Un curso de milagros 141-160
UN CURSO DE MILAGROS APLICADO A LA CODEPENDENCIA
LECCIÓN 141 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(121) El perdón es la llave de la felicidad.
(122) El perdón me ofrece todo lo que deseo.
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LECCION 142 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(123) Gracias Padre por los regalos que me has concedido.
(124) Que no me olvide de que soy uno con Dios
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LECCION 143 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(125) En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.
109(126) Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy
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LECCION 144 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(127) No hay otro amor que el de Dios.
(128) En el mundo que veo no hay nada que yo desee.
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LECCION 145 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(129) Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
(130) Es imposible ver dos mundos.
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LECCION 146 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(131) Nadie que realmente se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
(132) Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era.
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LECCIÓN 147 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(133) No le daré ningún valor a lo que no lo tiene.
(134) Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.
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LECCION 148 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(135) Si me defiendo he sido atacado.
(136) La enfermedad es una defensa contra la verdad
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LECCIÓN 149 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(137) Cuando me curo no soy el único que se cura.
(138) El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.
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LECCIÓN 150 UCDM
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(139) Aceptaré la Expiación para mí mismo.
(140) La salvación es lo único que cura.
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LECCIÓN 151 UCDM
Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios.
1. Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales. 2Eso no es juzgar. 3Es simplemente una opinión
basada en la ignorancia y en la duda. 4Su aparente certeza no es sino una capa con la que pretende
ocultar la incertidumbre. 5Necesita una defensa irracional porque es irracional. 6Y la defensa que presenta
parece ser muy sólida y convincente, y estar libre de toda duda debido a todas las dudas subyacentes.
2. No pareces poner en tela de juicio el mundo que ves. 2No cuestionas realmente lo que te muestran los
ojos del cuerpo. 3Tampoco te preguntas por qué crees en ello, a pesar de que hace mucho tiempo que te
diste cuenta de que los sentidos engañan. 4El que creas lo que te muestran hasta el último detalle es
todavía más extraño si te detienes a pensar con cuánta frecuencia su testimonio ha sido erróneo. 5¿Por
qué confías en ellos tan ciegamente? 6¿No será por la duda subyacente que deseas ocultar tras un alarde
de certeza?
3. ¿Cómo ibas a poder juzgar? 2Tus juicios se basan en el testimonio que te ofrecen los sentidos. 3No
obstante, jamás hubo testimonio más falso que ése. 4Mas ¿de qué otra manera excepto ésa, juzgas al
mundo que ves? 5Tienes una fe ciega en lo que tus ojos y tus oídos te informan. 6Crees que lo que tus
dedos tocan es real y que lo que encierran en su puño es la verdad. 7Esto es lo que entiendes, y lo que
consideras más real que aquello de lo que da testimonio la eterna Voz que habla por Dios Mismo.
4. ¿A eso es a lo que llamas juzgar? 2Se te ha exhortado en muchas ocasiones a que te abstengas de
juzgar, mas no porque sea un derecho que se te quiera negar. 3No puedes juzgar. 4Lo único que puedes
110hacer es creer en los juicios del ego, los cuales son todos falsos. 5El ego dirige tus sentidos celosamente,
para probarte cuán débil eres, cuán indefenso y temeroso, cuán aprehensivo del justo castigo, cuán
ennegrecido por el pecado y cuán miserable por razón de tu culpabilidad.
5. El ego te dice que esa cosa de la que él te habla, y que defendería a toda costa, es lo que tú eres. 2Y tú
te lo crees sin ninguna sombra de duda. 3Mas debajo de todo ello yace oculta la duda de que él mismo no
cree en lo que con tanta convicción te presenta como la realidad. 4Es únicamente a sí mismo a quien
condena. 5Es en sí mismo donde ve culpabilidad. 6Es su propia desesperación lo que ve en ti.
6. No prestes oídos a su voz. 2Los testigos que te envía para probarte que su propia maldad es la tuya, y
que hablan con certeza de lo que no saben, son falsos. 3Confías en ellos ciegamente porque no quieres
compartir las dudas que su amo y señor no puede eliminar por completo. 4Crees que dudar de sus vasallos
es dudar de ti mismo.
7. Sin embargo, tienes que aprender a dudar de que las pruebas que ellos te presentan puedan despejar
el camino que te lleva a reconocerte a ti mismo, y dejar que la Voz que habla por Dios sea el único juez de
lo que es digno que tú creas. 2Él no te dirá que debes juzgar a tu hermano basándote en lo que tus ojos
ven en él, ni en lo que la boca de su cuerpo le dice a tus oídos o en lo que el tacto de tus dedos te informa
acerca de él. 3Él ignora todos esos testigos, los cuales no hacen sino dar falso testimonio del Hijo de Dios.
4Él reconoce sólo lo que Dios ama, y en la santa luz de lo que Él ve todos los sueños del ego con respecto
a lo que tú eres se desvanecen ante el esplendor que Él contempla.
8. Deja que Él sea el Juez de lo que eres, pues en Su certeza la duda no tiene cabida, ya que descansa
en una Certeza tan grande que ante Su faz dudar no tiene sentido. 2Cristo no puede dudar de Sí Mismo.
3La Voz que habla por Dios puede tan sólo honrarle y deleitarse en Su perfecta y eterna impecabilidad.
4Aquel a quien Él ha juzgado no puede sino reírse de la culpabilidad, al no estar dispuesto ya a seguir
jugando con los juguetes del pecado, ni a hacerle caso a los testigos del cuerpo al encontrarse extático
ante la santa faz de Cristo.
9. Así es como Él te juzga. 2Acepta Su Palabra con respecto a lo que eres, pues Él da testimonio de la
belleza de tu creación y de la Mente Cuyo Pensamiento creó tu realidad. 3¿Qué importancia puede tener
el cuerpo para Aquel que conoce la gloria del Padre y la del Hijo? 4¿Podrían acaso los murmullos del ego
llegar hasta Él? 5¿Qué podría convencerle de que tus pecados son reales? 6Deja asimismo que Él sea el
Juez de todo lo que parece acontecerte en este mundo. 7Sus lecciones te permitirán cerrar la brecha entre
las ilusiones y la verdad.
10. Él eliminará todo vestigio de fe que hayas depositado en el dolor, los desastres, el sufrimiento y la
pérdida. 2Él te concede una visión que puede ver más allá de estas sombrías apariencias y contemplar la
dulce faz de Cristo en todas ellas. 3Ya no volverás a dudar de que lo único que te puede acontecer a ti a
quien Dios ama, son cosas buenas, pues Él juzgará todos los acontecimientos y te enseñará la única
lección que todos ellos encierran.
11. Él seleccionará los elementos en ellos que representan la verdad, e ignorará aquellos aspectos que
sólo reflejan sueños fútiles. 2Y re-interpretará desde el único marco de referencia que tiene, el cual es
absolutamente íntegro y seguro, todo lo que veas, todos los acontecimientos, circunstancias y sucesos
que de una manera u otra parezcan afectarte. 3Y verás el amor que se encuentra más allá del odio, la
inmutabilidad en medio del cambio, lo puro en el pecado y, sobre el mundo, únicamente la bendición del
Cielo.
12. Tal es tu resurrección, pues tu vida no forma parte de nada de lo que ves. 2Tu vida tiene lugar más allá
del cuerpo y del mundo, más allá de todos los testigos de lo profano, dentro de lo Santo, y es tan santa
como Ello Mismo. 3En todo el mundo y en todas las cosas Su Voz no te hablará más que de tu Creador y
de tu Ser, el Cual es uno con Él. 4Así es como verás la santa faz de Cristo en todo, y como oirás en ello el
eco de la Voz de Dios.
13. Hoy practicaremos sin palabras, excepto al principio del período que pasamos con Dios.
2
Introduciremos estos momentos con una repetición lenta del pensamiento con el que comienza el día.
3Después observaremos nuestros pensamientos, apelando silenciosamente a Aquel que ve los elementos
que son verdad en ellos. 4Deja que Él evalúe todos los pensamientos que te vengan a la mente, que
elimine de ellos los elementos de sueño y que te los devuelva en forma de ideas puras que no contradicen
la Voluntad de Dios.
14. Ofrécele tus pensamientos, y Él te los devolverá en forma de milagros que proclaman jubilosamente la
plenitud y la felicidad que como prueba de Su Amor eterno Dios dispone para Su Hijo. 2Y a medida que
cada pensamiento sea así transformado, asumirá el poder curativo de la Mente que vio la verdad en él y
no se dejó engañar por lo que había sido añadido falsamente. 3Todo vestigio de fantasía ha desaparecido.
