Melody Lenguaje del adiós Agosto 2021
EL LENGUAJE DEL ADIÒS
LECCIÒN AGOSTO 01
Gratitud
Aprendemos la mágica lección de que aprovechar lo que tenemos lo convierte en más grande.
Más allá de la codependencia
No digas gracias hasta que lo sientas.
Dale gracias a Dios, a la vida y al universo por todas las personas y las cosas que te han sido enviadas.
La gratitud nos abre a la plenitud de la vida. Convierte lo que tenemos en suficiente, y más. Convierte la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. Puede convertir una comida en un festín, una casa en un hogar, un extraño en un amigo.
Convertir los problemas en regalos, los fracasos en éxitos, lo inesperado en el momento preciso y los errores en sucesos importantes. Puede convertir una existencia en una vida verdadera, y situaciones sin conexión entre sí en importantes y benéficas lecciones. La gratitud le da sentido a nuestro pasado, nos trae paz para hoy y crea una visión del mañana.
La gratitud corrige las cosas.
La gratitud convierte la energía negativa en energía positiva. No hay situación o circunstancia tan pequeña o tan grande que no sea susceptible al poder de la gratitud. Podemos empezar por quiénes somos y por lo que tenemos hoy, aplicar gratitud y, luego, dejar que obre su magia.
No digas gracias hasta que lo sientas. Si lo dices durante el tiempo suficiente, llegarás a creerlo.
Hoy haré brillar la luz transformadora de la gratitud en todas las circunstancias de mi vida.
VIDEO
https://youtu.be/Dic6DCLC4Jc
LECCIÒN AGOSTO 02
Estar en medio
A veces, para ir desde donde estamos hasta donde estamos yendo, tenemos que estar dispuestos a estar a la mitad.
Una de las partes más duras de la recuperación es el concepto de dejar ir lo que es viejo y familiar, pero que no queremos, y estar dispuestos a quedarnos con las manos vacías mientras esperamos a que Dios las llene.
Esto se puede aplicar a los sentimientos. Podemos haber estado llenos de ira y de dolor. En cierta forma, estos sentimientos se han vuelto confortablemente familiares. Cuando por fin encaramos nuestra pena y nos despojamos de ella, podemos sentirnos vacíos un tiempo.
Estamos en medio del dolor y de la alegría de la serenidad y de la aceptación.
Estar en medio se puede aplicar a las relaciones. Para prepararnos para las nuevas, primero necesitamos dejar ir las viejas. Esto puede ser atemorizante. Podemos sentirnos vacíos y perdidos durante un tiempo. Podemos sentirnos completamente solos, preguntándonos en qué estamos mal por haber dejado ir el proverbial pájaro en mano, cuando aún no hay nada en el arbusto.
Estar en medio se puede aplicar a muchas áreas de la vida y de la recuperación. Podemos estar entre dos empleos, carreras, hogares o metas. Podemos estar entre dos conductas mientras dejamos ir las viejas y aun no estamos seguros con qué las remplazaremos. Eso se pude aplicar a conductas que nos han protegido y nos han servido bien toda nuestra vida, tales como cuidar excesivamente a los demás o ser controladores.
Podemos experimentar muchos sentimientos cuando estamos en medio: brotes de pena por lo que hemos perdido o hemos dejado ir, y sentimientos de ansiedad, miedo y aprensión acerca de lo que viene.
Estos son sentimientos normales cuando se está en medio. Acéptalos.
Siéntelos. Libéralos.
Estar en medio no es divertido, pero es necesario. No durará para siempre. Podemos sentirnos como si estuviéramos parados, quietos, pero no es así. Estamos parados en un lugar que ésta en medio. Así es como llegamos desde aquí hasta allá. Este estado no es el destino final.
Estamos yendo hacia delante, aunque ahora estemos en medio.
Hoy aceptaré el sitio en donde estoy como el lugar ideal para mí. Si estoy en medio luchare por tener la fe en que este lugar no carece de un propósito y de que me está llevando hacia algo bueno.
VIDEO
https://youtu.be/mneRoxUWm-c
LECCIÒN AGOSTO 03
Adueñémonos de nuestro poder en las relaciones
Mucho de lo que yo llamo mi codependencia es miedo y pánico, porque pasé gran parte de mi vida sintiéndome abusada, atrapada y no sabiendo cómo cuidar de mí misma en mis relaciones.
Anónimo.
No importa por cuánto tiempo nos hayamos estado recuperado, podemos seguir tendiendo a darle nuestro poder a los demás, sean figuras de autoridad, un nuevo amor o una criatura.
Cuando hacemos esto, experimentamos la serie de emociones y de pensamientos que llamamos "la locura codependiente". Podemos sentirnos enojados, culpables, temerosos, confundidos y obsesionados. Podemos sentirnos dependientes y necesitados o volvernos demasiado controladores y rígidos. Podemos volver a conductas familiares en épocas de estrés. Y para los que tenemos asuntos de codependencia y de hijos adultos de alcohólicos por resolver, las relaciones pueden significar estrés.
No tenemos que quedarnos atascados en nuestra codependencia. No tenemos que avergonzarnos o culparnos a nosotros mismos, o a la otra persona, por nuestro estado. Simplemente necesitamos acordarnos de adueñarnos de nuestro poder.
Practica. Practica. Practica a usar tu poder para cuidar de ti mismo, no importa con qué estés lidiando, en dónde estés o qué estés haciendo. Esto es lo que significa la recuperación. Esto no significa que tratemos de controlar a los demás; no significa que nos volvamos cáusticos o abusivos. Significa que nos adueñamos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. El solo pensar en hacer esto puede generar miedo ¡Eso es normal! Cuida de ti mismo, de todas maneras. Las respuestas, y el poder para hacerlo, están dentro de ti ahora.
Empieza hoy. Empieza desde donde estás. Empieza cuidando lo que tú eres, en el momento presente, al máximo de tu capacidad.
Hoy me concentraré en adueñarme de mi poder para cuidar de mí mismo.
No dejaré que los miedos, ni un falso sentido de la vergüenza y la culpa, me impidan cuidarme a mí mismo.
VIDEO
https://youtu.be/w3GikJBdIMc
LECCIÒN AGOSTO 04
Vulnerabilidad
He aprendido que cuanto más vulnerable me permito ser, en realidad tengo más control de mí mismo.
Anónimo
Muchos de nosotros sentimos que sólo podemos mostrar nuestro lado fuerte, confiado. Creemos que la cara que tenemos que mostrarle al mundo debe ser siempre de educación, perfección, calma, fortaleza, control.
Aunque ciertamente es bueno y a menudo apropiado estar bajo control, calmados y fuertes, todos tenemos otro lado, esa parte de nosotros que se siente necesitada, que se asusta, que tiene dudas y que se enoja. Esa parte nuestra que necesita cuidados, amor y que la tranquilicen de que las cosas van a salir bien. Expresar estas necesidades nos hace vulnerables y menos que perfectos, pero este lado nuestro también necesita de nuestra aceptación.
Permitirnos a nosotros mismos ser vulnerables nos ayudará a formar relaciones duraderas. Compartir nuestra vulnerabilidad nos ayuda a sentirnos cerca de la gente y ayuda a los demás a sentir cercanía con nosotros. Nos ayuda a crecer en amor propio y en autoaceptación.
Nos ayuda a convertirnos en agentes curativos. Nos permite curarnos y ser accesibles a los demás.
Hoy me permitiré ser vulnerable con los demás cuando sea seguro y apropiado hacerlo.
VIDEO
https://youtu.be/7Yv_85MvSVw
LECCIÒN AGOSTO 05
Actitudes hacia el dinero
A veces, nuestra vida y nuestra historia puede estar tan llena de dolor que pensamos que es totalmente injusto que ahora tengamos que crecer y ser económicamente responsables de nosotros mismos.
El sentimiento es comprensible; la actitud no es sana.
Mucha gente en recuperación puede creer que ciertas personas en particular, y la vida en general, les deben brindar sustento después de lo que han pasado.
Para sentirnos bien con nosotros mismos, para encontrar la paz emocional y la libertad que estamos buscando en la recuperación, necesitamos limites sanos acerca del dinero, de lo que damos a los demás y de lo que nos permitimos recibir de los demás.
