién iba a sufrir menos porque ve que otro sufre más? 7Debes estarle
agradecido únicamente a Aquel que hizo desaparecer todo motivo de sufrimiento del mundo.
2. Es absurdo dar gracias por el sufrimiento. 2Mas es igualmente absurdo no estarle agradecido a Uno que
te ofrece los medios por los cuales todo dolor se cura y todo sufrimiento queda reempla zado por la risa y
la felicidad. 3Ni siquiera los que están parcialmente cuerdos podrían negarse a dar los pasos que Él indica,
ni dejar de seguir el camino que Él les señala a fin de escapar de una prisión que creían que no tenía
salida a la libertad que ahora perciben.
3. Tu hermano es tu "enemigo" porque lo ves como el rival de tu paz: el saqueador que te roba tu dicha y
no te deja nada salvo una negra desesperación, tan amarga e implacable que acaba con toda esperanza.
2Lo único que puedes desear ahora es la venganza. 3Lo único que puedes hacer ahora es tratar de
arrastrarlo a la muerte junto contigo, para que sea tan impotente como tú, y para que en sus ambiciosas
manos quede tan poco como en las tuyas.
4. No le das gracias a Dios porque tu hermano esté más esclavizado que tú, ni tampoco podrías, en tu
sano juicio, enfadarte si él parece ser más libre. 2El amor no hace comparaciones. 3Y la gratitud sólo
puede ser sincera si va acompañada de amor. 4Le damos gracias a Dios nuestro Padre porque todas las
cosas encontrarán su libertad en nosotros. 5Es imposible que algunas puedan liberarse mientras otras
permanecen cautivas. 6Pues, ¿quién puede regatear en nombre del amor?
5. Da gracias, por lo tanto, pero con sinceridad. 2Y deja que en tu gratitud haya cabida para todos los que
se han de escapar contigo: los enfermos, los débiles, los necesitados y los temerosos, así como los que se
lamentan de lo que parece ser una pérdida, los que sienten un aparente dolor y los que pasan frío o hambre y
caminan por el camino del odio y la senda de la muerte. 3Todos ellos te acompañan. 4No nos comparemos con
ellos, pues al hacer eso los separamos en nuestra conciencia de la unidad que compartimos con ellos y que
ellos no pueden sino compartir con nosotros también.
6. Le damos las gracias a nuestro Padre sólo por una cosa: que no estamos separados de ninguna cosa
viviente, y, por lo tanto, somos uno con Él. 2Y nos regocijamos de que jamás puedan hacerse excepciones que
menoscaben nuestra plenitud o inhiban o alteren en modo alguno nuestra función de completar a Aquel que es
en Sí Mismo la compleción. 3Damos gracias por toda cosa viviente, pues, de otra manera, no estaríamos dando
gracias por nada, y estaríamos dejando de reconocer los dones que Dios nos ha dado.
7. Permitamos, entonces, que nuestros hermanos reclinen su fatigada cabeza sobre nuestros hombros y que
descansen por un rato. 2Damos gracias por ellos. 3Pues si podemos dirigirlos a la paz que nosotros mismos
queremos encontrar, el camino quedará por fin libre y franco para nosotros. 4Una puerta ancestral vuelve a girar
libremente; una Palabra -hace tiempo olvidada- resuena de nuevo en nuestra memoria y cobra mayor claridad
al estar nosotros dispuestos a escuchar una vez más.
8. Recorre, pues, con gratitud el camino del amor. 2Pues olvidamos el odio cuando dejamos a un lado las
comparaciones. 3¿Qué podría ser entonces un obstáculo para la paz? 4El temor a Dios por fin es obliterado, y
perdonamos sin hacer comparaciones. 5Y así, no podemos elegir pasar por alto sólo ciertas cosas, mientras
retenemos bajo llave otras que consideramos "pecados". 6Cuando tu perdón sea total tu gratitud lo será
también, pues te darás cuenta de que todas las cosas son acreedoras al derecho a ser amadas por ser
amorosas, incluyendo tu propio ser.
9. Hoy aprendemos a pensar en la gratitud en vez de en la ira, la malicia y la venganza: 2Se nos ha dado todo.
3Si nos negamos a reconocer esto, ello no nos da derecho a sentirnos amargados o a percibirnos como que
estamos en un lugar donde se nos persigue despiadadamente y se nos hostiga sin cesar, o donde se nos
atropella sin la menor consideración por nosotros o por nuestro futuro. 4La gratitud se convierte en el único
pensamiento conque sustituimos estas percepciones descabelladas. 5Dios ha cuidado de nosotros y nos llama
Su Hijo. 6¿Puede haber algo más grande que eso?
10. Nuestra gratitud allanará el camino que nos conduce a Él y acortará la duración de nuestro aprendizaje
mucho más de lo que jamás podrías haber soñado. 2La gratitud y el amor van de la mano, y allí donde uno de
ellos se encuentra, el otro no puede sino estar. 3Pues la gratitud no es sino un aspecto del Amor, que es la
Fuente de toda la creación. 4Dios te da las gracias a ti, Su Hijo, por ser lo que eres: Su Propia compleción y la
Fuente del amor junto con El. 5Tu gratitud hacia Él es la misma que la Suya hacia ti. 6Pues el amor no puede
recorrer ningún camino que no sea el de la gratitud, y ése es el camino que recorremos los que nos
encaminamos hacia Dios.