4Y lo que queda se unifica en un Pensamiento perfecto que ofrece su perfección por doquier.
15. Pasa así quince minutos al despertar, y dedica gustosamente quince más antes de irte a dormir. 2Tu
ministerio dará comienzo cuando todos tus pensamientos hayan sido purificados. 3Así es como se te
enseña a enseñarle al Hijo de Dios la santa lección de su santidad. 4Nadie puede dejar de escuchar
cuando tú oyes la Voz que habla por Dios rendirle honor al Hijo de Dios. 5Y todos compartirán contigo los
pensamientos que Él ha re-interpretado en tu mente.
16. Tal es tu Pascua. 2Y de esa manera depositas sobre el mundo la ofrenda de azucenas blancas como la
nieve que reemplaza a los testigos del pecado y de la muerte. 3Mediante tu transfiguración el mundo se
111redime y se le libera jubilosamente de la culpabilidad. 4Ahora elevamos nuestras mentes resurrectas llenos
de gozo y agradecimiento hacia Aquel que nos restituyó la cordura.
17. Y recordaremos cada hora a Aquel que es la salvación y la liberación. 2Y según damos las gracias, el
mundo se une a nosotros y acepta felizmente nuestros santos pensamientos, que el Cielo ha corregido y
purificado. 3Ahora por fin ha comenzado nuestro ministerio, para llevar alrededor del mundo las buenas
nuevas de que en la verdad no hay ilusiones, y de que, por mediación nuestra, la paz de Dios les
pertenece a todos.
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LECCION 152 UCDM
Tengo el poder de decidir.
1. Nadie puede sufrir pérdida alguna a menos que ésa haya sido su propia decisión. 2Nadie sufre dolor
salvo cuando él mismo así lo decide. 3Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo a
menos que eso sea lo que desea. 4Y nadie muere sin su propio consentimiento. 5
Jamás ocurre nada que
no sea una representación de tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges. 6He aquí tu mundo,
completo hasta el más ínfimo detalle. 7He aquí toda la realidad que tiene para ti. 8Mas es sólo ahí donde
se encuentra la salvación.
2. Tal vez creas que ésta es una postura extrema o demasiado abarcadora para poder ser verdad. 2Mas
¿podría la verdad hacer excepciones? 3Si se te ha dado todo, ¿cómo podría ser real perder? 4¿Puede
acaso el dolor ser parte de la paz, o el pesar de la dicha? 5¿Cómo podrían el miedo y la enfermedad
adentrarse en una mente en la que moran el amor y la santidad perfecta? 6La verdad tiene que abarcarlo
todo, si es que es la verdad. 7No aceptes opuestos ni excepciones, pues hacer eso es contradecir la
verdad.
3. La salvación es el reconocimiento de que la verdad es verdad, y de que nada más lo es. 2Has oído esto
antes, pero puede que todavía no hayas aceptado ambas partes de la aseveración. 3Sin la primera, la
segunda no tiene sentido. 4Pero sin la segunda, la primera deja de ser verdad. 5La verdad no puede tener
opuestos. 6No se puede hacer suficiente hincapié en esto o pensar en ello con demasiada frecuencia.
7Pues si lo que no es verdad fuese tan cierto como lo que es verdad, entonces parte de la verdad sería
falsa 8
y la verdad dejaría de tener significado. 9Sólo la verdad es verdad, y lo que es falso, falso es.
4. Ésta es la más simple de las distinciones, si bien, la más ambigua. 2Mas no porque sea una distinción
difícil de percibir, 3
sino porque se halla oculta tras una amplia gama de opciones que no parecen proceder
enteramente de ti. 4Y así, la verdad parece tener algunos aspectos que ponen en entredicho su
consistencia, si bien no parecen ser contradicciones que tú mismo hayas introducido.
5. Tal como Dios te creó, tú no puedes sino seguir siendo inmutable; y los estados transitorios son, por
definición, falsos. 2Eso incluye cualquier cambio en tus sentimientos, cualquier alteración de las
condiciones de tu cuerpo o de tu mente; así como cualquier cambio de conciencia o de tus reacciones.
3Esta condición de abarcamiento total es lo que distingue a la verdad de la mentira, y lo que mantiene a lo
falso separado de la verdad, y como lo que es.
6. ¿No es acaso extraño que consideres arrogante pensar que fuiste tú quien fabricó el mundo que ves?
2Dios no lo creó. 3De eso puedes estar seguro. 4¿Qué puede saber Él de lo efímero, del pecado o de la
culpabilidad? a¿Qué puede saber de los temerosos, de los que sufren y de los solitarios; o de la mente que
vive dentro de un cuerpo condenado a morir? 5Pensar que Él ha creado un mundo en el que tales cosas
parecen ser reales es acusarlo de demente. 6Él no está loco. 7Sin embargo, sólo la locura da lugar a
semejante mundo.
7. Pensar que Dios creó el caos, que contradice Su Propia Voluntad, que inventó opuestos a la verdad y
que le permite a la muerte triunfar sobre la vida es arrogancia. 2La humildad se daría cuenta de inmediato
de que estas cosas no proceden de Él. 3¿Y sería posible acaso ver lo que Dios no creó? 4Pensar que
puedes, es creer que puedes percibir lo que la Voluntad de Dios no dispuso que existiera. 5¿Y qué podría
ser más arrogante que eso?
8. Seamos hoy verdaderamente humildes y aceptemos lo que hemos hecho tal como es. 2Tenemos el
poder de decidir. 3Decide únicamente aceptar el papel que te corresponde como co-creador del universo, y
todo eso que crees haber fabricado desaparecerá. 4Lo que entonces emergerá en tu conciencia será todo
lo que siempre ha estado ahí, lo cual ha sido eternamente como es ahora. 5Y entonces pasará a ocupar el
lugar de los auto-engaños que inventaste a fin de usurpar el altar del Padre y del Hijo.
9. Hoy vamos a practicar la verdadera humildad, abandonando la falsa pretensión con la que el ego
intenta probar que la humildad es arrogancia. 2Sólo el ego puede ser arrogante. 3Pero la verdad es
humilde, puesto que reconoce su propio poder, su inmutabilidad y su eterna plenitud, totalmente
abarcadora, la cual es el regalo perfecto que Dios le hace a Su Hijo amado. 4Dejaremos a un lado la
arrogancia, que afirma que somos pecadores, culpables, temerosos y que estamos avergonzados de lo
que somos; y en lugar de ello, elevaremos nuestros corazones con verdadera humildad hasta Aquel que
nos creó inmaculados y semejantes a Él en poder y en amor.
10. Tenemos el poder de decidir. 2Y aceptamos de Él aquello que somos, y reconocemos humildemente al
Hijo de Dios. 3Reconocer al Hijo de Dios implica asimismo que hemos dejado a un lado todos los
conceptos acerca de nosotros mismos y que hemos reconocido su falsedad. 4También hemos percibido su
112arrogancia. 5Y con humildad aceptamos jubilosamente como nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su
mansedumbre, su perfecta pureza, el Amor de su Padre, así como su derecho al Cielo y a liberarse del
infierno.
11. Ahora nos unimos en gozoso reconocimiento de que las mentiras son falsas y de que sólo la verdad es
verdad. 2Al levantarnos pensaremos únicamente en la verdad, y pasaremos cinco minutos practicando sus
caminos, alentando a nuestras temerosas mentes con lo siguiente:
3Tengo el poder de decidir.
4Hoy me aceptaré a mí mismo tal como la Voluntad de mi Padre dispuso que yo
fuese.
5Luego aguardaremos en silencio, abandonando todo auto-engaño, según le pedimos humildemente a
nuestro Ser que se revele ante nosotros. 6Y Aquel que nunca nos abandonó volverá de nuevo a nuestra
conciencia, agradecido de poder devolverle a Dios Su morada, tal como siempre debió ser.
12. Espéralo pacientemente hoy, e invítalo cada hora con las palabras con las que diste comienzo al día,
el cual se debe concluir con esa misma invitación a tu Ser. 2La Voz de Dios te contestará, pues Él habla en
tu nombre y en el de tu Padre. 3Él sustituirá todos tus frenéticos pensamientos por la paz de Dios, los autoengaños por la verdad de Dios y tus ilusiones acerca de ti mismo por el Hijo de Dios.
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LECCION 153 UCDM
En mi indefensión radica mi seguridad.