¿Sentimos que los demás nos deben dinero porque no podemos cuidar de nosotros mimos? ¿Creemos que los demás nos deben porque nosotros no tenemos tanto dinero como ellos? ¿Creemos consciente o inconscientemente que ellos nos "deben" dinero por el dolor emocional que sufrimos a consecuencia de nuestra relación con ellos o con otra persona?
Los daños y perjuicios los determina el juez, no el proceso de recuperación.
Los limites enfermizos acerca de lo que nos permitimos recibir de los demás no nos conducirán a relaciones sanas con los demás ni con nosotros mismos.
Prueba viendo en tu interior. La clave es nuestra actitud. La cuestión son los límites acerca de recibir dinero. Vuélvete dispuesto a enfrentar el reto de asumir la responsabilidad de ti mismo.
Hoy lucharé por tener límites claros, sanos, acerca de recibir dinero de los demás. Como parte de mi recuperación, analizaré concienzudamente mi historia financiera y examinaré si he tomado dinero ajeno de modo que no refleje unos límites sanos. Si descubro algunos incidentes que no reflejen una actitud sana y autoresponsabilidad, estaré dispuesto a reparar los daños y a desarrollar un plan razonable para hacerlo.
VIDEO
https://youtu.be/SkGvCiw-7WU
LECCIÒN AGOSTO 06
Soluciona los problemas
¡Los problemas son para resolverlos!
Algunos de nosotros nos pasamos más tiempo reaccionando al hecho de que tenemos un problema que tratando de solucionarlo. "¿Por qué me está pasando esto a mí?"... . "¿No es horrible la vida?"... . "¿Por qué tenía que ocurrir esto?"... . "Ay, caray. Esto es terrible"... .
"¿Por qué Dios (el universo, una agencia, una persona o la vida) la toma conmigo?"
Los problemas son inevitables. Algunos problemas se pueden anticipar. Otros son sorpresas. Pero la idea de que los problemas se dan en forma regular no necesita ser nunca una sorpresa.
Las buenas noticias son que para cada problema hay una solución. A veces, la solución es inmediata o nos lleva cierto tiempo descubrirla. Otras, la solución implica dejarlo ir. A veces, el problema debemos resolverlo nosotros; otras no. A veces, hay algo que podemos hacer claramente para solucionar el problema; otras, necesitamos batallar, patalear, hacer nuestra parte y luego confiar en la ayuda de nuestro Poder Superior.
A veces, el problema simplemente es parte de la vida; otras, es importante porque estamos aprendiendo algo a través de él y de su solución. A veces, los problemas acaban resultando ser algo bueno en nuestra vida. Nos hacen volvernos en una dirección que es mejor a la que de otra manera hubiéramos tomado.
A veces, los problemas simplemente son; otras, son una señal de advertencia de que estamos en el camino equivocado.
Podemos aprender a aceptar los problemas como parte inevitable de la vida. Podemos aprender a resolver problemas. Podemos aprender a identificar cuáles están tratando de conducirnos en una nueva dirección y cuáles simplemente piden una solución.
Podemos aprender a concentrarnos en la solución más que en el problema y mantener una actitud positiva hacia la vida y hacia el inevitable flujo de problemas y soluciones.
Hoy aprenderé a confiar en las soluciones, en vez de sentirme victimado por los problemas. No usaré los problemas para probar que estoy desamparado, acosado o martirizado. No señalaré mis problemas para probar lo horrible que es la vida. Aprenderé a confiar en el flujo de problemas y soluciones. Dios mío, ayúdame a resolver los problemas que puedo resolver hoy. Ayúdeme a dejar ir el resto.
Ayúdame a crecer en mi capacidad para afrontar los problemas y resolverlos. Ayúdame a confiar en la corriente. Para cada problema, hay una solución.
VIDEO
https://youtu.be/6rEqRM6Mb7U
LECCIÒN AGOSTO 07
Aprende a decir no
Para muchos de nosotros, la palabra más difícil de decir es una de las más cortas y fáciles del vocabulario: No. Anda, dilo en voz alta: No.
No, fácil de pronunciar, difícil de decir. Nos da miedo caerle mal a la gente, o nos sentimos culpables. Podemos creer que un "buen" empelado, hijo, padre, cónyuge o cristiano nunca dice no.
El problema es que si no aprendemos a decir no, dejamos de caernos bien a nosotros mismos y a la gente a la que siempre tratamos de complacer. Quizá incluso lleguemos a castigar a los demás a causa del resentimiento.
¿Cuándo decimos no? Cuando realmente queremos decir no.
Cuando aprendemos a decir no, dejamos de mentir. La gente puede confiar en nosotros, y nosotros podemos confiar en nosotros mismos.
Pasan todo tipo de cosas buenas cuando empezamos a decir lo que queremos.
Si nos asusta decir no, podemos darnos algo de tiempo. Podemos tomarnos un descanso, ensayar la palabra y volver para decir no. No tenemos que brindar largas explicaciones por nuestras decisiones.
Cuando podemos decir no, también podemos decir sí a lo bueno.
Nuestros noes y nuestros síes empiezan a ser tomados en serio. Ganamos control sobre nosotros mismos. Y es entonces cuando aprendemos un secreto: que en realidad no es tan difícil decir: "no".
Hoy diré no si eso es lo que quiero.
VIDEO
https://youtu.be/YOUsRlIPOfc
LECCIÒN AGOSTO 08
Aprende a decir sí
Ayer hablamos acerca de aprender a decir no. Hoy hablemos de otra palabra importante: sí.
Podemos aprender a decir sí a las cosas que nos hacen sentir bien, a lo que queremos, para nosotros mismos y para los demás.
Podemos aprender a decir sí a la diversión. Si a las reuniones, a llamar a un amigo, a pedir ayuda.
Podemos aprender a decir sí a las relaciones sanas, a la gente y a las actividades que nos convienen.
Podemos aprender a decir sí a nosotros mismos, a lo que queremos y necesitamos, a nuestros instintos y a la guía de nuestro Poder Superior.
Podemos aprender a decir sí cuando sentimos que es correcto ayudar a alguien. Podemos aprender a decir sí a nuestros sentimientos.
Podemos aprender a identificar cuándo necesitamos dar un paseo, tomar una siesta, que nos froten la espalda o comprarnos flores.
Podemos aprender a decir sí al trabajo que nos gusta. Podemos aprender a decir sí a todo lo que nos nutre y alimenta. Podemos aprender a decir sí a lo mejor que pueden ofrecernos la vida y el amor.
Hoy diré sí a todo lo que me hace sentir bien y siento que es conveniente.
VIDEO
https://youtu.be/ivazkEYkv_Y
LECCIÒN AGOSTO 09
Pidamos lo que necesitamos
Decide lo que quieres y necesitas, luego acude a la persona que te lo puede dar y pídeselo.
A veces se necesita trabajar duro y con mucha energía para obtener lo que queremos y necesitamos. Tenemos que pasar por el dolor de identificar lo que queremos, y luego luchar por creer que lo merecemos. Luego, quizá tengamos que experimentar la decepción de pedírselo a alguien y que esa persona nos lo niegue, y después imaginar lo que vamos a hacer a continuación.
A veces, obtener lo que queremos y necesitamos no es tan difícil; lo único que tenemos que hacer es pedirlo.
Podemos acudir a otra persona, o a nuestro Poder Superior, y pedirle lo que necesitamos.
Pero por lo difícil que puede ser a veces obtener lo que queremos y necesitamos, podemos quedar atrapados en el ánimo de creer que siempre será igual de difícil. A veces, por no querer tener una disputa, por tener pavor a luchar, o por miedo, convertirnos lo que queremos o necesitamos en algo mucho más difícil de lo que realmente es.
Podemos enojarnos antes de pedirlo, decidiendo que nunca obtendremos
lo que queremos, o anticipando la "pelea" que tendremos que
soportar. Para cuando hablamos con alguien acerca de lo que
queremos, podemos estar ya tan enojados que estemos exigiendo, no
pidiendo; así, nuestra ira nos lanza a un juego de poder que no
existía excepto en nuestra mente.
O podemos hartarnos tanto que no pedimos, o desperdiciamos mucha más energía de la necesaria luchando contra nosotros mismos, sólo para
descubrir luego que la otra persona, o nuestro Poder Superior, está feliz de darnos lo que queremos.