 

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https://youtu.be/oIA1HgDv1MU

 

LECCION 196 UCDM

 Es únicamente a mí mismo a quien crucifico.
1. Cuando realmente hayas entendido esto, y lo mantengas firmemente en tu conciencia, ya no intentarás
hacerte daño ni hacer de tu cuerpo un esclavo de la venganza. 2No te atacarás a ti mismo, y te darás cuenta
de que atacar a otro es atacarte a ti mismo. 3Te liberarás de la demente creencia de que atacando a tu
hermano te salvas tú. 4Y comprenderás que su seguridad es la tuya, y que al sanar él, tú quedas sanado.
2. Tal vez no entiendas en un principio cómo es posible que la misericordia, que es ilimitada y envuelve todas
las cosas en su segura protección, pueda hallarse en la idea que hoy practicamos. 2De hecho, esta idea puede
parecerte como una señal de que es imposible eludir el castigo, ya que el ego, ante lo que considera una
amenaza, no vacila en citar la verdad para salvaguardar sus mentiras. 3Es incapaz, no obstante, de entender la
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verdad que usa de tal manera. 4Mas tú puedes aprender a detectar estas necias maniobras y negar el
significado que parecen tener.
3. De esta manera le enseñas también a tu mente que no eres un ego. 2Pues las formas con las que el ego
procura distorsionar la verdad ya no te seguirán engañando. 3No creerás que eres un cuerpo que tiene que ser
crucificado. 4Y verás en la idea de hoy la luz de la resurrección, refulgiendo más allá de todos los pensamientos
de crucifixión y muerte hasta los de liberación y vida.
4. La idea de hoy es un paso que nos conduce desde el cautiverio al estado de perfecta libertad. 2Demos este
paso hoy, para poder recorrer rápidamente el camino que nos muestra la salvación, dando cada paso en la
secuencia señalada, a medida que la mente se va desprendiendo de sus lastres uno por uno. 3No necesitamos
tiempo para esto, 4sino únicamente estar dispuestos. 5Pues lo que parece requerir cientos de años puede
lograrse fácilmente -por la gracia de Dios- en un solo instante.
5. El pensamiento desesperante y deprimente de que puedes atacar a otros sin que ello te afecte te ha clavado
a la cruz. 2Tal vez pensaste que era tu salvación. 3Mas sólo representaba la creencia de que el temor a Dios era
real. 4¿Y qué es esto sino el infierno? 5¿Quién que en su corazón no tuviese miedo del infierno podría creer que
su Padre es su enemigo mortal, que se encuentra separado de él y a la espera de destruir su vida y obliterarlo
del universo?
6. Tal es la forma de locura en la que crees, si aceptas el temible pensamiento de que puedes atacar a otro y
quedar tú libre. 2Hasta que esta forma de locura no cambie, no habrá esperanzas. 3Hasta que no te des cuenta
de que, al menos esto, tiene que ser completamente imposible, ¿cómo podría haber escapatoria? 4El temor a
Dios es real para todo aquel que piensa que ese pensamiento es verdad. 5Y no percibirá su insensatez, y ni
siquiera se dará cuenta de que lo abriga, lo cual le permitiría cuestionarlo.