1 . Tú que te sientes amenazado por este mundo cambiante, por sus cambios de fortuna y amargas
ironías, por sus fugaces relaciones y por todos los "regalos" que únicamente te presta para más tarde
arrebatártelos, presta mucha atención a lo que aquí decimos. 2El mundo no ofrece ninguna seguridad.
3Está arraigado en el ataque. aY todos los "regalos" que aparentemente ofrecen seguridad no son más que
engaños. 4El mundo no hace sino atacar una y otra vez. 5Es imposible gozar de paz mental allí donde el
peligro acecha de ese modo.
2 . El mundo no puede sino ponerte a la defensiva. 2Pues la amenaza produce ira, y la ira hace que el
ataque parezca razonable, que ha sido honestamente provocado y que está justificado por haber sido en
defensa propia. 3Una actitud defensiva, no obstante, supone una doble amenaza. 4Pues da testimonio de
la debilidad, y establece un sistema de defensas que simplemente no es viable. 5Ahora los débiles se
debilitan aún más, pues hay traición afuera y una traición todavía mayor adentro. 6La mente se halla ahora
confusa, y no sabe adónde dirigirse para poder escapar de sus propias imaginaciones.
3 . Es como si estuviera encerrada dentro de un círculo, dentro del cual otro círculo la atenaza, y dentro
de ése, otro más, hasta que finalmente pierde toda esperanza de poder escapar. 2Los ciclos de ataque y
defensa, y de defensa y ataque, convierten las horas y los días en los círculos que atenazan a la mente
como gruesos anillos de acero reforzado, los cuales retornan, mas sólo para iniciar todo el proceso de
nuevo. 3No parece haber respiro ni final para este aprisionamiento que atenaza cada vez más a la mente.
4 . El precio de las defensas es el más alto de los que exige el ego. 2La locura que reina en ellas es tan
aguda que la esperanza de recobrar la cordura parece ser sólo un sueño fútil y encontrarse más allá de lo
que es posible. 3La sensación de amenaza que el mundo fomenta es mucho más profunda, y sobrepasa
en tal manera cualquier intensidad o frenesí que jamás te hayas podido imaginar, que no tienes idea de
toda la devastación que ello ha ocasionado.
5 . Tú eres su esclavo. 2No sabes lo que haces del miedo que le tienes. 3Tú que sientes su mano de hierro
atenazándote el corazón, no entiendes lo mucho que has tenido que sacrificar. 4No te das cuenta de cómo
has saboteado la santa paz de Dios con tu actitud defensiva. 5Pues ves al Hijo de Dios como víctima del
ataque de las fantasías y de los sueños e ilusiones que él mismo forjó, indefenso ante su presencia y
necesitado de defensas en forma de más fantasías y más sueños en los que las ilusiones de que está a
salvo lo consuelen.
6 . La indefensión es fortaleza. 2Da testimonio de que has reconocido al Cristo en ti. 3Tal vez recuerdes
que el texto afirma que siempre eliges entre la fortaleza de Cristo y tu propia debilidad, la cual se ve como
algo aparte de Él. 4La indefensión jamás puede ser atacada porque reconoce una fuerza tan inmensa, que
ante ella el ataque es absurdo, o un juego tonto que un niño cansado jugaría cuando tiene tanto sueño que
ya ni se acuerda de lo que quiere.
7 . Cualquier actitud defensiva implica debilidad. 2Proclama que has negado al Cristo y que ahora temes la
ira de Su Padre. 3¿Qué puede salvarte ahora del delirio de un dios iracundo, cuya aterrante imagen crees
ver tras todos los males del mundo? 4¿Qué otra cosa sino las ilusiones podrían defenderte ahora, cuando
son las ilusiones contra lo que estás luchando?
8 . Hoy no vamos a jugar tales juegos infantiles. 2Pues nuestro verdadero propósito es salvar al mundo, y
no estamos dispuestos a intercambiar el gozo infinito que nos brinda llevar a cabo nues tra función por
insensateces. 3No vamos a dejar que la felicidad se nos escape debido a que un fragmento de un sueño
absurdo haya cruzado nuestras mentes y hayamos confundido las figuras que en él aparecen con el Hijo
de Dios y al fugaz instante que dicho sueño duró con la eternidad.
1139 . Hoy miraremos más allá de los sueños, y reconoceremos que no necesitamos defensas porque fuimos
creados inexpugnables, sin ningún pensamiento, deseo o sueño en el que el ataque pudiera tener sentido
alguno. 2Ahora nos es imposible temer, pues hemos dejado atrás todos los pensamientos temerosos. 3Y en
la indefensión nos erguimos protegidos, con la tranquila certeza de que ahora estamos a salvo, seguros de
la salvación; seguros de que llevaremos a cabo el propósito que hemos elegido, a medida que nuestro
ministerio vaya impartiendo su santa bendición por todo el mundo.
10. Permanece muy quedo por un instante y piensa en silencio cuán santo es tu propósito, cuán seguro
descansas y cuán invulnerable eres en su luz. 2Los ministros de Dios han elegido dejar que la verdad more
con ellos. 3¿Quién es más santo que ellos? 4¿Quién podría estar más seguro de que su felicidad está
plenamente garantizada? 5¿Y quién podría estar más fuertemente protegido? 6¿Qué defensa podrían
necesitar los que se cuentan entre los elegidos de Dios, al haber sido ésa Su elección, así como la de
ellos?
11. La función de los ministros de Dios es ayudar a sus hermanos a elegir lo mismo que ellos eligieron.
2Dios los ha elegido a todos, pero muy pocos se han dado cuenta de que Su Voluntad es la de ellos. 3Y
mientras no enseñes lo que has aprendido, la salvación seguirá esperando y las tinieblas mantendrán al
mundo inexorablemente aprisionado. 4Y no reconocerás que la luz ha venido a ti y que ya te has
escapado. 5Pues no verás la luz hasta que se la ofrezcas a todos tus hermanos. 6Y al ellos tomarla de tus
manos, reconocerás que es tu luz.
12. Podría decirse que la salvación es un juego que juegan niños felices. 2Fue diseñada por Uno que ama
a Sus Hijos y que desea sustituir sus temibles juguetes por juegos felices que les enseñan que el juego del
miedo ya se acabó. 3El juego que Dios les ofrece les enseña lo que es la felicidad porque en él nadie
pierde. 4Todo aquel que participa no puede sino ganar, y con su victoria queda asegurada la victoria de
todos los demás. 5Los niños abandonan gustosamente el juego del miedo cuando reconocen los beneficios
que brinda la salvación.
13. Tú que has jugado a haber perdido toda esperanza, a haber sido abandonado por tu Padre y a haberte
quedado solo y aterrorizado en un mundo temible, enloquecido por el pecado y la culpabilidad, sé feliz
ahora. 2Ese juego ha acabado. 3Ahora ha llegado un tiempo sereno en el que guardamos los juegos de la
culpabilidad, y ponemos bajo llave para siempre nuestros extraños e infantiles pensamientos de pecado,
apartándolos de las puras y santas mentes de las criaturas del Cielo y del Hijo de Dios.
14. Nos detenemos sólo por un instante más para jugar nuestro último juego feliz en esta tierra. 2Y luego
pasamos a ocupar el lugar que nos corresponde allí donde mora la verdad y donde los juegos no tienen
sentido. 3Y así acaba la historia. 4Permite que este día haga que su último capítulo se acerque más al
mundo, para que cada cual comprenda que el cuento que lee en el que se habla de un destino aterrador,
de esperanzas truncadas, de irrisorias defensas contra una venganza de la que no hay escapatoria, no es
sino su propia fantasía delirante. 5Los ministros de Dios han venido a despertarlo de los sueños
tenebrosos que esa historia ha evocado en la confusa y desconcertada memoria que él tiene de ese
cuento distorsionado. 6El Hijo de Dios puede por fin sonreír al darse cuenta de que no es verdad.
15. Hoy practicamos siguiendo un formato que vamos a utilizar por algún tiempo. 2Comenzaremos cada
día concentrando nuestra atención en el pensamiento diario el mayor tiempo posible. 3Cinco minutos es lo
mínimo que dedicaremos a prepararnos para un día en el que la salvación es nuestro único objetivo. 4Diez
sería mejor; quince, todavía mejor. 5Y a medida que las distracciones que nos desvían de nuestro
propósito vayan disminuyendo, nos daremos cuenta de que media hora aún es muy poco tiempo para
pasar con Dios. 6Y no estaremos dispuestos a concederle por la noche, felizmente y llenos de gratitud,
menos tiempo de eso.