A veces tenemos que luchar y trabajar, y esperar por lo que queremos y necesitamos. A veces podemos obtenerlo simplemente pidiéndolo o comunicando qué es lo que queremos. Pide. Si la respuesta es no, o no es la que queremos, entonces podremos decidir qué hacer a continuación.
Hoy no provocaré una situación difícil que no existe con otras personas, o con mi Poder Superior, acerca de obtener lo que quiero y necesito. Si hay algo que necesite de alguien, se lo pediré primero, antes de empezar a batallar.
VIDEO
https://youtu.be/Y4jv3NhJY0M
LECCIÒN AGOSTO 10
Deja ir la perfección
A media que viajo a través de la recuperación, más y más aprendo que aceptarme a mí mismo y a mis idiosincrasias –riéndome de mi forma de ser- me hace adelantar mucho más que estarme fastidiando yo solo y tratando de ser perfecto. Quizá, en realidad, únicamente se trate de eso, de la autoaceptación absolutamente amorosa, jubilosa, que nutre.
Anónimo
Deja de esperar la perfección de ti mismo y de quienes te rodean.
Nos hacemos una cosa terrible, enojosa, a nosotros mismos y a los demás cuando esperamos la perfección. Provocamos una situación en la que los demás, incluyéndonos a nosotros mismos, no se sienten a gusto con nosotros. A veces, esperar la perfección pone a la gente tan tensa que ella y nosotros cometemos entonces más errores de lo normal por estar tan nerviosos y tan concentrados en los errores.
Eso no significa que permitimos conductas inadecuadas con el pretexto de que "nadie es perfecto". Eso no significa que no tengamos límites y expectativas razonables de la gente y de nosotros mismos.
Pero nuestras expectativas deben ser razonables. Esperar la perfección no es razonable.
La gente comete errores. Cuanto menos ansiosa, intimidada y reprimida esté por las expectativas de ser perfecta, mejor se desempeñará.
Luchar por la excelencia, la pureza en la creatividad, un desempeño armonioso y lo mejor que podemos ofrecer son cosas que no ocurren en la atmósfera frustrante, negativa, provocadora de miedo que se da cuando se espera la perfección.
Ten límites y fíjalos. Ten expectativas razonables. Esfuérzate por dar lo mejor de ti mismo. Alienta a los demás a hacer lo mismo. Pero sabe que nosotros y los demás cometeremos errores. Sabe que nosotros y los demás tendremos experiencias de aprendizaje, cosas que superar.
A veces, nuestras fallas e imperfecciones determinan nuestra calidad de únicos, como sucede en una obra de arte. Saboréemoslas.
Riámonos de ellas. Admitámoslas y admitámonos a nosotros mismos.
Alentemos a los demás y a nosotros mismos a hacer las cosas lo mejor que podamos. Amémonos y nutrámonos a nosotros mismos y a los demás por ser lo que somos. Y luego démonos cuenta de que no somos meramente humanos, que fuimos creados con la intención de ser humanos.
Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser perfecto, de insistir irracionalmente en que los otros sean perfectos. No usaré esto para tolerar el abuso ni el maltrato, sino para lograr tener expectativas adecuadas, equilibradas. Estoy creando una atmósfera sana de amor, de aceptación y de nutrimento a mi alrededor y en mi interior. Confío en que esta actitud hará que surja lo mejor de la gente y de mí.
VIDEO
https://youtu.be/AC6-PN7WN0I
LECCIÒN AGOSTO 11
Curación
Deja que la energía de la curación fluya a través de tu cuerpo.
La energía curativa de Dios, del universo, de la vida y de la recuperación nos rodea. Está a nuestra disposición, esperando a que la atraigamos, esperando a que la extraigamos. Está esperando en nuestras reuniones o grupos, en las palabras de una plegaria que se murmura, en un gesto gentil, en una palabra y un pensamiento positivo. La energía curativa está en el sol, en el viento, en la lluvia, en todo lo que es bueno.
Deja que venga la energía curativa. Atráela. Acéptala. Déjala que te empape. Respira la luz dorada. Exhala. Deja ir el miedo, la ira, el dolor, la duda. Deja que la energía curativa fluya hacia ti, a través de ti.
Es tuya si la pides, si crees en ella.
Hoy pediré y aceptaré la energía curativa de Dios y del universo. La dejare fluir hacia mi, a través de mí, y que regrese a los demás. Yo soy parte del ciclo continuo de curación, y uno con él.
VIDEO
https://youtu.be/znKDKpAXy4g
LECCIÒN AGOSTO 12
Seamos directos
Es un gusto estar cerca de la gente que es directa.
Nunca tenemos que averiguar lo que realmente está pensando o sintiendo, porque es honesta acerca de sus pensamientos y expresa abiertamente sus sentimientos.
Nunca tenemos que preguntarnos si realmente están con nosotros porque quieren, o por un sentimiento de culpa y de obligación.
Cuando hacen algo por nosotros, no tenemos que preocuparnos de que acaben teniendo resentimientos hacia nosotros porque por lo general la gente directa hace cosas que la complace a ella misma.
No tenemos que inquietarnos acerca del estatus de nuestra relación con ellos, porque si se lo preguntamos, nos lo dirán.
No tenemos que preocuparnos si están enojados, porque lidian abiertamente con su ira y la resuelven de inmediato.
No tenemos que preguntarnos si estarán hablando de nosotros a nuestras espaldas, porque si tienen algo que decir, nos lo dirán directamente.
No tenemos que preguntarnos si podemos confiar en ella porque la gente directa es digna de confianza.
¿No sería bueno que todos fuéramos directos?
Hoy dejaré ir mis ideas acerca de que de alguna manera es bueno o deseable ser indirectos. En vez de ello, me esforzaré por ser honesto, directo y claro en mi comunicación con los demás. Haré que comience por mí el ser directo en mis relaciones.
VIDEO
https://youtu.be/pFQTiNZgh8c
LECCIÒN AGOSTO 13
Los amigos
No pases por alto el valor de la amistad. No descuides a tus amigos.
Los amigos son una alegría. Las amistades adultas pueden ser un buen lugar para que aprendamos a divertirnos y a apreciar cuánto nos podemos divertir con un amigo.
Los amigos pueden ser un consuelo. ¿Quién nos conoce mejor, o es más capaz de darnos apoyo, que un buen amigo? Una amistad es un sitio confortable en el que podemos ser nosotros mismos. A menudo, los amigos que escogemos reflejan las cuestiones sobre las que estamos trabajando. Dar y recibir apoyo ayudará a ambos a crecer.
Algunas amistades tienen altibajos y pasan por ciclos a través de los años. Otras se marchitan cuando una persona crece más que la otra. Ciertamente, todos pasamos por pruebas con nuestras amistades y, a veces, éstas exigen que practiquemos nuestras conductas de recuperación. Pero algunas amistades duran toda la vida. Hay relaciones amorosas especiales y hay amistades. A veces, nuestras amistades -especialmente las amistades de la recuperación- pueden ser también relaciones amorosas especiales.
Hoy buscaré a un amigo. Me permitiré disfrutar del consuelo, de las alegrías y de la calidad duradera de mis amistades.
VIDEO
https://youtu.be/5ci4Y8AQMkQ
LECCIÒN AGOSTO 14
Adueñémonos de nuestro poder
Muchos de nosotros tenemos alguien en nuestra vida que desafía nuestra capacidad para confiar y cuidar de nosotros mismos.
Cuando escuchamos la voz de esa persona o estamos en su presencia, podemos olvidar todo lo que sabemos que es real, acerca de cómo ser dueños de nuestro poder, de cómo ser directos acerca de lo que sabemos y creemos que es verdad, de lo importantes que somos.
Le cedemos nuestro poder a esa persona. Nuestro niño interior queda enganchado en una mezcla de sentimientos poderosos, de amor, miedo o ira. Podemos sentirnos atrapados, impotentes, o tan atraídos por ella, que no podemos pensar con claridad. Puede darse una poderosa
contienda entre los sentimientos de ira y nuestra necesidad de ser amados y aceptados, o entre nuestra cabeza y nuestro corazón.
Podemos estar tan prendidos a ella o tan intimidados, que volvemos a nuestra creencia de que no podemos reaccionar ante esta persona o responderle de manera diferente.
Nos quedamos enganchados.
No tenemos por qué quedar bajo un hechizo.
Empezamos por hacernos conscientes de la gente que nos engancha, y luego lo aceptamos.