7. Pero incluso para cuestionarlo, su forma tiene primero que cambiar lo suficiente como para que el miedo a
las represalias disminuya y la responsabilidad vuelva en cierta medida a recaer sobre ti. 2Desde ahí podrás
cuando menos considerar si quieres o no seguir adelante por ese doloroso sendero, mientras este cambio no
tenga lugar, no podrás percibir que son únicamente tus pensamientos los que te hacen caer, presa del miedo, y
que tu liberación depende de ti.
8. Si das este paso hoy, los que siguen te resultarán más fáciles. 2A partir de aquí avanzaremos rápidamente,
3pues una vez que entiendas que nada, salvo tus propios pensamientos, te puede hacer daño, el temor a Dios
no podrá sino desaparecer. 4No podrás seguir creyendo entonces que la causa del miedo se encuentra fuera
de ti. 5Y a Dios, a Quien habías pensado desterrar, se le podrá acoger de nuevo en la santa mente que Él
nunca abandonó.
9. El himno de la salvación puede ciertamente oírse en la idea que hoy practicamos. 2Si es únicamente a ti
mismo a quien crucificas, no le has hecho nada al mundo y no tienes que temer su venganza ni su
persecución. 3Tampoco es necesario que te escondas lleno de terror del miedo mortal a Dios que la proyección
oculta tras de sí. 4Lo que más pavor te da es la salvación. 5Eres fuerte, y es fortaleza lo que deseas. 6Eres libre,
y te regocijas de ello. 7Has procurado ser débil y estar cautivo porque tenías miedo de tu fortaleza y de tu
libertad. 8Sin embargo, tu salvación radica en ellas.
10. Hay un instante en que el terror parece apoderarse de tu mente de tal manera que no parece haber la más
mínima esperanza de escape. 2Cuando te das cuenta, de una vez por todas, de que es a ti mismo a quien
temes, la mente se percibe a sí misma dividida. 3Esto se había mantenido oculto mientras creías que el ataque
podía lanzarse fuera de ti y que éste podía devolvérsete desde afuera. 4Parecía ser un enemigo externo al
que tenías que temer. 5Y de esta manera, un dios externo a ti se convirtió en tu enemigo mortal y en la
fuente del miedo.
11. Y ahora, por un instante, percibes dentro de ti a un asesino que ansía tu muerte y que está
comprometido a maquinar castigos contra ti hasta el momento en que por fin pueda acabar contigo. 2No
obstante, en ese mismo instante es el momento en que llega la salvación. 3Pues el temor a Dios ha
desaparecido. 4Y puedes apelar a Él para que te salve de las ilusiones por medio de Su Amor, llamándolo
Padre y, a ti mismo, Su Hijo. 5Reza para que este instante llegue pronto, hoy mismo. 6Aléjate del miedo y
dirígete al amor.
12. No hay un solo Pensamiento de Dios que no vaya contigo para ayudarte a alcanzar ese instante e ir
más allá de él prontamente, con certeza y para siempre. 2Cuando el temor a Dios desaparece, no queda
obstáculo alguno entre la santa paz de Dios y tú. 3¡Cuán benévola y misericordiosa es la idea que hoy
practicamos! 4Acógela gustosamente, como debieras, pues es tu liberación. 5Es a ti a quien tu mente trata
de crucificar. 6Mas tu redención también procederá de ti.

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https://youtu.be/-mOAb74-7Aw

 