16. A medida que recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, nuestra creciente paz
aumentará con el transcurrir de cada hora. 2Habrá ocasiones en las que tal vez un minuto o incluso menos
será lo máximo que podamos dedicarle cuando el reloj marque las horas. 3A veces se nos olvidará por
completo. 4Y en otras ocasiones asuntos mundanos acapararán nuestra atención y nos resultará imposible
distanciarnos de ellos por un momento para centrar nuestros pensamientos en Dios.
17. Sin embargo, cuando podamos hacerlo, seremos fieles a nuestro cometido como ministros de Dios,
recordando nuestra misión y Su Amor cada hora. 2Y nos sentaremos en silencio a esperarlo y a escuchar
Su Voz que nos dirá lo que Él desea que hagamos durante la hora siguiente, mientras le damos las
gracias por todos los regalos que nos concedió en la que acaba de transcurrir.
18. Con el tiempo y la práctica nunca más dejarás de pensar en Él o de oír Su amorosa Voz guiando tus
pasos por serenos rumbos por los que caminarás en un estado de absoluta indefensión. 2Pues sabrás que
el Cielo va contigo. 3No permitirás que tu mente se aparte de Él un solo instante, aun cuando tu tiempo
transcurra ofreciéndole la salvación al mundo. 4¿Dudas acaso de que Él no vaya a hacer que esto sea
posible para ti que has elegido llevar a cabo Su plan para la salvación del mundo, así como para la tuya?
19. Nuestro tema de hoy es nuestra indefensión. 2Nos revestimos de ella mientras nos preparamos para
afrontar el día. 3Nos alzamos fuertes en Cristo, y dejamos que nuestra debilidad desaparezca, al recordar
que Su fortaleza mora en nosotros. 4A lo largo del día nos recordaremos a nosotros mismos que Él
permanece a nuestro lado y que nuestra debilidad nunca carece del apoyo de Su fortaleza. 5
Invocaremos
Su fortaleza cada vez que sintamos que la amenaza de nuestras defensas socava nuestra certeza de
propósito. 6Nos detendremos por un momento, al oírle decir: "Aquí estoy".
11420. Tu práctica empezará a adquirir ahora la vehemencia del amor, para ayudarte a evitar que tu mente se
desvíe de su propósito. 2No tengas miedo ni timidez. 3No hay duda de que alcanzarás tu objetivo final. 4Los
ministros de Dios jamás pueden fracasar, pues el amor, la fortaleza y la paz que irradia desde ellos a todos
sus hermanos proceden de Él. 5Ésos son los dones que Él te ha dado. 6Estar libre de toda defensa es todo
lo que necesitas darle a cambio. 7Dejas a un lado únicamente lo que nunca fue real, a fin de contemplar a
Cristo y ver Su impecabilidad.
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LECCION 154 UCDM
Me cuento entre los ministros de Dios.
1. No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes. 2Ya hemos superado tales necedades. 3No
podemos juzgarnos a nosotros mismos, ni hace falta que lo hagamos. 4Eso no es sino aplazar la decisión y
posponer entregarnos de lleno al ejercicio de nuestra función. 5Nuestro papel no es juzgar nuestra valía, ni
tampoco podríamos saber cuál es el mejor papel para nosotros o qué es lo que podemos hacer dentro de
un plan más amplio que no podemos captar en su totalidad. 6Nuestro papel se nos asigna en el Cielo, no
en el infierno. 7Y lo que pensamos que es debilidad puede ser fortaleza, y lo que creemos que es nuestra
fortaleza a menudo es arrogancia.
2. Sea cual sea el papel que se te haya asignado, fue seleccionado por la Voz que habla por Dios, Cuya
función es asimismo hablar por ti. 2El Espíritu Santo escoge y acepta tu papel por ti, toda vez que ve tus
puntos fuertes exactamente como son, y es igualmente consciente de dónde se puede hacer mejor uso de
ellos, con qué propósito, a quién pueden ayudar y cuándo. 3Él no actúa sin tu consentimiento. 4Pero no se
deja engañar con respecto a lo que eres, y escucha solamente Su Voz en ti.
3. Mediante esta capacidad Suya de oír una sola Voz, la Cual es la Suya Propia, es como tú por fin cobras
conciencia de que en ti solo hay una Voz. 2Y esa sola Voz te asigna tu función, te la comunica, y te
proporciona las fuerzas necesarias para poder entender lo que es, para poder llevar a cabo lo que
requiere, así como para poder triunfar en todo lo que hagas que tenga que ver con ella. 3Dios se une a Su
Hijo en esto, y Su Hijo se convierte de este modo en el mensajero de la unidad junto con Él.
4. Esta unión de Padre e Hijo, a través de la Voz que habla por Dios, es lo que hace que la salvación sea
algo aparte del mundo. 2Ésta es la Voz que habla de leyes que el mundo no obedece, y la que promete
salvarnos de todo pecado y abolir la culpabilidad de la mente que Dios creó libre de pecado. 3Ahora esta
mente vuelve a cobrar conciencia de Aquel que la creó y de su eterna unión consigo misma. 4Y así, su Ser
es la única realidad en la que su voluntad y la de Dios están unidas.
5. El mensajero no escribe el mensaje que transmite. 2Tampoco cuestiona el derecho del que lo escribe, ni
pregunta por qué razón ha escogido aquellos que han de recibir el mensaje del que él es portador. 3Sólo
necesita aceptarlo, llevárselo a quienes va destinado y cumplir con su cometido de entregarlo. 4Si trata de
determinar cuáles deben ser los mensajes, cuál es su propósito o adónde se deben llevar, no estará
desempeñando debidamente su papel de portador de la Palabra.
6. Hay una diferencia fundamental en el papel que desempeñan los mensajeros del Cielo que los distingue de
los mensajeros del mundo. 2Los mensajes que transmiten van dirigidos en primer lugar a ellos mismos. 3Y es
únicamente en la medida en que los pueden aceptar para sí que se vuelven capaces de llevarlos aún más
lejos, y de transmitirlos allí donde se dispuso que fueran recibidos. 4Al igual que los mensajeros del mundo,
ellos no escribieron los mensajes de los que son portadores, pero se convierten, en rigor, en los primeros que
los reciben, a fin de prepararse para dar.
7. Un mensajero terrenal cumple su misión transmitiendo todos los mensajes de que es portador. 2Los
mensajeros de Dios desempeñan su papel aceptando Sus mensajes como si fuesen para ellos mismos, y
demuestran que han entendido los mensajes al transmitírselos a otros. 3No eligen ningún papel que no les haya
sido asignado por Su autoridad. 4Y de esta forma, se benefician con cada mensaje que transmiten.
8. ¿Queréis recibir los mensajes de Dios? 2Pues así es como os convertís en Sus mensajeros. 3Sois
nombrados ahora. 4Sin embargo, os demoráis en transmitir los mensajes que habéis recibido. 5Y de esta forma,
no os dais cuenta de que son para vosotros, y así, no los reconocéis. 6Nadie puede recibir, y comprender qué
ha recibido, hasta que no dé. 7Pues sólo al dar puede aceptar que ha recibido.
9. Vosotros que sois ahora los mensajeros de Dios, recibid Sus mensajes. 2Pues eso es parte de la función que
se os asignó. 3Dios no ha dejado de ofreceros lo que necesitáis, ni ello ha dejado de aceptarse. 4No obstante,
hay otra parte de la tarea que se os ha señalado que todavía tiene que llevarse a cabo. 5Aquel que recibió los
mensajes de Dios por vosotros quisiera que vosotros también los recibierais. 6Pues de esta manera os
identificáis con Él y reivindicáis lo que es vuestro.
10. Esta unión es lo que nos proponemos reconocer hoy. 2No trataremos de mantener nuestras mentes
separadas de Aquel que habla por nosotros, pues es nuestra propia voz la que oímos cuando le prestamos
atención a Él. 3Únicamente Él puede hablarnos a nosotros y hablar por nosotros, uniendo en una sola Voz el
recibir y el dar de la Palabra de Dios; el dar y el recibir de Su Voluntad.
11. Nuestra práctica de hoy consiste en darle a Él lo que es Su Voluntad tener, de manera que podamos
reconocer los dones que nos hace. 2Él necesita nuestra voz para poder hablar a través de nosotros. 3Necesita
nuestras manos para que acepten Sus mensajes y se los lleven a quienes Él nos indique. 4Necesita nuestros
pies para que éstos nos conduzcan allí donde Su Voluntad dispone que vayamos, de forma que aquellos que
115esperan acongojados puedan por fin liberarse. 5Y necesita que nuestra voluntad se una a la Suya, para que
podamos ser los verdaderos receptores de los dones que Él otorga.