Podemos forzarnos a reaccionar distinto hacia esa persona, aunque esa nueva reacción nos resulte difícil e incómoda.
Indaga cuáles son tus motivaciones ¿Estamos de alguna manera tratando de controlar o de influir en esa persona? No podemos hacer cambiar a otra persona, pero podemos dejar de jugar nuestra parte en el juego. Una buena manera de hacerlo es desapegándonos y dejando ir cualquier necesidad de control.
El siguiente paso es aprender a adueñarnos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos, de ser como somos cuando estamos libres de su influencia. Podemos aprender a adueñarnos de nuestro poder con la gente difícil. Puede que no ocurra de la noche a la mañana, pero podemos comenzar, hoy, a cambiar nuestras reacciones autoderrotistas hacia la gente que nos ha enganchado.
Dios mío, ayúdame a identificar las relaciones en las cuales yo haya renunciado a mi poder. Ayúdame a desengancharme y a empezar a adueñarme de mi poder.
VIDEO
https://youtu.be/O20OcPC43AU
LECCION AGOSTO 15
Deja espacio para los sentimientos
Necesitamos darnos espacio a nosotros mismos y dárselo a los demás para trabajar con nuestros sentimientos.
Somos gente, no robots. Una parte importante de nosotros –quiénes somos, cómo crecemos, cómo vivimos- está conectada a nuestro centro emocional. Tenemos sentimientos, a veces difíciles, a veces desgarradores, a veces explosivos, sobre los que necesitamos trabajar.
Al afrontar estos sentimientos y trabajar en ellos crecemos nosotros y los demás. En las relaciones, ya sea en una relación amorosa, en una amistad, en una relación familiar o en una relación de negocios, la gente necesita espacio para experimentar sus sentimientos y trabajar en ellos.
Algunos le llaman " atravesar el proceso".
Es irracional esperar de nosotros mismos o de los demás que no necesitamos tiempo y espacio para trabajar sobre nuestros sentimientos. Estaríamos disponiéndonos a nosotros mismos y a nuestras relaciones al fracaso si no nos damos este tiempo y este espacio en nuestra vida.
Necesitamos tiempo para trabajar con los sentimientos. Necesitamos espacio y permiso para trabajar con estos sentimientos de la manera embarazosa, incómoda, a veces desordenada en que la gente trabaja sobre ellos.
Así es la vida. Así es el crecimiento. Así está bien. Podemos darle espacio a los sentimientos. Podemos dejar que la gente tenga tiempo y permiso para trabajar sobre sus sentimientos. No tenemos que mantenernos a nosotros mismos y mantener a los demás bajo una rienda tan tirante. Mientras trabajamos sobre nuestros sentimientos no tenemos que gastar energía innecesaria reaccionando a cada sentimiento que tengamos nosotros mismos o los demás. No tenemos por qué tomar tan en serio nuestros sentimientos, ni los sentimientos de los demás, mientras nosotros o ellos estamos en el proceso de trabajar sobre ellos.
Deja que los sentimientos fluyan y confía adónde te está llevando este flujo.
Puedo fijar límites razonables para una conducta y, aun así dejar espacio para todo un rango de emociones.
VIDEO
https://youtu.be/Pj1l6_634lU
LECCION AGOSTO 16
Rescatémonos a nosotros mismos
A nadie le gusta un mártir.
¿Cómo nos sentimos cerca de los mártires? Culpables, enojados, atrapados, negativos y ansiosos por escapar.
De alguna manera, muchos de nosotros hemos desarrollado la creencia de que privándonos, no cuidando de nosotros mismos, siendo víctimas y sufriendo sin necesidad conseguiremos lo que deseamos.
Es nuestra labor darnos cuenta de nuestras capacidades, de nuestros puntos fuertes y cuidar de nosotros mismos desarrollándolos y actuando de acuerdo con ellos.
Es nuestra labor percatarnos de nuestro dolor y cansancio y cuidar adecuadamente de nosotros mismos.
Es nuestra labor percatarnos de nuestra privación, también, y empezar a dar pasos para darnos a nosotros mismos abundancia. Esto comienza en nuestro interior, cambiando lo que creemos merecer, renunciando a nuestra privación y tratándonos a nosotros mismos de la manera como merecemos ser tratados.
La vida es dura, pero no tenemos por qué hacerla más difícil descuidándonos a nosotros mismos. No hay gloria en el sufrir, sólo hay sufrimiento. Nuestro dolor no cesará cuando llegue un rescatador, sino cuando asumamos la responsabilidad que tenemos hacia nosotros mismos y detengamos nuestro dolor.
Hoy yo seré mi propio rescatador. Dejaré de estar esperando a que alguien más resuelva mis asuntos y solucione mis problemas por mí.
VIDEO
https://youtu.be/r_ZljoOi5rY
LECCION AGOSTO 17
Pensamientos curativos
Concibe pensamientos curativos.
Cuando sientas ira o resentimiento, pídele a Dios que te ayude a sentirlos, a aprender de ellos y a liberarte de ellos. Pídele que bendiga a aquellos hacia quienes sientes ira.
Pídele que te bendiga a ti también.
Cuando sientas miedo, pídele que lo aparte de ti. Cuando te sientas desgraciado, oblígate a sentir gratitud. Cuando te sientas privado, sabe que hay lo suficiente.
Cuando te sientas avergonzado, tranquilízate diciéndote qué está bien que seas como eres. Eres suficientemente bueno.
Cuando tengas dudas de tu tiempo o de tu posición actual en la vida, asegúrate a ti mismo que todo está bien; que estas justamente donde debes estar. Tranquilízate diciéndote que los demás también lo están.
Cuando ponderes el futuro, dite a ti mismo que éste será bueno.
Cuando voltees a ver el pasado, abandona los remordimientos.
Cuando te des cuenta de los problemas, afirma que habrá una solución oportuna y que de ellos saldrá un regalo.
Cuando te resistas a sentimientos o pensamientos, practica la aceptación. Cuando te sientas incómodo, sabe que se te pasará.
Cuando identifiques un deseo o una necesidad, repítete a ti mismo que será satisfecho.
Cuando te preocupes por aquellos que amas, pídele a Dios que los cuide y los proteja. Cuando te preocupes por ti mismo, pídele a El que haga lo mismo.
Cuando pienses en los demás, piensa en el amor. Cuando pienses en ti mismo, piensa en el amor.
Luego mira a tus pensamientos transformar la realidad.
Hoy pensaré pensamientos curativos.
VIDEO
https://youtu.be/eD0yyose0MA
LECCION AGOSTO 18
Valora este momento
El desapego implica vivir el momento presente, vivir en el aquí y en el ahora. Permitimos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho a cada día .
Ya no seas codependiente.
En este momento estamos justo donde necesitamos estar, justo donde debemos estar.
Cuán frecuentemente desperdiciamos nuestro tiempo y energía deseando que fuéramos alguna otra persona, que estuviéramos haciendo alguna otra cosa, o que estuviéramos en alguna otra parte. Podemos desear que nuestras circunstancias actuales fueran distintas.
Sin necesidad nos confundimos y desviamos nuestra energía al pensar que nuestro momento presente es un error. Pero estamos justamente donde necesitamos estar por ahora. Nuestros sentimientos, pensamientos, circunstancias, retos, tareas, todo está programado.
Echamos a perder la belleza del momento presente deseando cualquier otra cosa.
Vuelve a casa contigo mismo. Vuelve a casa al momento presente. No cambiaremos las cosas escapando al momento o abandonándolo.
Cambiaremos las cosas sometiéndonos al momento y aceptándolo.
Algunos momentos son más fáciles de aceptar que otros. Para confiar en el proceso, para confiar en él en su totalidad, sin permanecer en el pasado ni atisbar demasiado lejos en el futuro, se requiere una gran cantidad de fe. Sométete al momento. Si te estás sintiendo enojado, ponte furioso. Si estas fijando un límite, sumérgete en ello. Si estás en proceso de pena, siente la pena. Métete en ella.
Camina hacia donde te lleve el instinto. Si estás esperando, espera.
Si tienes una tarea que hacer, tírate al trabajo. Métete en el momento; el momento es correcto.
Somos quienes somos, y eso está bien. Es justamente donde debemos estar para llegar hacia donde vamos a estar mañana. Y ese lugar será bueno.
Ha sido planeado con amor para nosotros.
Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser alguien más de lo que soy hoy. Ayúdame a sumergirme totalmente en el momento presente.
Aceptaré mis momentos presentes y me someteré a ellos, a los difíciles y a los fáciles, confiado en el proceso completo. Dejaré de estar tratando de controlar el proceso; en vez de ello, me relajaré y me permitiré experimentarlo.
VIDEO
https://youtu.be/zJitNoxUYp0
LECCION AGOSTO 19
Deja ir la vergüenza
La vergüenza es ese sentimiento oscuro, poderoso, que nos detiene.
Si, la vergüenza puede impedir que actuemos apropiadamente. Pero muchos de nosotros hemos aprendido a unir la vergüenza con las conductas sanas que son las que más nos convienen.
En las familias disfuncionales se puede asociar la vergüenza a conductas sanas, tales como hablar acerca de los sentimientos, tomar alternativas, cuidar de nosotros mismos, divertirse, tener éxito, o incluso sentirnos bien con nosotros mismos.
Se puede haber asociado la vergüenza al hecho de pedir lo que queremos y necesitamos, a comunicarnos directa y honestamente, y a dar y recibir amor.
A veces, la vergüenza se disfraza de miedo, indignación, indiferencia, o de una necesidad de correr a escondernos, escribió Stephanie. E. Pero si la sentimos oscura y nos hace sentirnos mal acerca de quiénes somos, probablemente sea vergüenza.
En la recuperación estamos, aprendiendo a identificar la vergüenza.
Cuando podamos reconocerla, podremos empezar a dejarla ir. Podemos amarnos y aceptarnos a nosotros mismos, empezando ahora.
Y tenemos derecho a ser, a estar aquí, a ser lo que somos. Y nunca tenemos por qué dejar a la vergüenza que nos diga otra cosa.
Hoy atacaré y conquistaré la vergüenza en mi vida.
VIDEO
https://youtu.be/Uh99iMU9OQ4
LECCION AGOSTO 20
Honestidad en las relaciones
Podemos ser honestos y directos acerca de nuestros límites en las relaciones y acerca de los parámetros de una relación en particular.
Quizá ninguna otra área de nuestra vida refleje nuestra calidad de únicos y nuestra individualidad en la recuperación más que nuestras relaciones. Algunos de nosotros tenemos una relación de compromiso.
Algunos de nosotros salimos con alguien. Algunos de nosotros no salimos con nadie. Algunos de nosotros estamos viviendo con alguien.
Algunos de nosotros quisiéramos salir con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos tener una relación de compromiso. Algunos de nosotros nos embarcamos en relaciones nuevas después de la recuperación. Algunos de nosotros permanecemos dentro de la relación que teníamos antes de comenzar la recuperación.
También tenemos otras relaciones. Tenemos amigos. Relaciones con los hijos, con los padres, con el resto de la familia. Tenemos relaciones profesionales, relaciones con gente en el trabajo.
Necesitamos ser capaces de ser honestos y directos en nuestras relaciones. En un área en la que podemos ser honestos y directos es en los parámetros de nuestras relaciones. Podemos definir nuestras relaciones con la gente, una idea que escribieron Charlotte Kasl y otros, y podemos pedirle que sea honesta y directa al definir su punto de vista acerca de su relación con nosotros.
Causa confusión estar dentro de una relación y no saber dónde estamos parados, ya sea en el trabajo, en una amistad, con miembros de la familia, o en una relación amorosa. Tenemos derecho a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué es lo que queremos que sea. Pero las relaciones igualan a dos personas que tienen iguales derechos. La otra persona necesita ser capaz de definir la relación también. Tenemos derecho a saber y a preguntar.
Lo mismo ellos.
La honestidad es la mejor política.
Podemos fijar límites. Si alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y honestos acerca de lo que queremos nosotros, acerca del nivel de participación que nos proponemos tener. Podemos decirle a la persona lo que puede esperar razonablemente por parte nuestra, porque eso es lo que queremos dar.
La forma como la persona lo maneje es asunto suyo. Si se lo decimos o no es asunto nuestro.
Podemos establecer límites y definir las amistades cuando éstas provoquen confusión.
Podemos incluso definir las relaciones con los niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y exceden a nuestros parámetros.
Necesitamos definir las relaciones amorosas y lo que éstas significan para cada persona. Tenemos derecho a hacer preguntas y a recibir respuestas claras. Tenemos derecho a hacer nuestras propias definiciones y a tener nuestras propias expectativas. Y lo mismo la otra persona.
Ser honestos y directos es la única política. A veces, no sabemos qué queremos en una relación. A veces, la otra persona no lo sabe.
Pero cuanto más pronto podamos definir una relación, con la ayuda de la otra persona, más pronto podremos decidir el curso adecuado de conducta para nosotros mismos.
Cuanto más claros nos volvamos al definir nuestras relaciones, más podremos cuidar de nosotros mismos en esa relación.
Tenemos derecho a nuestros límites, deseos y necesidades. Lo mismo la otra persona. No podemos obligar a nadie a estar dentro de una relación ni a participar al nivel que nosotros deseamos si él o ella no quieren. Todos tenemos derecho a que no se nos obligue.
La información es una herramienta poderosa, y tener la información acerca de lo que es una relación particular -los límites y definiciones de la misma- nos dará la fuerza para cuidar de nosotros respecto de ella.
Las relaciones llevan un tiempo para formarse, pero en algún punto podemos razonablemente esperar una definición clara de lo que es la relación y cuáles son sus límites. Si chocan las definiciones, somos libres de tomar una nueva decisión basándonos en la información adecuada acerca de lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.
Hoy me esforzaré por ser claro y directo en mis relaciones. Si ahora tengo algunas relaciones lóbregas y poco definidas, y si les he dado el tiempo adecuado para formarse, empezaré a tomar acción para definir esa relación. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca de definir y comprender la naturaleza de mis relaciones actuales.
Guíame a la claridad, a pensar clara, sanamente. Ayúdame a saber que lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo conseguir eso de la otra persona, lo que quiero sigue estando bien, pero no es posible en el momento presente. Ayúdame a aprender a no renunciar a lo que quiero y necesito, sino dame la fuerza para hacer elecciones apropiadas, sanas, acerca de dónde conseguirlo.
VIDEO
https://youtu.be/13wsCvPo96I
LECCION AGOSTO 21
Desapeguémonos en las relaciones
Cuando al principio nos vemos expuestos al concepto del desapego, muchos de nosotros lo encontramos objetable y cuestionable. Podemos pensar que desapegarse significa que a uno no le importan los demás.
Podemos creer que al controlar, al preocuparnos, y al tratar de forzar las cosas a que sucedan, estamos demostrando cuánto nos importan.
Podemos creer que el controlar, el preocuparnos y el forzar las cosas, de alguna manera afectarán el resultado que deseamos.
Controlar, preocuparse y forzar no funcionan. Aunque tuviéramos razón, el controlar no funciona. En algunos casos, puede impedir el resultado que esperamos.
A medida que practicamos el desapego con la gente en nuestra vida, empezamos lentamente a aprender la verdad. Desapegarse, y de preferencia desapegarse con amor, es una conducta en las relaciones que sí funciona .
También aprendemos algo más. El desapego -el dejar ir nuestra necesidad de controlar a la gente- mejora todas nuestras relaciones.
Le abre la puerta al mejor resultado posible. Reduce nuestro nivel de frustración y nos libera a nosotros mismos y a los demás para vivir en paz y armonía.
Desapegarse quiere decir que nos importamos nosotros mismos y que nos importan los demás. Nos libera para tomar las mejores decisiones posibles. Nos capacitan para fijar los límites que necesitamos establecer con la gente. Nos permite tener nuestros sentimientos, dejar de reaccionar e iniciar un posible curso de acción. Alienta a los demás a hacer lo mismo.
Le permite a nuestro Poder Superior entrar en escena y obrar.
Hoy confiaré en el proceso de desapegarme con amor. Entenderé que no solo estoy dejando ir; estoy dejando ir las cosas y dejando actuar a Dios. Estoy amando a los demás, pero también me estoy amando a mí mismo.
VIDEO
https://youtu.be/6tjn5tXg31M
LECCION AGOSTO 22
Responsabilidad para con los miembros de la familia.
Todavía recuerdo a mi madre apretándose el corazón, amenazando con tener un infarto y morir, y echándome la culpa a mí.