LECCION 197 UCDM

 No puede ser sino mi propia gratitud la que me gano.
1. He aquí el segundo paso que damos en el proceso de liberar a tu mente de la creencia en una fuerza
externa enfrentada a la tuya. 2Tratas de ser amable y de perdonar. 3Pero si no recibes muestras de gratitud
procedentes del exterior y las debidas gracias, tus intenciones se convierten de nuevo en ataques. 4Aquel
que recibe tus regalos los tiene que recibir con honor; o de lo contrario, se los quitas. 5Y así, consideras
que los dones de Dios son, en el mejor de los casos, préstamos; y en el peor, engaños que te roban tus
defensas para garantizar que cuando Él dé Su golpe de gracia, éste sea mortal.
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2. ¡Cuán fácilmente confunden a Dios con la culpabilidad los que no saben lo que sus pensamientos
pueden hacer! 2Niega tu fortaleza, y la debilidad se vuelve la salvación para ti. 3Considérate cautivo, y los
barrotes se vuelven tu hogar. 4Y no abandonarás la prisión, ni reivindicarás tu fortaleza mientras creas que
la culpabilidad y la salvación son la misma cosa, y no percibas que la libertad y la salvación son una, con
la fortaleza a su lado, para que las busques y las reivindiques, y para que sean halladas y reconocidas
plenamente.
3. El mundo no puede sino darte las gracias cuando lo liberas de tus ilusiones. 2Mas tú debes darte las
gracias a ti mismo también, pues la liberación del mundo es sólo el reflejo de la tuya propia. 3Tu gratitud es
todo lo que requieren tus regalos para que se conviertan en la ofrenda duradera de un corazón
agradecido, liberado del infierno para siempre. 4¿Es esto lo que quieres impedir cuando decides reclamar
los regalos que diste porque no fueron honrados? 5Eres tú quien debe honrarlos y dar las debidas gracias,
pues eres tú quien ha recibido los regalos.
4. ¿Qué importa si otro piensa que tus regalos no tienen ningún valor? 2Hay una parte en su mente que se
une a la tuya para darte las gracias. 3¿Qué importa si tus regalos parecen haber sido un desperdicio y no
haber servido de nada? 4Se reciben allí donde se dan. 5Mediante tu agradecimiento se aceptan
universalmente, y el Propio Corazón de Dios los reconoce con gratitud. 6¿Se los quitarías cuando Él los ha
aceptado con tanto agradecimiento?
5. Dios bendice cada regalo que le haces, y todo regalo se le hace a Él porque sólo te los puedes hacer a
ti mismo. 2Y lo que le pertenece a Dios no puede sino ser Suyo. 3Pero mientras perdones sólo para volver
a atacar, jamás te darás cuenta de que Sus regalos son seguros, eternos, inalterables e ilimitados; de que
dan perpetuamente, de que extienden amor y de que incrementan tu interminable júbilo.
6. Retira los regalos que has hecho y pensarás que lo que se te ha dado a ti se te ha quitado. 2Mas si
aprendes a dejar que el perdón desvanezca los pecados que crees ver fuera de ti, jamás podrás pensar
que los regalos de Dios son sólo préstamos a corto plazo que Él te arrebatará de nuevo a la hora de tu
muerte. 3Pues la muerte no tendrá entonces ningún significado para ti.
7. Y con el fin de esta creencia, el miedo se acaba también para siempre. 2Dale gracias a tu Ser por esto,
pues Él sólo le está agradecido a Dios, y se da las gracias a Sí Mismo por ti. 3Cristo aún habrá de venir a
todo aquel que vive, pues no hay nadie que no viva y que no se mueva en Él. 4Su Ser descansa seguro en
Su Padre porque la Voluntad de Ambos es una. 5La gratitud que Ambos sienten por todo lo que han creado
es infinita, pues la gratitud sigue siendo parte del amor.
8. Gracias te sean dadas a ti, el santo Hijo de Dios. 2Pues tal como fuiste creado, albergas dentro de tu
Ser todas las cosas. 3Y aún eres tal como Dios te creó. 4No puedes atenuar la luz de tu perfección. 5En tu
corazón se encuentra el Corazón de Dios Mismo. 6Él te aprecia porque tú eres Él. 7Eres digno de toda
gratitud por razón de lo que eres.
9. Da gracias según las recibes. 2No abrigues ningún sentimiento de ingratitud hacia nadie que complete tu
Ser. 3Y nadie está excluido de ese Ser. 4Da gracias por los incontables canales que extienden ese Ser.
5Todo lo que haces se le da a Él. 6Lo único que piensas son Sus Pensamientos, ya que compartes con Él
los santos Pensamientos de Dios. 7Gánate ahora la gratitud que te negaste al olvidar la función que Dios
te dio. 8Pero nunca pienses que Él ha dejado de darte las gracias a ti.