12. Aprendamos sólo esta lección el día de hoy: que no reconoceremos lo que hemos recibido hasta que no lo
demos. 2Has oído esto cientos de veces y de cien maneras diferentes, y, sin embargo, todavía no lo crees.
3Mas ten por seguro esto: hasta que no lo creas, recibirás miles y miles de milagros, pero no sabrás que Dios
Mismo no se ha quedado con ningún regalo que tú ya no poseas, ni le ha negado a Su Hijo la más mínima
bendición. 4¿Qué significado puede tener esto para ti a no ser que te hayas identificado con el Hijo y con lo que
es suyo?
13. Nuestra lección de hoy reza así:
2Me cuento entre los ministros de Dios, y me siento agradecido de disponer de
los medios a través de los cuales puedo llegar a reconocer que soy libre.
14. El mundo retrocederá a medida que iluminemos nuestras mentes y reconozcamos la veracidad de estas
santas palabras. 2Pues constituyen el mensaje que hoy nos envía nuestro Creador. 3Ahora demostraremos
cómo han cambiado lo que pensábamos de nosotros mismos y de lo que nuestra función era. 4Pues al
demostrar que no aceptamos ninguna voluntad que no sea la que compartimos, los numerosos dones que
nuestro Creador nos otorga aparecerán de inmediato ante nuestra vista y llegarán a nuestras manos, y así
reconoceremos lo que hemos recibido.
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LECCION 155 UCDM
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.
1. Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. 2No cambias de
apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. 3Tu frente se mantiene serena; tus ojos están
tranquilos. 4Y aquellos que caminan por el mundo con la misma actitud que tú reconocen en ti a alguien
semejante a ellos. 5No obstante, los que aún no han percibido el camino también te reconocerán y creerán
que eres como ellos, tal como una vez lo fuiste.
2. El mundo es una ilusión. 2Aquellos que eligen venir a él andan buscando un lugar donde poder ser
ilusiones y así escapar su propia realidad. 3Mas cuando se dan cuenta de que su realidad se encuentra
incluso aquí, entonces se hacen a un lado y dejan que ésta les muestre el camino. 4¿Qué otra alternativa
tienen realmente? 5Dejar que las ilusiones vayan delante de la verdad es una locura. 6Mas dejar que las
ilusiones se rezaguen detrás de la verdad y que ésta se alce como lo que es, es simplemente muestra de
cordura.
3. Ésta es la sencilla elección que hoy llevaremos a cabo. 2La demente ilusión permanecerá de manifiesto
por un tiempo para ser contemplada por aquellos que eligieron venir y que aún no han experimentado el
regocijo de descubrir que se equivocaron al decidir. 3Ellos no pueden aprender directamente de la verdad,
puesto que la han negado. 4Y así, tienen necesidad de un Maestro que pueda percibir su demencia, pero
que pueda ver también más allá de la ilusión la simple verdad que mora en ellos.
4. Si la verdad exigiese que renunciasen al mundo, les parecería como si se les estuviese pidiendo que
sacrificasen algo que es real. 2Muchos han elegido renunciar al mundo cuando todavía creían que era real.
3Y como resultado de ello se han visto abatidos por una sensación de pérdida, y, consecuentemente, no se
han liberado. 4Otros no han elegido otra cosa que el mundo, y su sensación de pérdida ha sido aún mayor,
lo cual no han sido capaces de entender.
5. Entre estas dos sendas hay un camino que conduce más allá de cualquier clase de pérdida, pues tanto
el sacrificio como la privación se abandonan de inmediato. 2Éste es el camino que se te pide recorrer
ahora. 3Caminas por esta senda tal como otros lo hacen, mas no pareces ser distinto de ellos, aunque
ciertamente lo eres. 4Por lo tanto, puedes ayudarlos al mismo tiempo que te ayudas a ti mismo, y encauzar
sus pasos por el camino que Dios ha despejado para ti y para ellos, a través de ti.
6. La ilusión aún parece estar ceñida a ti, a fin de que puedas comunicarte con ellos. 2Sin embargo, ha
retrocedido. 3Y no es de ilusiones de lo que te oyen hablar, ni son ilusiones lo que les presentas para que
sus ojos las vean y sus mentes las entiendan. 4La verdad, que va delante de ti, tampoco puede hablarles a
través de ilusiones, pues este camino conduce ahora más allá de la ilusión, y mientras sigues adelante los
llamas para que te sigan.
7. Todos los caminos conducen finalmente a éste. 2Pues el sacrificio y la privación son sendas que no
llevan a ninguna parte, decisiones que conducen al fracaso, así como metas que jamás se podrán
alcanzar. 3Todo esto retrocede a medida que la verdad se alza en ti para que conduzcas a tus hermanos
lejos de los caminos de la muerte y los encamines por la senda de la felicidad. 4Su sufrimiento es pura
ilusión. 5Sin embargo, necesitan un guía que los ayude a escapar de ella, pues confunden las ilusiones
con la verdad.
8. Tal es la llamada de la salvación. 2Te pide que aceptes la verdad y permitas que vaya delante de ti
alumbrando la senda que te rescata de lo ilusorio. 3No se trata de un rescate que tiene un precio, pues no
cuesta nada. 4Al contrario, sólo te aporta ganancias. 5Las ilusiones tan sólo dan la impresión de mantener
al santo Hijo de Dios encadenado. 6Es únicamente de las ilusiones de lo que se le salva. 7A medida que
éstas retroceden, él se vuelve a encontrar a sí mismo.
1169. Camina seguro ahora, pero con cuidado, ya que esta senda es nueva para ti. 2Puede que descubras
que aún te sientes tentado de ir delante de la verdad y de dejar que las ilusiones sean tu guía. 3Se te
dieron tus santos hermanos para que siguiesen tus pasos conforme tú caminas seguro de tu propósito
hacia la verdad. 4Ésta va delante de ti ahora, para que ellos puedan ver algo con lo que poder
identificarse, algo que entiendan que les señale el camino.
10. Al final de la jornada, no obstante, no habrá brecha ni distancia alguna entre la verdad y tú. 2Y todas
las ilusiones que marchaban por el mismo camino que tú recorres se alejarán de ti, y no quedará nada que
mantenga a la verdad separada de la compleción de Dios, la cual es tan santa como Él Mismo. 3Hazte a un
lado con fe y deja que la verdad te muestre el camino. 4No sabes adónde vas. 5Pero Uno que sabe te
acompaña. 6Deja que Él te guíe junto con los demás.
11. Cuando los sueños se hayan acabado, cuando el tiempo haya cerrado sus puertas a todo lo pasajero y
los milagros ya no tengan objeto, el Hijo de Dios no emprenderá más jornadas. 2Ya no tendrá ningún
deseo de ser una ilusión en vez de la verdad. 3Hacia esto es hacia lo que nos encaminamos, a medida que
seguimos adelante por el camino que la verdad nos señala. 4Ésta es nuestra jornada final, la cual llevamos
a cabo por todos. 5No perdamos el rumbo. 6 Pues así como la verdad va delante de nosotros, también va
delante de los hermanos que nos seguirán.
12. Nos encaminamos hacia Dios. 2Haz una pausa y reflexiona sobre esto: 3¿Qué camino podría ser más
santo, más merecedor de tus esfuerzos, de tu amor y de tu absoluta dedicación? 4¿Qué camino podría
darte más de lo que es todo, u ofrecerte menos y aun así satisfacer al santo Hijo de Dios? 5Nos
encaminamos hacia Dios. 6La verdad que va delante de nosotros es una con Él ahora, y nos conduce allí
donde Él siempre ha estado. 7¿Qué otro camino sino éste podría ser una senda que quisieses elegir?
13. Tus pies ya están firmemente asentados en el camino que conduce al mundo hasta Dios. 2No busques
otros caminos que parezcan llevar a otra parte. 3Los sueños no son guías dignos de ti que eres el Hijo de
Dios. 4No olvides que Él te ha tomado de la mano, y te ha dado tus hermanos con la confianza de que eres
merecedor de la Confianza que Él ha depositado en ti. 5Él no puede ser engañado. 6Su Confianza ha
hecho que tu trayectoria sea indudable y tu meta segura. 7No les fallarás a tus hermanos ni a tu Ser.