Anónimo
Para algunos de nosotros, la idea de que éramos responsables de los sentimientos de otras personas tuvo su raíz en la niñez y nos fue imbuida por miembros de nuestra familia nuclear. Nos pueden haber dicho que hacíamos desgraciados a nuestra madre o a nuestro padre, llevándonos directamente a la idea de que también éramos responsables de hacerlos felices. La idea de que éramos responsables de la felicidad o de la infelicidad de nuestros padres puede infundirnos sentimientos exagerados de poder y de culpa.
No tenemos esta clase de poder con nuestros padres, sobre sus sentimientos o sobre el curso de sus vidas. No tenemos por qué permitirles que tengan este tipo de poder sobre nosotros.
Nuestros padres lo hicieron lo mejor que pudieron. Pero aun así nosotros no tenemos por qué aceptar una creencia suya que no sea una creencia sana. Podrán ser nuestros padres, pero no siempre tienen la razón. Podrán ser nuestros padres, pero sus creencias y conductas no siempre son sanas y no son siempre las que más nos convienen.
Somos libres de examinar y de elegir nuestras creencias. Deja ir la culpa. Deja ir los sentimientos excesivos e inadecuados de responsabilidad hacia los padres y otros miembros de la familia. No tenemos por qué permitir que sus creencias destructivas nos controlen a nosotros, a nuestros sentimientos, a nuestros conductas o a nuestra vida.
Hoy empezaré el proceso de liberarme de cualquier sentimiento autoderrotista que mis padres me puedan haber transmitido. Me esforzaré por tener ideas y límites adecuados en lo que concierne a cuánto poder y cuánta responsabilidad tengo realmente en mi relación con mis padres.
VIDEO
https://youtu.be/XzrjBt8Ux3M
LECCION AGOSTO 23
El cuidado de uno mismo
¿Cuándo nos volveremos dignos de ser amados? ¿Cuándo nos sentiremos seguros? ¿Cuándo tendremos toda la protección, los mimos y el amor que tanto merecemos? Lo tendremos cuando empecemos a dárnoslo a nosotros mismos.
Más allá de la codependencia
La idea de darnos a nosotros mismos lo que queremos y necesitamos puede causar confusión, especialmente si hemos pasado muchos años no sabiendo que está bien que nos cuidemos a nosotros mismos. Quitar nuestra energía y nuestra concentración de los demás y de sus responsabilidades y poner esa energía sobre nosotros y nuestras
responsabilidades es una conducta de recuperación que se puede adquirir.
La aprendemos a través de la práctica cotidiana.
Empezamos por relajarnos, respirar profundamente y dejar ir los miedos lo suficiente para sentirnos lo más en paz que podamos.
Luego, nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo hoy, o en este momento?
¿Qué necesito y qué quiero hacer?
¿Qué demostraría amor y autorresponsabilidad?
¿Estoy atrapado en la creencia de que los otros son responsables de hacerme feliz, de que son responsables de mí?
Entonces, lo primero que debo hacer es corregir mi sistema de creencias. Yo soy responsable de mí mismo.
¿Me siento ansioso y preocupado por una responsabilidad que he estado descuidando? Entonces, tal vez necesito dejar ir mis miedos y atender esa responsabilidad.
¿Me siento abrumado, fuera de control? Quizás necesite volver al primero de los Doce Pasos.
¿He estado trabajando demasiado? Tal vez lo que necesite hacer sea darme un descanso y hacer algo divertido.
¿He estado descuidando mi trabajo o mis tareas cotidianas? Entonces, tal vez lo que necesite hacer es volver a mi rutina.
No hay una receta, una fórmula, una guía para el cuidado de uno mismo. Cada uno de nosotros tiene una guía, y esa guía está en nuestro interior. Necesitamos hacernos la pregunta: ¿Qué necesito hacer para cuidar amorosa, responsablemente de mí mismo? Luego, necesitamos escuchar la respuesta. Cuidar de uno mismo no es tan
difícil. La parte más desafiante está en confiar en la respuesta, y en tener el valor de actuar conforme a ella una vez que la hemos escuchado.
Hoy me concentraré en cuidar de mí mismo. Confiaré en mí mismo y en mi Poder Superior para guiarme en este proceso.
VIDEO
https://youtu.be/W5eR6iV1KBI
LECCION AGOSTO 24
Paso Ocho
Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
Paso Ocho de Al-Anón
El paso Ocho no es para castigarnos; es para liberarnos de la culpa, de la ansiedad y de la discordia.
Empezamos haciendo una lista de todas las personas a quienes hemos hecho algún daño en nuestro camino, mientras luchábamos por sobrevivir. Probablemente nos hemos hecho más daño a nosotros mismos que a cualquier otra persona, de modo que pongámonos en primer lugar en la lista.
A menudo, nuestra tendencia es sentirnos culpables por todo lo que hemos hecho, acerca de todo mundo con quien hemos entrado en contacto. Estos son sentimientos de culpa gratuitos. Escribir nos ayuda a aclarar si nos estamos castigando sin razón o no. Pero necesitamos estar abiertos a la guía a medida que trabajamos este
Paso echándolo todo para afuera y poniéndolo sobre el papel, para que podamos sanar.
Una vez que hemos hecho la lista, nos esforzamos por disponernos a reparar los daños causados a todas las personas que aparezcan en ella porque así es como nos curaremos. Reparar el daño no significa sentirse culpable y avergonzado, y castigarse uno mismo; significa que nos traguemos nuestro orgullo y nuestras defensas, y que hagamos lo que podamos para cuidar de nosotros mismos.
Nos preparamos para mejorar nuestra autoestima asumiendo la responsabilidad de nuestras conductas. Nos disponemos a restaurar nuestras relaciones con nosotros mismos, con los demás y con nuestro Poder Superior.
Hoy me abriré a un entendimiento honesto con la gente que he dañado.
Dios mío, ayúdame a dejar ir mis defensas y mi orgullo. Ayúdame a estar dispuesto a reparar los daños que he causado, para que pueda mejorar mis relaciones conmigo mismo y con los demás.
VIDEO
https://youtu.be/pI_pkBBl0QI
LECCION AGOSTO 25
Estemos dispuestos a reparar los daños
El Paso Ocho está hablando de un cambio de corazón, de un cambio curativo.
Esta actitud puede ser el principio de una gran cadena de recuperación y de curación en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Significa que estamos dispuestos a dejar ir nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes obstáculos para nuestra capacidad de dar y recibir amor.
En el Paso Ocho hacemos una lista de toda la gente que hemos dañado, y nos permitimos a nosotros mismos experimentar una actitud curativa hacia ellos. Es una actitud de amor.
En este Paso, no nos arrojamos con locura y empezamos a gritar: "¡Lo siento!". Hacemos nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino para facilitar la curación. Antes de que realmente reparemos daños o empecemos a considerar la manera apropiada de repararlos, nos permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra actitud. Ahí es donde comienza la curación, en nuestro interior.
Esto puede cambiar la energía. Puede cambiar la dinámica. Puede hacer comenzar el proceso, antes de que abramos la boca y digamos lo siento.
Abre la puerta del amor. Abre la puerta a la energía del amor y de la curación. Nos capacita para llenarnos de sentimientos y energía positivos.
Esa energía se puede sentir alrededor del mundo, y comienza dentro
de nosotros.
¿Con cuánta frecuencia, después de haber sido lastimados, deseábamos que la persona simplemente reconociera nuestro dolor y dijera, "lo siento"? ¿ Cuán tan a menudo hemos deseado que la persona simplemente nos viera, nos escuchara y volviera hacia nosotros la energía del amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo menos un cambio de corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las relaciones manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a menudo.
Los otros también lo desean. Eso no es ningún secreto. La energía de la curación comienza con nosotros. Nuestra disposición para reparar el daño puede beneficiar o no a la otra persona; él o ella pueden o no estar dispuestos a olvidarse del asunto.
Pero nosotros nos curamos. Nos volvemos capaces de amar.
Hoy trabajaré por lograr un cambio de corazón si están presentes la dureza de corazón, la defensividad, la culpa o la amargura. Me dispondré a dejar ir esos sentimientos y a reemplazarlos por la energía curativa del amor.