 

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https://youtu.be/q0-_hm85WWM

 

LECCION 198 UCDM

 Sólo mi propia condenación me hace daño.
1. El daño es imposible. 2Y, sin embargo, las ilusiones forjan más ilusiones. 3Si puedes condenar, se te
puede hacer daño. 4Pues habrás creído que puedes hacer daño, y el derecho que te prescribes puede
ahora usarse contra ti, hasta que renuncies a él por ser algo sin valor, indeseable e irreal. 5La ilusión
dejará entonces de tener efectos,. y aquellos que parecía tener quedarán anulados. 6Entonces serás libre,
pues la libertad es tu regalo, y ahora puedes recibir el regalo que has dado.
2. Condena y te vuelves un prisionero. 2Perdona y te liberas. 3Ésta es la ley que rige a la percepción. 4No
es una ley que el conocimiento entienda, pues la libertad es parte del conocimiento. 5Por lo tanto,
condenar es en realidad imposible. 6Lo que parece ser su influencia y sus efectos jamás tuvieron lugar en
absoluto. 7No obstante, tenemos que lidiar con ellos por un tiempo como si en realidad hubiesen tenido
lugar. 8Las ilusiones forjan más ilusiones. 9Excepto una: 10Pues el perdón es la ilusión que constituye la
respuesta a todas las demás ilusiones.
3. El perdón desvanece todos los demás sueños, y aunque en sí es un sueño, no da lugar a más sueños.
2Todas las ilusiones, salvo ésta, no pueden sino multiplicarse de mil en mil. 3Pero con ésta, a todas las
demás les llega su fin. 4El perdón representa el fin de todos los sueños, ya que es el sueño del despertar.
5No es en sí la verdad. 6No obstante, apunta hacia donde ésta se encuentra, y provee dirección con la
certeza de Dios Mismo. 7Es un sueño en el que el Hijo de Dios despierta a su Ser y a su Padre, sabiendo
que Ambos son uno.
4. El perdón es el único camino que te conduce más allá del desastre, del sufrimiento y, finalmente, de la
muerte. 2¿Cómo podría haber otro camino cuando éste es el plan de Dios? 3¿Y por qué combatirlo,
oponerse a él, hallarle mil faltas y buscar mil otras alternativas?
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5. ¿No sería más sabio alegrarte de tener en tus manos la respuesta a tus problemas? 2¿No sería más
inteligente darle gracias a Aquel que te ofrece la salvación y aceptar Su regalo con gratitud? 3¿Y no sería
muestra de bondad para contigo mismo oír Su Voz y aprender las sencillas lecciones que Él desea
enseñarte en lugar de tratar de ignorar Sus palabras y sustituirlas por las tuyas?
6. Sus palabras darán resultado. 2Sus palabras salvarán. 3En Sus palabras yace toda la esperanza,
bendición y dicha que jamás se pueda encontrar en esta tierra. 4Sus palabras proceden de Dios, y te
llegan con el amor del Cielo impreso en ellas. 5Los que oyen Sus palabras han oído el himno del Cielo.
6Pues éstas son las palabras en las que todas las demás por fin se funden en una sola. 7Y al desaparecer
ésta, la Palabra de Dios viene a ocupar su lugar, pues entonces será recordada y amada.
7. En este mundo parece haber diversos escondrijos donde la piedad no tiene sentido y, el ataque parece
estar justificado. 2Mas todos son uno: un lugar donde la muerte es la ofrenda que se le hace al Hijo de
Dios así como a su Padre. 3Tal vez pienses que Ellos la han aceptado. 4Mas si miras de nuevo allí donde