14. Y ahora sólo te pide que pienses en Él por un rato cada día, para que pueda dialogar contigo y
hablarte de Su Amor, recordándote cuán grande es Su Confianza, cuán infinito Su Amor. 2En tu nombre y
en el Suyo, que son el mismo, gustosamente practicamos con este pensamiento:
3Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino, pues deseo recorrer el
camino que me conduce hasta Él
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LECCION 156 UCDM
Camino con Dios en perfecta santidad.
1. La idea de hoy no hace sino expresar la simple verdad que hace que el pensamiento de pecado sea
imposible. 2Esta idea nos asegura que la culpabilidad no tiene causa, y que, por lo tanto, no existe. 3Es la
consecuencia lógica de la idea fundamental que tan a menudo se menciona en el texto, la cual reza así:
las ideas no abandonan su fuente. 4Si esto es verdad, ¿cómo ibas a poder estar separado de Dios?
5¿Cómo ibas a poder caminar por el mundo solo y separado de tu Fuente?
2. No somos inconsistentes con los pensamientos que presentamos en nuestro programa de estudios. 2La
verdad tiene que ser verdad de principio a fin, si es que es la verdad. 3No puede contradecirse a sí misma,
ni ser dudosa en algunas partes y segura en otras. 4No puedes caminar por el mundo separado de Dios
porque no podrías existir sin Él. 5Él es lo que tu vida es. 6Donde tú estás, Él está. 7Hay una sola vida. 8Ésa
es la vida que compartes con Él. 9Nada puede estar separado de Él y vivir.
3. Y ahí donde Él está tiene que haber santidad así como vida. 2Él no posee ningún atributo que no
comparta con todas las cosas vivientes. 3Todo lo que vive es tan santo como Él, pues lo que comparte Su
vida es parte de la Santidad y no puede ser pecaminoso, de la misma manera en que el sol no puede
elegir ser de hielo, el mar estar separado del agua o la hierba crecer con las raíces suspendidas en el aire.
4. Hay una luz en ti que jamás puede extinguirse y cuya presencia es tan santa que el mundo se santifica
gracias a ti. 2Todo lo que vive no hace sino ofrecerte regalos y depositarlos con gratitud y alegría ante tus
pies. 3El aroma de las flores es su regalo para ti. 4Las olas se inclinan ante ti, los árboles extienden sus
brazos para protegerte del calor y sus hojas tapizan el suelo para que camines sobre algo mullido,
mientras que el sonido del viento amaina hasta convertirse en un susurro en torno a tu santa cabeza.
5. La luz que refulge en ti es lo que el universo ansía contemplar. 2Todas las cosas vivientes se detienen
en silencio ante ti, pues reconocen a Aquel que camina a tu lado. 3La luz que llevas contigo es la suya
propia. 4Y así, ven en ti su propia santidad, y te saludan como salvador y como Dios. 5Acepta su
reverencia, pues le corresponde a la Santidad Misma, que camina a tu lado, trans formando con Su dulce
Luz todas las cosas en Su semejanza y en Su pureza.
6. Así es como opera la salvación. 2Al tú hacerte a un lado, la luz que refulge en ti da un paso adelante y
envuelve al mundo. 3No proclama que el castigo y la muerte vayan a ser el final del pecado. 4Éste
desaparecerá entre jolgorios y risas, pues se reconocerá su extraña absurdidad. 5Es un pensamiento
descabellado, un sueño tonto, ridículo quizá, pero no temible. aMas ¿quién pospondría un solo instante su
acercamiento a Dios a cambio de un capricho tan absurdo?
1177. No obstante, tú has desperdiciado muchos, pero que muchos años precisamente en este pensamiento
descabellado. 2El pasado ha desaparecido junto con todas sus fantasías. 3Éstas ya han dejado de hacer
presa en ti. 4El acercamiento a Dios se avecina. 5Y en el pequeño espacio de duda que todavía queda, es
posible que pierdas de vista a tu Compañero y que lo confundas con el sueño ancestral e insensato que ya
pasó.
8. "¿Quién camina a mi lado?" 2Debes hacerte esta pregunta mil veces al día hasta que la certeza haya
aplacado toda duda y establecido la paz. 3Deja que hoy cesen las dudas. 4Dios habla por ti al contestar tu
pregunta con estas palabras:
5Camino con Dios en perfecta santidad.
6llumino el mundo, ilumino mi mente, así como todas las mentes que Dios creó una
conmigo.
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LECCION 157 UCDM
En Su Presencia he de estar ahora.
1. Éste es un día de silencio y de fe. 2Es un tiempo especial y muy prometedor en el calendario de tus
días. 3Es un tiempo que el Cielo ha reservado para brillar sobre él y verter una luz perenne en la que se
oyen ecos de la eternidad. 4Este día es santo, pues anuncia una nueva experiencia; una manera de sentir
distinta y una conciencia diferente. 5Son muchos los días y las noches que te has pasado celebrando la
muerte. 6Hoy vas a aprender a sentir el júbilo de la vida.
2. Éste es otro punto decisivo en el plan de estudios. 2Añadimos ahora una nueva dimensión: otra clase de
experiencia que arroja una nueva luz sobre todo lo que ya hemos aprendido y nos prepara para lo que
todavía nos queda por aprender. 3Nos lleva a las puertas donde finaliza el aprendizaje y donde captamos
un atisbo de lo que se encuentra mucho más allá de lo que el aprendizaje puede lograr. 4Nos deja aquí por
un instante, y nosotros seguimos adelante, seguros de nuestro rumbo y de nuestro único objetivo.
3. Hoy se te concederá tener un atisbo del Cielo, aunque regresarás nuevamente a las sendas del
aprendizaje. 2Tu progreso, no obstante, ha sido tal que puedes alterar el tiempo lo suficiente como para
poder superar sus leyes y adentrarte en la eternidad por un rato. 3Aprender a hacer esto te resultará cada
vez más fácil, a medida que cada lección, fielmente practicada, te lleve con mayor rapidez a este santo
lugar y te deje, por un momento, con tu Ser.
4. Él dirigirá tu práctica hoy, pues lo que estás pidiendo ahora es lo que Su Voluntad dispone. 2Y al haber
unido tu voluntad a la Suya en este día, es imposible que no se te conceda lo que estás pidiendo. 3No
necesitas más que la idea de hoy para iluminar tu mente y dejar que descanse en tranquila expectación y
en sereno gozo, desde los cuales dejas atrás rápidamente al mundo.
5. A partir de hoy, tu ministerio adquirirá un genuino fervor y una luminosidad que se transmitirá desde tus
dedos hasta aquellos a quienes toques, y que bendecirá a todos los que contemples. 2Una visión llegará a
todos aquellos con quienes te encuentres, a todos aquellos en quienes pienses y a todos aquellos que
piensen en ti. 3Pues la experiencia que has de tener hoy transformará tu mente de tal manera que se
convertirá en la piedra de toque de los santos Pensamientos de Dios.
6. Tu cuerpo será santificado hoy, al ser su único propósito ahora iluminar el mundo con la visión de lo que
has de experimentar en este día. 2Una experiencia como ésta no se puede transmitir directamente. 3No
obstante, deja en nuestros ojos una visión que podemos ofrecerles a todos, para que puedan tener lo
antes posible la misma experiencia en la que el mundo se olvida calladamente y el Cielo se recuerda por
un tiempo.
7. A medida que esta experiencia se intensifica y todos tus objetivos excepto éste dejan de ser
importantes, el mundo al que retornas se acerca cada vez más al final del tiempo, se asemeja un poco
más al Cielo en todo y se aproxima un poco más a su liberación. 2Y tú que le brindas luz podrás ver la luz
con más certeza; la visión con mayor nitidez. 3Mas llegará un momento en que no retornarás con la misma
forma en la que ahora apareces, pues ya no tendrás más necesidad de ella. 4Pero ahora tiene un
propósito, y lo cumplirá debidamente.
8. Hoy nos embarcamos en un viaje con el que jamás has soñado. 2Pero el Santísimo, el Dador de los
sueños felices de la vida, el Traductor de la percepción a la verdad, el santo Guía al Cielo que se te ha
dado, ha soñado por ti esta jornada que emprendes y das comienzo hoy, con la experiencia que este día te
ofrece para que sea tuya.