VIDEO
https://youtu.be/GYTEz2ikjYk
LECCION AGOSTO 26
Reparemos daños
Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado,
excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
Paso Nueve de Al-Anón
Cuando reparemos daños, necesitamos ser claros acerca de la causa por la que estamos ofreciendo disculpas y de la mejor manera de decir que lo sentimos. Lo que realmente estamos haciendo con nuestra reparación es asumir la responsabilidad de nuestra conducta.
Necesitamos estar seguros de que el proceso mismo no sea contraproducente o doloroso.
A veces necesitamos disculparnos directamente por una cosa que hemos hecho en particular o por la parte que nos corresponde en un problema.
Otras, en vez de decir "lo siento", lo que necesitamos hacer es trabajar por cambiar nuestra conducta hacia la persona.
Hay veces en que sacar a relucir lo que hemos hecho y ofrecer disculpas por ello empeoraría las cosas.
Tenemos que confiar en el momento adecuado, en la intuición, y en la guía en este proceso de la reparación de daños. Una vez que estemos dispuestos, podemos dejarlos ir y proseguir con nuestra reparación en forma pacífica, consistente, armoniosa. Si nada nos parece bien o apropiado, si sentimos que lo que estamos a punto de hacer provocaría una crisis o causaría estragos, necesitamos confiar en ese sentimiento.
Aquí cuentan la honestidad, el ser abiertos y el estar dispuestos.
En paz y armonía podemos esforzarnos por poner en claro nuestras relaciones.
Merecemos estar en paz con nosotros mismos y con los demás.
Hoy estaré abierto a reparar cualquier daño que necesite reparar con la gente. Esperaré la Guía Divina en el proceso de hacer cualquier reparación que no tenga bien clara. Actuaré cuando se me guíe a hacerlo. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi miedo de enfrentar a la gente y asumir la responsabilidad de mi conducta. Ayúdame a saber que no estoy menoscabando mi autoestima al hacer esto; la estoy mejorando.
VIDEO
https://youtu.be/dI3do5W_MiM
LECCION AGOSTO 27
Negligencia
La negligencia –no actuar en el momento oportuno- es una conducta auto derrotista. Produce ansiedad, culpa, desarmonía y que tengamos una machacona conciencia de la tarea que la vida nos está diciendo que es tiempo de hacer.
No siempre estamos siendo morosos cuando dejamos algo para después.
A veces, hacer algo antes del momento preciso puede ser tan contraproducente como esperar demasiado.
Podemos aprender a discernir la diferencia. Escúchate a ti mismo.
Escucha al universo. ¿A qué se le ha pasado ya el tiempo de que lo hicieras y te está creando ansiedad y te está aguijoneando por dentro?
¿Hay algo en tu vida que estés evitando porque no quieres enfrentarlo? ¿Se está haciendo cada vez más grande la ansiedad por estarlo posponiendo?
A veces, la ira, el miedo o el sentirse impotente puede motivar la negligencia. A veces, la negligencia simplemente se ha convertido en algo habitual.
Confía en ti mismo y escúchate a ti, a tu Poder Superior y al Universo. Vigila los signos y señales. Si es tiempo de hacer algo, hazlo ahora. Si aún no es tiempo, espera hasta que sea el momento oportuno.
Dios mío ayúdame a estar a tiempo y en armonía con mi vida. Ayúdame a sintonizarme al Divino Orden y a la Divina Regulación del Tiempo y a confiar en ellos.
VIDEO
https://youtu.be/ZguKvRKpjI0
LECCION AGOSTO 28
Cuidemos de nosotros mismos en el trabajo
Está bien cuidar de nosotros mismos en el trabajo. No solo está
bien, es necesario.
Cuidar de nosotros mismos en el trabajo significa que lidiemos
adecuadamente con los sentimientos; que asumamos la responsabilidad
que tenemos hacia nosotros mismos. Nos desapegamos cuando sea
necesario el desapego.
Fijamos límites cuando necesitemos hacerlo.
Negociamos conflictos; tratamos de separar nuestros asuntos de los
asuntos de otras personas y no esperamos la perfección de nosotros
mismos ni de los demás.
Dejemos ir nuestra necesidad de controlar lo que no podemos
108
controlar. En vez de ello, nos esforzamos por la paz y la
gobernabilidad, por adueñarnos de nuestro poder para ser lo que
somos y para cuidar de nosotros mismos.
No toleramos el abuso, ni abusamos ni maltratamos a nadie más.
Trabajamos por dejar ir nuestro miedo y por desarrollar una
confianza adecuada. Tratamos de aprender de nuestros errores, pero
nos perdonamos a nosotros mismos cuando los cometemos.
Tratamos de no colocarnos en empleos que no era posible que
funcionaran, o en empleos que no son adecuados para nosotros. Si nos
encontramos en una de esas circunstancias, enfrentamos
responsablemente el asunto.
Averiguamos cuales son nuestras responsabilidades y generalmente nos
ceñimos a ellas, a menos que se llegue a otro acuerdo. Dejamos
espacio para los grandes días y para aquéllos no tan grandes.
Somos gentiles y amorosos con la gente siempre que sea posible, pero
somos asertivos y firmes cuando eso es lo que se necesita.
Aceptamos nuestros puntos fuertes y los acrecentamos. Aceptamos
nuestras debilidades y limitaciones, incluyendo las limitaciones de
nuestro poder.
Nos esforzamos por dejar de tratar de controlar y de cambiar lo que
no es asunto nuestro cambiar. Nos concentramos en lo que es nuestra
responsabilidad y en lo que podemos cambiar.
Fijamos metas razonables. Nos tomamos en cuenta a nosotros mismos.
Luchamos por lograr el equilibrio.
A veces nos permitimos una buena sesión de congoja para echar todo
para afuera, pero lo hacemos apropiadamente, de forma que nos
cuidemos a nosotros mismos y liberemos nuestros sentimientos, no para
sabotearnos. Nos esforzamos por evitar los chismes maliciosos y otras
conductas contraproducentes.
Evitamos la competencia, luchando por la cooperación y por un
espíritu amoroso. Entendemos que nos pueden caer bien algunas
personas que trabajen con nosotros y caernos mal otras, pero nos
esforzamos por encontrar armonía y equilibrio con todo el mundo. No
negamos lo que sentimos hacia cierta persona, pero nos esforzamos
por mantener buenas relaciones de trabajo siempre que sea posible.
Cuando no sabemos, decimos no sabemos. Cuando necesitamos ayuda, la
pedimos directamente. Cuando el pánico se apodera de nosotros, lo
tratamos como un asunto separado y tratamos de no permitir que
nuestro trabajo y nuestra conducta sean controlados por el pánico.
Nos esforzamos por cuidar responsablemente de nosotros mismos
pidiendo de forma adecuada lo que necesitemos en el trabajo, y al
mismo tiempo, sin descuidarnos a nosotros mismos.
Si somos parte de un equipo, luchamos por hacer un trabajo de equipo
sano como una oportunidad para aprender cómo trabajar en cooperación
con los demás.
Si algo se vuelve loco o se siente loco, si nos encontramos
trabajando con una persona adicta o que tiene algún tipo de
disfunción que sea problemática, no nos volvemos más locos negando
el problema. Lo aceptamos y en paz tratamos de averiguar lo que
necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.
Dejamos ir nuestra necesidad de ser mártires o rescatadores en el
trabajo. Sabemos que no tenemos que permanecer en situaciones que
nos hagan infelices. En vez de sabotear un sistema o a nosotros
mismos, planeamos una solución positiva, comprendiendo que
necesitamos hacernos responsables de nosotros mismos en el camino.
Dejamos de ser víctimas y trabajamos creyendo que merecemos lo
mejor. Practicamos la aceptación, la gratitud y la fe.
Por un solo día a la vez, nos esforzamos por disfrutar lo que es
bueno, por resolver los problemas que nos toca resolver, y en el
trabajo damos el regalo que somos nosotros mismos.
Hoy pondré atención a las conductas de recuperación que podría
practicar para mejorar mi vida laboral. Cuidaré de mí mismo en el
trabajo. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser victimado
por el trabajo. Ayúdame a estar abierto a todo lo bueno de que
dispongo a través de mi trabajo.
VIDEO
https://youtu.be/2H_fSs8y5Ug
LECCION AGOSTO 29
Adueñémonos de nuestra energía
Aprende a guardar tu energía en el interior.