antes contemplaste Su sangre, percibirás en su lugar un milagro. 5¡Qué absurdo creer que Ellos podían
morir! 6¡Qué absurdo creer que podías atacar! 7¡Qué locura pensar que podías ser condenado y que el
santo Hijo de Dios podía morir!
8. La quietud de tu Ser permanece impasible y no se ve afectada por semejantes pensamientos ni se
percata de ninguna condenación que pudiera requerir perdón. 2Pues los sueños, sea cual fuere su clase,
son algo ajeno y extraño a la verdad. 3¿Y qué otra cosa, sino la verdad, podría contener un Pensamiento
que edifica un puente hasta ella misma para transportar las ilusiones al otro lado?
9. Nuestras prácticas de hoy consisten en dejar que la libertad venga a establecer su morada en ti. 2La
verdad deposita estas palabras en tu mente, para que puedas encontrar la llave de la luz y permitir que a
la oscuridad le llegue su fin:
3Sólo mi propia condenación me hace daño. 4Sólo mi propio perdón me puede liberar.
5No olvides hoy que toda forma de sufrimiento oculta algún pensamiento que niega el perdón. 6Y que el
perdón puede sanar toda forma de dolor.
10. Acepta la única ilusión que proclama que en el Hijo de Dios no hay condenación, y el Cielo será
recordado instantáneamente, el mundo quedará olvidado y todas sus absurdas creencias quedarán
olvidadas junto con él, conforme la faz de Cristo aparezca por fin sin velo alguno en este sueño de perdón.
2Éste es el regalo que el Espíritu Santo te ofrece de parte de Dios tu Padre. 3Deja que el día de hoy sea
celebrado tanto en la tierra como en tu santo hogar. 4Sé benévolo con ambos, al perdonar las ofensas de
las que pensaste que eran culpables, y ve tu inocencia irradiando sobre ti desde la faz de Cristo.
11. Ahora el silencio se extiende por todo el mundo. 2Ahora hay quietud allí donde antes había una
frenética avalancha de pensamientos sin sentido. 3Ahora hay una serena luz sobre la faz de la tierra, que
reposa tranquila en un dormir desprovisto de sueños. 4Y ahora lo único que queda en ella es la Palabra de
Dios. 5Sólo eso puede percibirse por un instante más. 6Luego, los símbolos pasarán al olvido, y todo lo que
jamás creíste haber hecho desaparecerá por completo de la mente que Dios reconoce para siempre como
Su único Hijo.
12. En él no hay condenación. 2Es perfecto en su santidad. 3No necesita pensamientos de misericordia.
4¿Qué regalos se le pueden hacer cuando todo es suyo? 5¿A quién podría ocurrírsele ofrecer perdón al
Hijo de la Impecabilidad Misma, tan semejante a Aquel de Quien es Hijo, que contemplar al Hijo significa
dejar de percibir y únicamente conocer al Padre? 6En esta visión del Hijo, tan fugaz que ni siquiera un
instante media entre este singular panorama y la intemporalidad misma, contemplas la visión de ti mismo,
y luego desapareces para siempre en Dios.
13. Hoy nos aproximamos todavía más al final de todo lo que aún pretende interponerse entre esta visión
y nuestra vista. 2Nos sentimos dichosos de haber llegado tan lejos, y reconocemos que Aquel que nos trajo
hasta aquí no nos abandonará ahora. 3Pues nos quiere dar hoy el regalo que Dios nos ha dado a través de
Él. 4Éste es el momento de tu liberación. 5Ha llegado el momento. 6Ha llegado hoy.