9. En la Presencia de Cristo hemos de estar ahora, serenamente inconscientes de todo excepto de Su
radiante faz y de Su Amor perfecto. 2La visión de Su faz estará contigo, pero llegará un instante que
transcenderá toda visión, incluida ésta, la más sagrada. 3Esto es algo que jamás podrás enseñar porque
no lo adquiriste a través del aprendizaje. 4No obstante, la visión habla del recuerdo de lo que supiste en
ese instante, y de lo que, sin duda, habrás de saber de nuevo
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LECCION 158 UCDM
Hoy aprendo a dar tal como recibo.
1181. ¿Qué se te ha dado? 2Se te ha dado el conocimiento de que eres una mente, de que te encuentras en
una Mente y de que no eres sino mente, por siempre libre de pecado y totalmente exento de miedo al
haber sido creado del Amor. 3No has abandonado tu Fuente, por lo tanto, sigues siendo tal como fuiste
creado. 4Esto se te dio en forma de un conocimiento que no puedes perder. 5Ese conocimiento se le dio
asimismo a todas las cosas vivientes, pues sólo mediante él viven.
2. Has recibido todo esto. 2No hay nadie en este mundo que no lo haya recibido. 3No es éste el
conocimiento que tú transmites a otros, pues ése es el conocimiento que la creación dio. 4Nada de esto se
puede aprender. 5¿Qué es, pues, lo que vas a aprender a dar hoy? 6Nuestra lección de ayer evocó un
tema que se expone al principio del texto. 7La experiencia, a diferencia de la visión, no se puede compartir
de manera directa. 8La revelación de que el Padre y el Hijo son uno alboreará en toda mente a su debido
tiempo. 9Sin embargo, ese momento lo determina la mente misma, pues es algo que no se puede enseñar.
3. Ese momento ya ha sido fijado. 2Esto parece ser bastante arbitrario. 3No obstante, no hay nadie que dé
ni un solo paso al azar a lo largo del camino. 4Todos lo han dado ya, aunque todavía no hayan emprendido
la jornada. 5Pues el tiempo tan sólo da la impresión de que se mueve en una sola dirección. 6No hacemos
sino emprender una jornada que ya terminó. 7No obstante, parece como si tuviera un futuro que todavía
nos es desconocido.
4. El tiempo es un truco, un juego de manos, una gigantesca ilusión en la que las figuras parecen ir y venir
como por arte de magia. 2No obstante, tras las apariencias hay un plan que no cambia. 3El guión ya está
escrito. 4El momento en el que ha de llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado.
5Pues la jornada sólo se puede ver desde el punto donde termina, desde donde la podemos ver en
retrospectiva, imaginarnos que la emprendemos otra vez y repasar mentalmente lo ocurrido.
5. Un maestro no puede dar su experiencia, pues no es algo que él haya aprendido. 2Ésta se reveló a sí
misma a él en el momento señalado. 3La visión, no obstante, es su regalo. 4Esto él lo puede dar
directamente, pues el conocimiento de Cristo no se ha perdido, toda vez que Él tiene una visión que puede
otorgar a cualquiera que la solicite. 5La Voluntad del Padre y la Suya están unidas en el conocimiento. 6No
obstante, hay una visión que el Espíritu Santo ve porque la mente de Cristo también la contempla.
6. Aquí el mundo de las dudas y de las sombras se une con lo intangible. 2He aquí un lugar tranquilo en el
mundo que ha sido santificado por el perdón y el amor. 3Aquí se reconcilian todas las contradicciones,
pues aquí termina la jornada. 4La experiencia que no se puede aprender, enseñar o ver simplemente se
encuentra ahí. 5Esto es algo que está más allá de nuestro objetivo; pues trasciende lo que es necesario
lograr. 6Lo que nos interesa es la visión de Cristo. 7Esto sí que lo podemos alcanzar.
7. La visión de Cristo está regida por una sola ley. 2No ve el cuerpo, ni lo confunde con el Hijo que Dios
creó. 3Contempla una luz que se encuentra más allá del cuerpo; una idea que yace más allá de lo que
puede ser palpado; una pureza que no se ve menguada por errores, por lamentables equivocaciones, o
por los aterrantes pensamientos de culpabilidad nacidos de los sueños de pecado. 4No ve separación. 5Y
contempla a todo el mundo, y todas las circunstancias, eventos o sucesos, sin que la luz que ve se atenúe
en lo más mínimo.
8. Esto se puede enseñar, y todo aquel que quiera alcanzarlo tiene que enseñarlo. 2Lo único que es
necesario es el reconocimiento de que el mundo no puede dar nada cuyo valor pueda ni remotamente
compararse con esto; ni fijar un objetivo que no desaparezca una vez que se haya percibido esto. 3Y esto
es lo que vas a dar hoy: no ver a nadie como un cuerpo 4
y saludar a todo el mundo como el Hijo de Dios
que es, reconociendo que es uno contigo en santidad.
9. Así es como sus pecados le son perdonados, pues la visión de Cristo tiene el poder de pasarlos a todos
por alto. 2En Su perdón se desvanecen. 3Al ser imperceptibles para el Uno, simplemente desaparecen,
pues la visión de la santidad que se halla más allá de ellos viene a ocupar su lugar. 4No importa en qué
forma se manifestaban, cuán enormes parecían ser ni quién pareció sufrir sus consecuencias. 5Ya no
están ahí. 6Y todos los efectos que parecían tener desaparecieron junto con ellos, al haber sido
erradicados para ya nunca más volver.
10. Así es como aprendes a dar tal como recibes. 2Y así es como la visión de Cristo te contempla a ti
también. 3Esta lección no es difícil de aprender si recuerdas que en tu hermano te ves a ti mismo. 4Si él se
encuentra inmerso en el pecado, tú también lo estás; si ves luz en él, es que te has perdonado a ti mismo
tus pecados. 5Cada hermano con quien hoy te encuentres te brinda una nueva oportunidad para dejar que
la visión de Cristo brille sobre ti y te ofrezca la paz de Dios.
11. Cuándo ha de llegar esta revelación es irrelevante, pues no tiene nada que ver con el tiempo. 2No
obstante, el tiempo aún nos tiene reservado un regalo, en el que el verdadero conocimiento se refleja de
manera tan precisa que su imagen comparte su invisible santidad y su semejanza resplandece con su
amor inmortal. 3Nuestra práctica de hoy consiste en ver todo con los ojos de Cristo. 4Y mediante los santos
regalos que damos, la visión de Cristo nos contempla a nosotros también.
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LECCION 159 UCDM
Doy los milagros que he recibido.
1. Nadie puede dar lo que no ha recibido. 2Para dar algo es preciso poseerlo antes. 3En este punto las
leyes del Cielo y las del mundo coinciden: 4Pero en este punto difieren también. 5El mundo cree que para
119poseer una cosa tiene que conservarla. 6La salvación enseña lo contrario. 7Al dar es como reconoces que
has recibido. 8Es la prueba de que lo que tienes es tuyo.
2. Comprendes que estás sano cuando ofreces curación: 2Aceptas que el perdón se ha consumado en ti
cuando perdonas. 3En tu hermano te reconoces a ti mismo, y así, te das cuenta de que eres pleno. 4No hay
milagro que no puedas dar, pues todos te han sido dados. 5Recíbelos ahora abriendo el almacén de tu
mente donde se encuentran y dándoselos al mundo.
3. La visión de Cristo es un milagro. 2Viene de mucho más allá de sí misma, pues refleja el Amor Eterno y
el renacimiento de un amor que, aunque nunca muere, se ha mantenido velado. 3La visión de Cristo
representa el Cielo, pues lo que ve es un mundo tan semejante al Cielo que lo que Dios creó perfecto
puede verse reflejado en él. 4En el espejo tenebroso que el mundo presenta sólo se pueden ver imágenes
distorsionadas y fragmentadas. 5El mundo real representa la pureza del Cielo.
4. La visión de Cristo es el milagro del que emanan todos los demás milagros. 2Es su fuente, y aunque
permanece con cada milagro que das, sigue siendo tuya. 3Es el vínculo mediante el cual el que da y el que
recibe se unen en el proceso de extensión aquí en la tierra, tal como son uno en el Cielo. 4Cristo no ve
pecados en nadie. 5Y ante Su vista, los que son incapaces de pecar son todos uno. 6Su santidad les fue
otorgada por Su Padre y por Cristo.
5. La visión de Cristo es el puente entre los dos mundos. 2Y tú puedes tener absoluta confianza de que su
poder te sacará de este mundo y te llevará a otro que ha sido santificado por el perdón. 3Las cosas que
aquí parecen completamente sólidas, allí son meras sombras, transparentes, apenas visibles, relegadas al
olvido a veces e incapaces de poder opacar la luz que brilla más allá de ellas. 4A la visión se le ha
restituido la santidad, y ahora los ciegos pueden ver.