Women, Sex, and Addiction
(Mujeres, sexo y adicción)
Dra. Charlotte Davis Kasl
Por muchas razones podemos haber dominado el arte de regalar nuestra energía. Podemos haberlo aprendido cuando éramos pequeños porque los sentimientos que teníamos eran demasiado abrumadores para sentirlos, y no sabíamos cómo procesarlos.
Gran parte de nuestra obsesión, de nuestra intensa atención en los demás, se hace para facilitar esta experiencia "fuera del cuerpo" que llamamos codependencia.
Nos obsesionamos, balbuceamos, nos ponemos ansiosos. Tratamos de controlar a los demás, de cuidarlos como nanas y de hacer alharacas cerca de ellos. Nuestra energía se desparrama sobre quien sea.
Nuestra energía es nuestra energía. Nuestros sentimientos, pensamientos, asuntos, amor, sexualidad; nuestra energía física, espiritual,, sexual, creativa y emocional es nuestra.
Podemos aprender a tener límites sanos – parámetros sanos- acerca de nosotros y de nuestra energía. Podemos aprender a guardar energía en nuestro interior y a manejar nuestros asuntos.
Si estamos tratando de escapar de nuestro cuerpo, si nuestra energía se está derramando fuera de nosotros en forma enfermiza, podemos preguntarnos qué está pasando, qué nos está lastimando, qué estamos evitando, qué necesitamos afrontar, con qué necesitamos lidiar.
Luego, podemos hacerlo. Podemos volver a casa a vivir dentro de nosotros mismos.
Hoy guardaré mi energía dentro de mi cuerpo. Me mantendré centrado y dentro de mis límites. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de escapar de mí mismo. Ayúdame a enfrentar mis asuntos para que me sienta a gusto viviendo dentro de mi cuerpo.
VIDEO
https://youtu.be/j1390IlgjKI
LECCION AGOSTO 30
Aceptemos nuestro mejor esfuerzo
No tenemos que hacer las cosas mejor de lo que podemos, nunca.
Haz las cosas lo mejor que puedas por el momento, luego déjalo ir.
Si necesitamos volverlas a hacer, podremos hacerlas lo mejor posible en otro momento, después.
No podríamos hacer más ni mejor las cosas de lo que somos capaces de hacerlas en este momento. Nos castigamos a nosotros mismos y nos volvemos locos esperando más de lo que razonablemente podemos hacer mejor por ahora.
Esforzarse por la excelencia es una cualidad positiva.
Esforzarse por la perfección es autoderrotista.
¿Quién nos dijo que esperaba que hiciéramos y diéramos más? ¿Quién nos privó siempre de su aprobación?
Llega un momento en que sentimos que hemos hecho las cosas lo mejor posible. Cuando llegue ese momento, déjalo ir.
Hay días en que pensamos que hemos hecho las cosas mejor que nunca y el resultado puede ser inferior a lo que esperábamos. Deja ir esos momentos también. Vuelve a empezar mañana. Trabajemos hasta que se vuelva mejor lo mejor que podemos hacer las cosas.
Hay momentos para la crítica constructiva, pero si eso es lo único que nos damos a nosotros mismos, nos daremos por vencidos.
Concedernos autoridad y hacernos cumplidos a nosotros mismos no nos hará flojos. Nos nutrirá y nos hará capaces de dar, de hacer y de ser lo mejor.
Hoy haré las cosas lo mejor que pueda. Dios mío, ayúdame a dejar de criticarme a mí mismo para que pueda apreciar lo lejos que he llegado.
VIDEO
https://youtu.be/IekMeq6jtms
LECCION AGOSTO 31
Negación
Yo he estado en recuperación muchos años. He utilizado la negación muchas veces. Ha sido una defensa, una herramienta para sobrevivir, una conducta para hacer frente y, a veces, casi mi ruina. Ha sido una amiga y una enemiga.
Cuando era niña, usaba la negación para protegerme y para proteger a mi familia. Me protegía a mí misma de ver las cosas que eran demasiado dolorosas de ver y de sentimientos que eran demasiado abrumadores para sentir. La negación me hizo atravesar segura muchas situaciones traumáticas cuando no tenía ningún otro recurso para sobrevivir.
La desventaja de aplicar la negación fue que perdí el contacto conmigo misma y con mis sentimientos. Me volví capaz de participar en situaciones prejudiciales sin saber siquiera que estaba sintiendo dolor por dentro. Fui capaz de tolerar una gran cantidad de dolor y de abuso sin tener ni la más nebulosa noción de que esto era anormal.
Aprendí a participar en mi propio abuso.
La negación me protegía del dolor, pero también me hizo ciega a mis sentimientos, a mis necesidades y a mí misma. Era como una gruesa manta que me cubría y me sofocaba.
De pronto, me empecé a recuperar. Tuve un atisbo de conciencia acerca de mi dolor, de mis sentimientos, de mis conductas. Empecé a verme a mí misma y al mundo, como éramos. Había tal cantidad de negación acerca de mi pasado que si me hubieran rasgado totalmente la manta, hubiera muerto del shock que me hubiera provocado quedarme a la intemperie. Necesité ir admitiendo gradualmente y suavemente los conocimientos que fui adquiriendo acerca de mí misma, los recuerdos, la toma de conciencia y la curación.
La vida participó conmigo en este proceso. Es una gentil maestra. A medida que me iba recuperando, trajo hacia mí los incidentes y la gente que necesitaba para poder recordarme lo que aún estaba negando, para decirme adónde necesitaba curarme más de mi pasado, a medida que iba pudiendo manejar este conocimiento acerca de mí misma.
Todavía uso la negación, y me abro paso con ella, según lo necesite.
Cuando soplan los vientos del cambio, trastornando la estructura familiar y preparándome para lo nuevo, cojo mi manta y me escondo, durante un rato. A veces, cuando alguien a quien amo tiene unnproblema, me escondo debajo de la manta momentáneamente. Surgen recuerdos de cosas que negué, recuerdos que necesitan ser recordados, sentidos y aceptados para que podamos seguir siendo curados, fuertes y sanos.
A veces, me siento avergonzada por lo mucho que tardo en mi batalla para llegar a aceptar la realidad. Me siento abochornada cuando me encuentro de nuevo envuelta en la niebla de la negación.
Luego algo sucede, y veo que estoy yendo hacia delante. La experiencia era necesaria, tenía relación con algo, para nada era un error, sino una parte importante de la curación.
Esta viaje llamado recuperación es un proceso emocionante, pero comprendo que algunas veces puedo usar la negación para ayudarme a superar cuestiones difíciles.
También estoy consciente de que la negación es una amiga y una enemiga. Estoy alerta a las señales de peligro: esos sentimientos nebulosos, confusos... esa energía perezosa.... el sentirse compulsivo... correr demasiado duro o demasiado aprisa.... evitar
los mecanismos de apoyo.
He ganado un sano respeto por nuestra necesidad de usar la negación como cobija para envolvernos cuando hace demasiado frío. No es mi labor andar por ahí desgarrando las cobijas de la gente o avergonzando a los demás por usar la cobija. El avergonzarlos les da más frío, los hace envolverse más apretadamente en la manta.
Arrancarles la manta es peligroso. Podrían morir por quedar a la intemperie, igual que puede haber muerto yo.
He aprendido que lo mejor que puedo hacer con la gente que está envuelta en esta cobija es hacerla sentirse tibia y segura. Cuanto más tibia y segura se sienta, más capaz será de tirar su cobija. No tengo que apoyar o alentar su negación. Puedo ser directa. Si los demás están en negación acerca de una cosa en particular, y su actividad es perjudicial para mí, no tengo por qué estar cerca de ellos. Puedo desearles lo mejor y cuidar de mí misma. Porque si me quedo demasiado tiempo cerca de alguien que me está haciendo daño, inevitablemente volveré a coger mi manta.
He ganado respeto por crear ambientes cálidos, donde no se necesiten las cobijas, o al menos no se necesiten por tanto tiempo. He ganado confianza en la forma como la gente se cura y lidia con la vida.
Dios, ayúdame a estar abierta y a confiar en el proceso que me está curando de todo lo que he negado acerca de mi pasado. Ayúdame a esforzarme por tener conciencia y lograr la aceptación, pero también ayúdame a practicar la amabilidad y la compasión hacia mí mismo -y hacia los demás- en aquellas ocasiones en que haya usado la negación.
VIDEO
https://youtu.be/9aseujfAS-M