 

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https://youtu.be/OfSMm2Nj0bU

 

LECCION 199 UCDM

 No soy un cuerpo. Soy libre.
1. No podrás ser libre mientras te percibas a ti mismo como un cuerpo. 2El cuerpo es un límite. 3El que
busca su libertad en un cuerpo la busca donde ésta no se puede hallar. 4La mente puede ser liberada
cuando deja de verse a sí misma como que está dentro de un cuerpo, firmemente atada a él y amparada
por su presencia. 5Si esto fuese cierto, la mente sería en verdad vulnerable.
2. La mente que está al servicio del Espíritu Santo es ilimitada para siempre y desde cualquier punto de
vista, transciende las leyes del tiempo y del espacio; está libre de ideas preconcebidas y dispone de la
fortaleza y del poder necesarios para hacer cualquier cosa que se le pida. 2Los pensamientos de ataque
no pueden entrar en una mente así, toda vez que ha sido entregada a la Fuente del amor, y el miedo no
puede infiltrarse en una mente que se ha unido al amor. 3Dicha mente descansa en Dios. 4¿Y quién que
viva en la Inocencia sin hacer otra cosa que amar podría tener miedo?
3. Es esencial para tu progreso en este curso que aceptes la idea de hoy y que la tengas en gran estima.
2No te preocupes si al ego le parece completamente descabellada. 3El ego tiene en gran estima al cuerpo
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porque mora en él, y no puede sino vivir unido al hogar que ha construido. 4Es una de las partes de la
ilusión que ha ayudado a mantener oculto el hecho de que él mismo es algo ilusorio.
4. Ahí se esconde y ahí se le puede ver como lo que es. 2Declara tu inocencia y te liberas. 3El cuerpo
desaparece al no tener tú ninguna necesidad de él, excepto la que el Espíritu Santo ve en él. 4A tal fin, el
cuerpo se percibirá como una forma útil para lo que la mente tiene que hacer. 5De este modo se convierte
en un vehículo de ayuda para que el perdón se extienda hasta la meta todo abarcadora que debe alcanzar,
de acuerdo con el plan de Dios.
5. Ten en gran estima la idea de hoy, y ponla en práctica hoy y cada día. 2Haz que pase a formar parte de
cada sesión de práctica que lleves a cabo. 3No hay pensamiento cuyo poder de ayudar no aumente con
esta idea, ni ninguno que de esta manera no adquiera regalos adicionales para ti. 4Con esta idea hacemos
resonar la llamada a la liberación por todo el mundo. 5¿Y estarías acaso tú excluido de los regalos que
haces?
6. El Espíritu Santo es el hogar de las mentes que buscan la liber tad. 2En Él han encontrado lo que
buscaban. 3El propósito del cuerpo deja de ser ahora ambiguo. 4Y su capacidad de servir un objetivo
indiviso se vuelve perfecta. 5Y en respuesta libre de conflicto e inequívoca a la mente que sólo tiene como
objetivo el pensamiento de libertad, el cuerpo sirve su propósito y lo sirve perfectamente. 6Al no poder
esclavizar, se vuelve un digno servidor de la libertad que la mente que mora en el Espíritu Santo persigue.
7. Sé libre hoy. 2Y da el regalo de libertad a todos aquellos que creen estar esclavizados en el interior de
un cuerpo. 3Sé libre, de modo que el Espíritu Santo se pueda valer de tu liberación de la esclavitud y poner
en libertad a los muchos que se perciben a sí mismos encadenados, indefensos y atemorizados. 4Permite
que el amor reemplace sus miedos a través de ti. 5Acepta la salvación ahora, y entrégale tu mente a Aquel
que te exhorta a que le hagas este regalo. 6Pues Él quiere darte perfecta libertad, perfecta dicha, así como
una esperanza que alcanza su plena realización en Dios.
8. Tú eres el Hijo de Dios. 2Vives en la inmortalidad para siempre. 3¿No te gustaría retornar tu mente a
esto? 4Practica entonces debidamente el pensamiento que el Espíritu Santo te da para el día de hoy. 5En
él tus hermanos y tú os alzáis liberados; el mundo es bendecido junto contigo; el Hijo de Dios no volverá a
llorar y el Cielo te da las gracias por el aumento de gozo que tu práctica le proporciona incluso a él. 6Dios
Mismo extiende Su amor y felicidad cada vez que dices:
7No soy un cuerpo. 8Soy libre. 9Oigo la Voz que Dios me ha dado, y es sólo esa Voz la que mi mente
obedece.

 

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https://youtu.be/yZfNN6Al4y4

 