6. Éste es el único regalo del Espíritu Santo, el tesoro al que puedes recurrir con absoluta certeza para
obtener todas las cosas que pueden contribuir a tu felicidad. 2Todas ellas ya se encuentran aquí, 3
y se te
dan sólo con que las pidas. 4Aquí las puertas no se cierran nunca, y a nadie se le niega la más mínima
petición ni su necesidad más apremiante. 5No hay enfermedad que no esté ya curada, carencia que no se
haya suplido, ni necesidad que no haya sido satisfecha en éste, el áureo tesoro de Cristo.
7. Aquí es donde el mundo recuerda lo que perdió cuando fue construido. 2Pues aquí se lo repara y se le
renueva, pecó bajo una nueva luz. 3Lo que estaba destinado a ser la morada del pecado se convierte
ahora en el centro de la redención y en el hogar de la misericordia, donde se cura a todos los que sufren y
donde se Ies da la bienvenida. 4A nadie se le niega la entrada a este nuevo hogar donde le aguarda su
salvación. 5Nadie es un extraño aquí. 6Nadie le pide nada a otro salvo el regalo de aceptar la bienvenida
que se le ofrece.
8. La visión de Cristo es la tierra santa donde las azucenas del perdón echan raíces. 2Ése es su hogar.
3Desde ahí se pueden llevar hasta el mundo pero jamás podrán crecer en sus tierras estériles y
superficiales. 4Tienen necesidad de la luz y del calor, así como del amoroso cuidado que la caridad de
Cristo les provee. 5Necesitan el amor con el que Él las contempla. 6Y se convierten en Sus emisarios, que
dan tal como recibieron.
9. Toma lo que quieras de Su depósito, para que sus tesoros puedan multiplicarse. 2Las azucenas no
abandonan su hogar cuando se traen al mundo. 3Sus raíces siguen aún allá. 4No abandonan su fuente,
sino que llevan su beneficencia consigo, y convierten al mundo en un jardín como aquel del que vinieron,
y, al que retornarán con una fragancia todavía mayor. 5Ahora son doblemente benditas. 6Han transmitido
los mensajes de Cristo que traían y éstos les han sido devueltos. 7Y ellas se los llevan devuelta
gustosamente a Él.
10. Contempla el caudal de milagros desplegados ante ti para que los des. 2¿No eres acaso merecedor de
ésos mismos regalos cuando Dios Mismo dispuso que se te concediesen? 3No juzgues al Hijo de Dios,
sino sigue el camino que Dios ha señalado, 4Cristo ha soñado el sueño de un mundo perdonado. 5Ese es
Su regalo, a través del cual puede tener lugar una dulce transición de la muerte a la vida, de la
desesperación a la esperanza., 6Permitámonos por un instante soñar con Él. 7Su sueño nos despierta a
la verdad. 8Su visión nos provee de los medios por los que regresar a nuestra santidad eterna en Dios, la
cual nunca perdimos
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LECCION 160 UCDM
Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.
1 . El miedo es un extraño en los caminos del amor. 2
Identifícate con el miedo, y te vuelves un extraño ante
tus propios ojos. 3Y de este modo, no te conocerás a ti mismo. 4Lo que tu Ser es sigue siendo algo ajeno
para la parte de ti que cree que es real, aunque diferente de ti: 5¿Quién podría estar en su sano juicio en
tales circunstancias? 6¿Quién sino un loco podría creer que él es lo que no es, y juzgar en contra de sí
mismo?
2 . Hay un extraño entre nosotros que procede de una idea tan ajena a la verdad que habla un idioma
distinto, percibe un mundo que la verdad desconoce y entiende aquello que la verdad juzga como carente
de sentido. 2Pero aún más extraño es el hecho de que no reconoce a aquel a quien visita, y sin embargo,
sostiene que el hogar de éste es suyo, mientras que el que está en su hogar es el que es el extraño. 3No
120obstante, qué fácil sería decir: "Este es mi hogar. 4Aquí es donde me corresponde estar y no me iré porque
un loco me diga que tengo que hacerlo".
3 . ¿Qué razón hay para no decir esto? 2¿Cuál podría ser la razón sino que has invitado a ese extraño a
ocupar tu lugar, y has permitido convertirte en un extraño ante tus propios ojos? 3Nadie se dejaría
desahuciar tan innecesariamente a no ser que pensase que hay otro hogar que está más de acuerdo con
sus gustos.
4. ¿Quién es el extraño? 2¿A quién no le corresponde estar en el hogar que Dios proveyó para Su Hijo, a ti
o al miedo? 3¿Es acaso el miedo obra Suya, creado a Su semejanza? 4¿Es acaso el miedo lo que el amor
completa y mediante lo cual se completa a sí mismo? 5No hay hogar que pueda darle cobijo al amor y al
miedo, 6pues no pueden coexistir. 7Si tú eres real, el miedo no puede sino ser una ilusión. 8Mas si el miedo
es real, entonces eres tú el que no existe.
5 . ¡Qué fácilmente se puede resolver este dilema! 2Todo aquel que teme no ha hecho sino negar su
verdadera identidad y decir: "Yo soy el extraño aquí. 3De modo que le cedo mi hogar a uno que es más
como yo que yo mismo, y le doy todo cuanto pensé que era mío". 4Ahora se ha exilado por fuerza, sin saber
quién es, inseguro de todo, menos de esto: que él no es él mismo, y que se le ha negado su hogar.
6 . ¿En pos de qué va a ir ahora? 2¿Qué podría encontrar? 3Alguien que se ha convertido en un extraño
ante sus propios ojos no puede encontrar un hogar no importa dónde lo busque, pues él mismo ha
imposibilitado su regreso. 4Está perdido a menos que un milagro venga y le muestre que ya no es un
extraño. 5El milagro vendrá. 6Pues su Ser sigue morando en su hogar. 7Y su Ser no ha invitado a ningún
extraño ni se ha confundido a Sí Mismo con ningún pensamiento ajeno a Él. 8E invocará a lo que es Suyo
a Sí Mismo en reconocimiento de lo que es Suyo.
7 . ¿Quién es el extraño?. 2¿No es acaso aquel a quien tu Ser no invoca? 3Ahora eres incapaz de
reconocer a ese extraño que merodea entre vosotros, pues le has cedido tu legítimo lugar. 4No obstante, tu
Ser está tan seguro de lo que es Suyo como Dios lo está de Su Hijo. 5Dios no está confundido con
respecto a la creación. 6Está seguro de lo que es Suyo. 7Ningún extraño se puede interponer entre Su
conocimiento y la realidad de Su Hijo. 8Él no sabe de extraños. 9Él está seguro de Su Hijo.
8. La certeza de Dios es suficiente. 2A aquel a quien Él reconoce como Su Hijo le corresponde estar allí
donde Él estableció a Su Hijo para siempre. 3Él ha contestado tu pregunta: "¿Quién es el extraño?" 4Oye
Su Voz asegurarte, con serenidad y certeza, que tú no eres un extraño para tu Padre ni tu Creador se ha
vuelto un extraño para ti. 5Aquel a quien Dios se ha unido es eternamente uno, pues está en su hogar en
Él, y no es un extraño para Sí Mismo.
9 . Hoy damos gracias de que Cristo haya venido a buscar en el mundo lo que es Suyo. 2Su visión no ve
extraños, sino que contempla a lo s Suyos y se une a ellos jubilosamente. 3Ellos lo ven como un extraño,
pues no se reconocen a sí mismos. 4No obstante, a medida que le den la bienvenida, lo recordarán. 5Y Él
los conducirá dulcemente de regreso a su hogar, donde les corresponde estar.
10. Cristo no se olvida de nadie. 2No deja de darte ni uno solo de tus hermanos para que los recuerdes a
todos, de manera que tu hogar pueda ser pleno y perfecto, tal como fue instituido. 3Él no se ha olvidado de
ti. 4Mas tú no lo podrás recordar a Él hasta que contemples todo tal como Él lo hace. 5El que niega a su
hermano lo está negando a Él, y, por lo tanto, se está negando a aceptar el don de la visión mediante el
cual puede reconocer a su Ser claramente, recordar su hogar y alcanzar la salvación.
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Lic. Leticia Gonzalez Hernández Maestría en desarrollo humano.
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