LECCION 200 UCDM

 No hay más paz que la paz de Dios.
1.Deja de buscar. 2No hallarás otra paz que la paz de Dios. 3Acepta este hecho y te evitarás la agonía de
sufrir aún más amargos desengaños, o de verte invadido por una sombría desesperación y una gélida
sensación de desesperanza y de duda. 4Deja de buscar. 5No puedes hallar otra cosa que la paz de Dios, a
no ser que lo que busques sea infelicidad y dolor.
2. Este es el punto final al que en última instancia todo el mundo tiene que llegar para dejar de lado toda
esperanza de hallar felicidad allí donde no la hay; de ser salvado por lo que tan sólo puede causar dolor; y
de hacer paz del caos, dicha del dolor y Cielo del infierno. 2No sigas tratando de ganar por medio de la
pérdida ni de morir para vivir. 3Pues no estarás sino pidiendo la derrota.
3. No obstante, con la misma facilidad puedes pedir amor, felicidad y vida eterna en una paz que no tiene
fin. 2Pide esto, y sólo puedes ganar. 3Pedir lo que ya tienes te lleva al éxito. 4Pedir que lo que es falso sea
verdadero sólo puede conducir al fracaso. 5Perdónate a ti mismo tus vanas imaginaciones y deja de buscar
lo que no puedes encontrar. 6Pues, ¿qué podría ser más absurdo que buscar el infierno una y otra vez
cuando no tienes más que abrir los ojos y mirar para darte cuenta de que el Cielo se encuentra ante ti,
allende el umbral de una puerta que se abre fácilmente para darte la bienvenida?
4. Regresa a casa. 2Jamás encontraste felicidad en lugares extraños, ni en formas que te son ajenas y
que no tienen ningún significado para ti, si bien trataste de que lo tuvieran. 3No te corresponde estar en
este mundo. 4Aquí eres un extraño. 5Pero te es dado encontrar los medios a través de los cuales el mundo
deja de parecer una prisión o una cárcel para nadie.
5. Se te concede la libertad allí donde no veías más que cadenas y puertas de hierro. 2Mas si quieres
hallar escapatoria tienes que cambiar de parecer con respecto al propósito del mundo. 3Permanecerás
encadenado hasta que veas el mundo como un lugar bendito, liberes de tus errores a cada hermano y lo
honres tal como es. 4Tú no lo creaste, así como tampoco te creaste a ti mismo. 5Y al liberar a uno, el otro
es aceptado tal como es.
6. ¿Qué función tiene el perdón? 2En realidad no tiene ninguna, ni hace nada, 3pues es desconocido en el
Cielo. 4Es sólo en el infierno donde se le necesita y donde tiene una formidable función que desempeñar.
5¿No es acaso un propósito loable ayudar al bienamado Hijo de Dios a escapar de los sueños de maldad,
que aunque son sólo fabricaciones suyas, él cree que son reales? 6¿Quién podría aspirar a más, mientras
parezca que hay que elegir entre el éxito y el fracaso, entre el amor y el miedo?
7. No hay más paz que la paz de Dios porque Él sólo tiene un Hijo, que no puede construir un mundo en
oposición a la Voluntad de su Padre o a la suya propia, la cual es la misma que la de Él. 2¿Qué podría
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esperar encontrar en semejante mundo? 3Este no puede ser real, ya que nunca fue creado. 4¿Es acaso
ahí adonde iría en busca de paz? 5¿O bien tiene que darse cuenta de que tal como él ve el mundo, éste
sólo puede engañar? 6Puede aprender, no obstante, a verlo de otra manera y encontrar la paz de Dios.
8. La paz es el puente que todos habrán de cruzar para dejar atrás este mundo. 2Pero se empieza a tener
paz en él cuando se le percibe de otra manera, y esta nueva percepción nos conduce hasta las puertas del
Cielo y lo que yace tras ellas. 3La paz es la respuesta a las metas conflictivas, a las jornadas insensatas, a
las búsquedas vanas y frenéticas y a los empeños sin sentido. 4Ahora el camino es fácil, y nos conduce
por una ligera pendiente hasta el puente donde la libertad yace dentro de la paz de Dios.
9. No volvamos a perder el rumbo hoy. 2Nos dirigimos al Cielo, y el camino es recto. 3Sólo si procuramos
desviarnos podemos retrasarnos y perder el tiempo innecesariamente por escabrosas veredas. 4Sólo Dios
es seguro, y Él guiará nuestros pasos. 5Él no abandonará a Su Hijo necesitado, ni permitirá que se
extravíe para siempre de su hogar. 6El Padre llama; el Hijo le oirá. 7Y eso es todo lo que hay con respecto
a lo que parece ser un mundo separado de Dios, en el que los cuerpos son reales.
10. Ahora reina el silencio. 2Deja de buscar. 3Has llegado a donde el camino está alfombrado con las hojas
de los falsos deseos que antes anhelabas, caídas ahora de los árboles de la desesperanza. 4Ahora se
encuentran bajo tus pies. 5Y tú levantas la mirada y miras al Cielo con los ojos del cuerpo, que ahora te
sirven sólo por un instante más. 6Por fin la paz ha sido reconocida, y tú puedes sentir como su tierno
abrazo envuelve tu corazón y tu mente con consuelo y amor.
11. Hoy no buscamos ídolos. 2La paz no se puede encontrar en ellos. 3La paz de Dios es nuestra, y no
habremos de aceptar o querer nada más. 4¡Que la paz sea con nosotros hoy! 5Pues hemos encontrado
una manera sencilla y grata de abandonar el mundo de la ambigüedad; y de reemplazar nuestros objetivos
cambiantes por un solo propósito, y nuestros sueños solitarios por compañe rismo. 6Pues la paz es unión,
si procede de Dios. 7Hemos abandonado toda búsqueda. 8Nos encontramos muy cerca de nuestro hogar, y
nos acercamos aún más a él cada vez que decimos:
9No hay más paz que la paz de Dios, y estoy contento y agradecido de que así sea.

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https://youtu.be/SpXr2DvOXPQ